M¨¦xico: si no es la v¨ªa electoral ?cu¨¢l?
En medio la crisis de seguridad del pa¨ªs diversas voces plantean que no hay condiciones para realizar las elecciones de junio
La desaparici¨®n y la matanza, de acuerdo a la versi¨®n de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica, de 43 estudiantes de magisterio en Guerrero es el acto de mayor brutalidad que M¨¦xico ha vivido y exhibido al mundo. Pero como afirma el Instituto de Estudios para la Transici¨®n Democr¨¢tica en el documento ¡°M¨¦xico: las ruinas del futuro¡±, es el hecho m¨¢s brutal pero no el ¨²nico. El nivel de corrupci¨®n e impunidad de polic¨ªas y servidores p¨²blicos, su entrelazamiento con grupos criminales hasta desdibujar la diferencia entre unos y otros, habla de una enorme crisis en ¨¢reas nodales del Estado mexicano y de diferentes niveles de gobierno que, necesaria y venturosamente, han despertado una vasta movilizaci¨®n ciudadana de indignaci¨®n y condena. De forma lamentable, tambi¨¦n han ocurrido protestas violentas que, aun siendo minoritarias, restan legitimidad a la ola de reclamo frente a la descomposici¨®n del tejido social que padece M¨¦xico.
En medio de esa crisis, diversas voces plantean que no hay condiciones para realizar las elecciones previstas para el pr¨®ximo 7 de junio, en especial en el estado de Guerrero. En esa entidad de la rep¨²blica, con m¨¢s de 2,5 millones de ciudadanos, han de renovarse la gubernatura, 81 alcald¨ªas, as¨ª como el Congreso local integrado por 46 diputados, adem¨¢s de 9 diputados federales de mayor¨ªa relativa que corresponden a ese estado.
La cancelaci¨®n de las elecciones, cosa que no ha ocurrido en M¨¦xico en m¨¢s de un siglo, generar¨ªa de facto un vac¨ªo de poder pol¨ªtico en la entidad. La Constituci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs, no prev¨¦ la no celebraci¨®n de comicios, pues precisamente la soberan¨ªa popular se comienza a ejercer v¨ªa el sufragio libre. Lo que la Constituci¨®n contempla, en su art¨ªculo 29 es que en ¡°casos de invasi¨®n, perturbaci¨®n grave de la paz p¨²blica, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro, solamente el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, con la aprobaci¨®n del Congreso de la Uni¨®n [¡], podr¨¢ restringir o suspender en todo el pa¨ªs o en lugar determinado el ejercicio de los derechos y garant¨ªas para hacer frente, r¨¢pida y f¨¢cilmente a la situaci¨®n¡±. Pero, el mismo art¨ªculo constitucional se?ala que ¡°no podr¨¢ restringirse ni suspenderse el ejercicio¡±, entre otros, ¡°de los derechos pol¨ªticos¡±.
Por su parte, el art¨ªculo 76 de la propia Constituci¨®n le da facultad exclusiva al Senado para que, en caso de que hayan desaparecido los poderes constitucionales de un Estado nombre a un gobernador de una terna presentada por el Presidente, y tal gobernador designado ¡°convocar¨¢ a elecciones conforme a las leyes constitucionales del mismo Estado¡±.
As¨ª que la idea de no celebrar elecciones en Guerrero ¨Cque implica impedir a sus ciudadanos elegir representantes y gobernantes- entra?a una paradoja: que sea el poder del centro del pa¨ªs, el presidente y los grupos parlamentarios predominantes, lo que en M¨¦xico se llama ¡°la clase pol¨ªtica tradicional¡± ¨Co la casta, importando el t¨¦rmino- quien defina al pr¨®ximo titular del poder pol¨ªtico en la entidad prescindiendo de la voluntad de los electores que ser¨¢n gobernados. Y la consecuencia legal inmediata nos lleva al punto de partida: la obligaci¨®n primordial de ese gobernador ser¨ªa convocar a elecciones, que organizar¨ªa la misma autoridad que las organiza en este momento: el Instituto Electoral y de Participaci¨®n Ciudadana de Guerrero, en colaboraci¨®n con el Instituto Nacional Electoral (INE).
En M¨¦xico, por una acendrada tradici¨®n de desconfianza en las elecciones, se avanz¨® desde fines del siglo XX a un modelo de organizaci¨®n de los comicios donde una autoridad aut¨®noma al gobierno ¨Choy el INE y los institutos electorales locales en los estados- pone en manos de los ciudadanos la operaci¨®n de la jornada electoral. Para ello se sortea de entre todo el listado nominal de electores al 13% de los ciudadanos y luego se les capacita para que instalen las casillas electorales, reciban el voto de sus vecinos, cuenten los sufragios y elaboren las actas con los resultados. Esa operaci¨®n, que incluye visitar en todo el pa¨ªs m¨¢s de 10 millones de domicilios para invitar a participar a los ciudadanos, presupone condiciones de paz y seguridad para realizar las tareas preparativas de la elecci¨®n.
La paz que se requiere en todo M¨¦xico, y en Guerrero, no es la que impone la violencia: no se trata de imponer el orden por el orden, sino uno democr¨¢tico, aqu¨¦l en el que se respeten ¨ªntegramente los derechos humanos, incluidos la libertad de expresi¨®n y de manifestaci¨®n pac¨ªfica.
Guerrero y el resto del pa¨ªs no tendr¨¢n mejores gobiernos, ni habr¨¢ mayor control ciudadano sobre el poder si se evitan las elecciones. No ser¨¢ cercenando el derecho humano al voto como florecer¨¢ una sociedad m¨¢s justa, arm¨®nica y democr¨¢tica.
?Ciro Murayama es economista y Consejero Electoral del Instituto Nacional Electoral de M¨¦xico.
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