Arabia Saud¨ª, un futuro en entredicho
Los esfuerzos contra el contagio de las revueltas parecen insostenibles
Arabia Saud¨ª se encuentra en una situaci¨®n vulnerable. Aunque la sucesi¨®n del rey Abdal¨¢ parece desarrollarse sin incidentes y acorde con los deseos del fallecido monarca, el reino se enfrenta a serios desaf¨ªos que ponen en entredicho la estabilidad futura del pa¨ªs.
El exministro de Defensa y medio hermano de Abdal¨¢, Salman, ha asumido el poder y el pr¨ªncipe Muqrin, el m¨¢s joven de los hermanos, ha sido confirmado como pr¨®ximo heredero. El nuevo regente tiene 79 a?os, su salud es incierta y persisten los rumores sobre su supuesta demencia. Quiz¨¢ por eso el monarca ya ha disipado dudas sobre el paso a la siguiente generaci¨®n, los nietos del fundador del reino, Abdel Aziz bin Saud, y ha nombrado a su sobrino, Mohammed bin Nayef, el poderoso ministro del Interior, como segundo en la l¨ªnea sucesoria. Se zanja as¨ª la que se esperaba fuese una pugna de poder entre dos potenciales contendientes: Mohammed bin Nayef, representante de la rama Sudairi de la familia real (y supuestamente candidato favorito de EE UU) y Miteb, hijo del fallecido Abdal¨¢ y actual ministro de la Guardia Nacional.
Pero la tranquila transici¨®n no mitiga los retos para Riad. Al norte, los saud¨ªes intentan sellar la frontera con Irak y contener as¨ª la amenaza del Estado Isl¨¢mico (EI). Al sur, tras fracasar en su intento de encauzar la transici¨®n en Yemen, se enfrentan al desmoronamiento del Estado. La ca¨ªda de los precios del petr¨®leo podr¨ªa hacer peligrar su apoyo a los rebeldes sirios, al r¨¦gimen de Al Sisi en Egipto y a la monarqu¨ªa Al Khalifa en Bahr¨¦in. Todo ello en un contexto de competici¨®n con Ir¨¢n por el dominio regional y las preocupaciones por las prioridades de EE UU, dada su negativa a intentar derrocar al r¨¦gimen de El Assad y la avanzada negociaci¨®n nuclear con Ir¨¢n.
Los esfuerzos saud¨ªes para protegerse del contagio de las revueltas ¨¢rabes mediante incentivos econ¨®micos a la poblaci¨®n parecen insostenibles a largo plazo. El ¨²ltimo presupuesto del Estado mantiene altos niveles de gastos internos y prev¨¦ un d¨¦ficit de 38.600 millones de d¨®lares, el mayor de su historia. A la preocupaci¨®n por satisfacer a una poblaci¨®n joven que requiere empleo y est¨¢ acostumbrada a recibir subvenciones se suma el desaf¨ªo que representa el Estado Isl¨¢mico (EI) a la legitimidad isl¨¢mica del reino, que depende de su alianza con los cl¨¦rigos wahab¨ªes.
La similitud entre las doctrinas del EI y las de algunos cl¨¦rigos saud¨ªes deja al reino en una situaci¨®n inc¨®moda cuando las miradas internacionales se dirigen a la brutal represi¨®n a los detractores del r¨¦gimen.
La familia real intentar¨¢, como siempre, proyectar una imagen de estabilidad y unidad, pero habr¨¢ que ver si los sucesivos monarcas muestran la misma destreza que Abdal¨¢ equilibrando intereses contrapuestos ante la cada vez m¨¢s patente necesidad de reformar el sistema.
Ana Echag¨¹e es investigadora del think-tank FRIDE.
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