Marruecos levanta el veto a la ONU e impone sus demandas sobre el S¨¢hara
El Gobierno acepta que vuelvan los enviados de Naciones Unidas tras airear las disculpas de Ban Ki-Moon al rey
Marruecos ha levantado el veto que hab¨ªa impuesto desde hace casi un a?o al trabajo de la ONU y sus enviados especiales en el S¨¢hara Occidental y acepta ahora que reanuden sus funciones tras lograr todas sus demandas sobre la situaci¨®n en el territorio ocupado y despu¨¦s de airear en p¨²blico las disculpas del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, al rey Mohamed VI. Otro ¨¦xito m¨¢s de la peculiar manera de funcionar y presionar hasta la extenuaci¨®n y sin ninguna prisa de la diplomacia marroqu¨ª, que est¨¢ siguiendo la misma t¨¢ctica con la grave crisis pol¨ªtica, policial y judicial abierta con Francia hacia tambi¨¦n un a?o.
Los dos asuntos m¨¢s relevantes de la pol¨ªtica nacional e internacional marroqu¨ª confluyen estos d¨ªas y desde hace semanas y meses con muchos puntos en com¨²n. El resultado con respecto al siempre espinoso tema del S¨¢hara es que nada cambiar¨¢, que es lo que persigue Marruecos desde que controla esa excolonia espa?ola desde 1975.
El Consejo de Seguridad de la ONU adopt¨® el 29 de abril de 2014 una resoluci¨®n prorrogando el mandato de su misi¨®n especial (Minurso) en el S¨¢hara Occidental sin incluir ninguna menci¨®n a la reivindicaci¨®n de algunos de sus altos dirigentes y de muchas asociaciones especializadas y ONG sobre el respeto a los derechos humanos. Un ¨¦xito para la diplomacia marroqu¨ª. Unos d¨ªas antes, sin embargo, Ban Ki-Moon se hab¨ªa atrevido a se?alar la necesidad de inspeccionar esa situaci¨®n de manera ¡°duradera, independiente e imparcial¡±, lo que provoc¨® la reacci¨®n del rey y que una delegaci¨®n marroqu¨ª fuera enviada a Nueva York para expresar el 18 de junio pasado ¡°su profunda decepci¨®n, aut¨¦ntico enfado y total incomprensi¨®n¡± ante lo que se calificaba como un informe ¡°sesgado y tendencioso¡±.
Los encontronazos, entonces, se sucedieron. El rey dej¨® de asistir a la Asamblea General en septiembre y desde Marruecos los mensajes contra Ban Ki-Moon, la ONU y sus enviados se reprodujeron con enorme despliegue de medios. La prensa marroqu¨ª apenas dibuja matices en este sentido y suscribe las tesis oficiales. El enviado de la ONU, Christopher Ross, lleva desde abril esperando a que le dejen visitar de nuevo la regi¨®n y desde entonces aguarda el pl¨¢cet del Gobierno marroqu¨ª para que pueda viajar al S¨¢hara la nueva jefa de la Minurso, la canadiense Kim Bolduc, boicoteada adem¨¢s porque su nombramiento ¡°no fue consultado¡±.
Desde octubre, adem¨¢s, el hacker an¨®nimo que se hace llamar Chris Coleman empez¨® a publicar en una cuenta de Twitter una serie de documentos secretos de la diplomacia marroqu¨ª con el objetivo de debilitar su posici¨®n y retratar la dura campa?a emprendida, por ejemplo, contra Ross, un diplom¨¢tico norteamericano de 71 a?os con gran experiencia en distintas embajadas del mundo ¨¢rabe, al que se lleg¨® a tildar de alcoh¨®lico y muy partidario de Argelia, el gran enemigo de Marruecos sobre la posici¨®n del S¨¢hara.
En una bastante franca entrevista que concedi¨® hace dos semanas al prestigioso semanario Jeune Afrique, el ministro de Exteriores marroqu¨ª, Salaheddine Mezouar, no elud¨ªa ninguno de estos conflictos. Acusaba a la ONU de ¡°no ser neutrales¡±, ¡°cometer demasiados patinazos¡± y les advert¨ªa de que sus enviados no podr¨ªan retornar al pa¨ªs ¡°hasta que se clarifiquen los par¨¢metros¡± de esa relaci¨®n. Mezouar, que ha sido el encargado de encabezar esta cruzada contra la ONU y contra Francia, entiende en los dos casos que los dirigentes de esas instituciones est¨¢n demasiado pr¨®ximos a Argelia y equiparan ¡°un Estado soberano a un movimiento secesionista¡±.
Este pasado 22 de enero Ban Ki-Moon llam¨® finalmente al rey y le dio ¡°firmes garant¨ªas¡± de que sus ¡°comentarios y observaciones¡± hab¨ªan sido tenidos ¡°debidamente en cuenta¡± y comprometi¨® ¡°la neutralidad, objetividad e imparcialidad¡± total de sus enviados. La conversaci¨®n fue facilitada luego por la casa real y el ministro de Exteriores ha ratificado esta semana que ambos ser¨¢n ahora ¡°bienvenidos¡±.
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