El Gobierno de EE UU y Cuba se ven hoy por primera vez
Hoy y ma?ana se celebran en La Habana las primeras conversaciones oficiales desde el anuncio de la normalizaci¨®n de relaciones en diciembre.
El rumbo para la normalizaci¨®n de relaciones entre Estados Unidos y Cuba ya ha sido trazado, pero ni los detalles del camino ni el final del mismo est¨¢n claros. Eso es lo que pretenden empezar a discutir ambos pa¨ªses a partir de este mi¨¦rcoles en La Habana, donde durante dos d¨ªas tendr¨¢n lugar las primeras conversaciones oficiales para negociar detalles de la normalizaci¨®n de relaciones que anunciaron los presidentes Barack Obama y Ra¨²l Castro el 17 de diciembre.
La primera jornada, este mi¨¦rcoles, estar¨¢ dedicada formalmente a las conversaciones migratorias que Washington y La Habana mantienen de forma regular desde mediados de los 90. Solo se interrumpieron durante el gobierno de George W. Bush y, tambi¨¦n, entre 2011 y 2013, por la condena en Cuba del contratista estadounidense Alan Gross. Estos encuentros semestrales sirven para analizar cuestiones migratorias y durante a?os fueron el ¨²nico canal de comunicaci¨®n oficial entre los dos gobiernos, que se escudaron en su car¨¢cter ¡°t¨¦cnico¡± para mantenerlo frente a los cr¨ªticos ante cualquier acercamiento hacia el hist¨®rico enemigo.
Aunque las dos partes esperan en esta ocasi¨®n avanzar m¨¢s en temas de cooperaci¨®n bilateral bajo este marco de di¨¢logo, el verdadero ¡°d¨ªa D¡± para Washington y La Habana es el jueves, cuando tendr¨¢ lugar la reuni¨®n para discutir qu¨¦ pasos dar en la normalizaci¨®n de las relaciones.
Restablecer relaciones diplom¨¢ticas interrumpidas durante m¨¢s de medio siglo de antagonismo pol¨ªtico no es algo que se logre de la noche a la ma?ana. Washington ha dejado muy claro que el proceso tomar¨¢ alg¨²n tiempo y que en buena parte depender¨¢ ¡°de la voluntad del Gobierno cubano de comprometerse¡± con las negociaciones, seg¨²n adelant¨® una alta fuente del Departamento de Estado.
Pero afirma que su inter¨¦s y seriedad en el proceso lo demuestra el hecho de que ya ha realizado cambios en las restricciones comerciales y de viajes y que env¨ªa para las negociaciones a la secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson. Ella ser¨¢ la funcionaria norteamericana de m¨¢s alto rango que pisa Cuba en m¨¢s de tres d¨¦cadas.
Washington dice tener muy claros sus objetivos para esta primera cita oficial: lograr env¨ªos diplom¨¢ticos sin restricciones, acceso para los cubanos a su Secci¨®n de Intereses en La Habana, la eliminaci¨®n de los topes para puestos diplom¨¢ticos y que el personal diplom¨¢tico pueda moverse ¡°sin restricciones¡±. Hasta ahora, tienen que pedir permiso si quieren salir de la capital, igual que los diplom¨¢ticos cubanos en Washington.
Pero es consciente de que no todo se podr¨¢ resolver en un encuentro, para el que los cubanos adem¨¢s no han adelantado a¨²n qu¨¦ demandas llevan, subrayan fuentes oficiales en Washington. Aun as¨ª, el Gobierno de Obama conf¨ªa en que no se tardar¨¢ mucho, ¡°meses¡± a lo sumo, en poder escenificar el primer cambio en las relaciones con la reapertura de las embajadas.
Washington conf¨ªa en que en pocos meses se acuerde la reapertura de las embajadas
Un cambio que, seg¨²n expertos, m¨¢s all¨¢ de efectos pr¨¢cticos estar¨¢ cargado de simbolismo. ¡°El d¨ªa en que se alce la bandera cubana en la Calle 16 de Washington y la estadounidense en el Malec¨®n de La Habana, va a poner en nota al mundo entero de una nueva realidad en las relaciones a trav¨¦s del Estrecho¡±, destaca el polit¨®logo cubano residente en EE UU Arturo L¨®pez-Levy.
Adem¨¢s del ¡°alto valor simb¨®lico¡±, acota Michael Shifter, presidente del Di¨¢logo Interamericano, la reapertura de embajadas ¡°le da a los dos pa¨ªses m¨¢s credibilidad y autoridad en sus posiciones¡±. Como en el tema del respeto a los derechos humanos y libertades como la de expresi¨®n que Estados Unidos asegura que mantiene como n¨²cleo de su agenda hacia Cuba.
Portavoces estadounidenses han declarado p¨²blicamente que Washington ¡°no se hace ilusiones¡±, que es consciente de que cualquier cambio en este campo puede tardar en producirse y que EE UU seguir¨¢ teniendo ¡°fuertes diferencias¡± en la materia con Cuba.
Pero el Gobierno de Obama est¨¢ convencido de que contar con una embajada facilita el tipo de conversaci¨®n que espera derive en cambios de actitud del ejecutivo de Castro. Y apunta adem¨¢s a algunos pasos ya dados, como la excarcelaci¨®n en v¨ªsperas de las conversaciones de los 53 presos pol¨ªticos que Washington le hab¨ªa pedido que liberara.
Cierto es que, a la par, el gobierno cubano ha detenido temporalmente a varias decenas de activistas que iban a participar en una performance de la artista pl¨¢stica Tania Bruguera, que en diciembre intent¨® instalar un micr¨®fono en la emblem¨¢tica Plaza de la Revoluci¨®n para que los cubanos opinaran sobre el pa¨ªs y su futuro. Un caso que le ha servido a los no pocos cr¨ªticos del paso dado por Obama, como el senador republicano Marco Rubio, para denunciar lo que considera meras ¡°concesiones¡± al r¨¦gimen castrista sin garant¨ªas a cambio.
L¨®pez-Levy admite que el gobierno cubano ¡°no actu¨® de la mejor manera¡± con la artista. Pero para ser un gobierno que hist¨®ricamente ¡°no ha manejado bien las provocaciones espinosas¡±, recuerda, resulta destacable que no permitiera que en este caso ¡°se diera el peor escenario, que ser¨ªa una bronca tumultuaria entre personas respaldando a Bruguera y las autoridades¡±.
Si en las pr¨®ximas semanas o meses ¡°tenemos la bandera cubana alzada en Washington y la norteamericana en el Malec¨®n, lo de Tania Bruguera va a ser un mero incidente que pudo haber sido mejor manejado, pero donde no pas¨® lo peor¡±, sostiene.
Tanto L¨®pez-Levy como Shifter consideran ¡°altamente improbable¡± que el proceso iniciado el 17 de diciembre pueda descarrilar. Aunque, como advierte el polit¨®logo para sostener su recomendaci¨®n de que ambos gobiernos deber¨ªan apuntalar r¨¢pido el proceso iniciado, ¡°lo ¨²nico irreversible en el mundo es la estupidez¡±.
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