Bisagra
La bala que mat¨® a Nisman se cuela por las grietas de una democracia d¨¦bil, fragmentada por la corrupci¨®n, contaminada de autoritarismo
La muerte del Fiscal Nisman es una bisagra para este Gobierno y para el funcionamiento de nuestra democracia.
Para este Gobierno, porque la sangre de Nisman ha de te?ir lo que le queda a¨²n en el poder. Las pruebas de su investigaci¨®n sobre el caso AMIA y sus implicaciones para los funcionarios se potenciar¨¢n hasta niveles impredecibles, porque se relacionan con infinitas dimensiones de un manejo inmoral, autoritario y desordenado de la pol¨ªtica local e internacional.
En la misma investigaci¨®n sobre esta muerte, el Gobierno ya aparece obligado a probar su inocencia. No solo debe demostrar que no es autor directo, sino tambi¨¦n por qu¨¦ no funcion¨® la custodia que estaba obligada a proteger al Fiscal. Ya es vox populi en el pa¨ªs que estamos frente a un asesinato pol¨ªtico.
Tampoco queda lugar alguno para las iron¨ªas, ni para los silencios soberbios, ni las culpas ajenas de un discurso absurdo. Para el Gobierno se acab¨® la posibilidad de construir la realidad propia y esconder la ajena recurriendo a la f¨¢bula de las conspiraciones golpistas y los medios de comunicaci¨®n complacientes. La muerte de Nisman es una realidad que lo ha de marcar hasta el final y para la cual ya no funcionar¨¢n los perversos mecanismos de negaci¨®n y agresi¨®n que hasta ahora han tratado de ocultar corrupciones, accidentes y malas pol¨ªticas.
Pero la muerte de Nisman tambi¨¦n deber¨ªa ser una bisagra para el funcionamiento de la democracia y para los desaf¨ªos a futuro del sistema pol¨ªtico. Los otros dos poderes y la oposici¨®n deber¨¢n tomar este tema como un eje pr¨¢ctico y simb¨®lico de su trabajo. No solo en las responsabilidades f¨¢cticas para resolver esta muerte, sino tambi¨¦n en la energ¨ªa necesaria para construir una arquitectura democr¨¢tica y legal que haga que la perversidad institucional del kirchnerismo se convierta, cuanto antes, en parte de la historia.
El Gobierno aparece obligado a probar su inocencia. Es vox populi?que estamos frente a un asesinato pol¨ªtico
Argentina no puede seguir m¨¢s tiempo en este camino de degradaci¨®n. Un pa¨ªs en el que es concebible que el dislate que investigaba Nisman pudiera no tener consecuencias; en el que un Vicepresidente puede estar procesado y seguir en funciones; en el que los amigos del poder se dedican a construir la arquitectura de la corrupci¨®n con total impunidad; en el que se pretende cubrir todos los cargos de la Justicia con militantes pol¨ªticos; en el que los servicios de inteligencia tienen total autonom¨ªa para violar la ley. Un pa¨ªs en el que puede utilizarse descaradamente la mayor¨ªa legislativa para vulnerar derechos e ignorar la Constituci¨®n.
La muerte de Nisman, sea suicidio por las presiones que recibi¨® o asesinato por los implicados, fue posible por una democracia d¨¦bil, fragmentada por la corrupci¨®n, contaminada por un autoritarismo que arrastramos desde hace d¨¦cadas. Por todas esas grietas se cuela la bala que mat¨® a Alberto Nisman.
Eduardo Amadeo,?exembajador argentino en EE UU y exdiputado, es miembro del Club Pol¨ªtico Argentino. Twitter @eduardoamadeo
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