Los cultivadores de marihuana en Uruguay se saltan la ley
Solo 1.200 personas se han inscrito en los registros estatales, mientras tarda en llegar la venta en las farmacias
La legalizaci¨®n de la marihuana en Uruguay va camino de convertirse en una despenalizaci¨®n del autocultivo que ya se practica en todo el pa¨ªs, la mayor¨ªa de las veces salte¨¢ndose el registro legal previsto por las autoridades. La venta en farmacia del cannabis producido en campos controlados por el Estado, el cap¨ªtulo m¨¢s ambicioso de la reforma legislativa, tarda en llevarse a cabo y podr¨ªa no ver nunca la luz.
En Ciudad de la Costa, una zona de casas cercana a Montevideo, abundan los vecinos que han decidido lanzarse a cultivar marihuana. Isabel, fot¨®grafa de 48 a?os y madre de dos hijos, siempre tuvo alguna planta: ¡°Tengo dos ahora. Desde que se legaliz¨® el cannabis es todo m¨¢s f¨¢cil, se consiguen m¨¢s semillas e informaci¨®n sobre el cultivo¡±, asegura.
La ley uruguaya prev¨¦ un tr¨¢mite sencillo para que todo aquel que quiera tener plantas est¨¦ registrado; de lo contrario, el cultivo no es legal. Pero Isabel no piensa registrarse. ¡°Es mi casa y es un asunto m¨ªo. Adem¨¢s, Tabar¨¦ V¨¢zquez dijo que usar¨¢ el registro para rehabilitar a los consumidores¡±, a?ade.
El presidente electo de Uruguay, que asumir¨¢ el poder el pr¨®ximo mes de marzo, ha asegurado que no derogar¨¢ la ley pero tambi¨¦n ha hecho alusiones ambiguas sobre la utilizaci¨®n de los datos del registro para elaborar una pol¨ªtica de prevenci¨®n de las adicciones. Estas declaraciones han puesto en guardia a muchos cultivadores, acostumbrados durante d¨¦cadas a vivir de manera clandestina.
Seg¨²n datos oficiales, 1.200 personas se han inscrito en el registro de autocultivo, pero en 2014 la Asociaci¨®n de Estudios del Cannabis llev¨® a cabo una encuesta por Internet y en pocos d¨ªas contabiliz¨® 10.000 personas que declaraban cultivar para consumo propio.
En un Grow Center de Montevideo, una tienda especializada en venta de productos para el autocultivo, los clientes llegan con cuentagotas pero de manera constante. Tres socios abrieron el establecimiento hace seis meses y aunque todav¨ªa no es rentable, las perspectivas son buenas para ellos. Las estanter¨ªas est¨¢n abarrotadas de fertilizantes, pipas, medidores de humedad e invernaderos. Los invernaderos son peque?as instalaciones con luz artificial y ventilaci¨®n del tama?o de un armario. A pesar de que su precio ronda los 900 d¨®lares, se vende al menos uno por semana.
Uno de los socios del negocio es Juan Vaz, conocido activista a favor de la legalizaci¨®n. Vaz reconoce que la mayor¨ªa de los cultivadores no se est¨¢n registrando pero piensa que es s¨®lo una cuesti¨®n de tiempo. ¡°En unos a?os registrarse ser¨¢ tan autom¨¢tico como sacarse el permiso para poder conducir, algo elemental que sirve para evitarse problemas¡±, asegura.
Esta semana la polic¨ªa detuvo a un hombre que ten¨ªa en su casa m¨¢s de 200 plantas y en los ¨²ltimos meses se han registrado otros casos similares. Seg¨²n la ley, el tope m¨¢ximo es de seis plantas en flor. Juan Vaz atribuye estos problemas al desconocimiento de las autoridades. ¡°Yo tengo 100 plantas en casa, es mi biblioteca gen¨¦tica. Pero todas est¨¢n en estado vegetativo, s¨®lo tengo dos en flor, as¨ª que es perfectamente legal¡±. La floraci¨®n del cannabis es una cuesti¨®n de luz, explican los expertos. La planta necesita tantas horas de sol como de oscuridad y la floraci¨®n se puede provocar mediante el control de esa variable.
El presidente de la Federaci¨®n de Cannabicultores, Julio Rey, confirma la necesidad de algunos ajustes; de hecho su organizaci¨®n participa actualmente en reuniones peri¨®dicas con el Ministerio del Interior para elaborar un ¡°cat¨¢logo de conducta policial¡± relacionada con el cultivo de marihuana. ¡°Se terminaron los tiempos en los que una denuncia an¨®nima pod¨ªa llevarte a la c¨¢rcel. Ahora todos tienen que entender que lo ¨²nico ilegal es la venta o el tr¨¢fico¡± afirma Rey.
Tabar¨¦ V¨¢zquez se ha expresado claramente en contra de la venta de marihuana en las farmacias, uno de los cap¨ªtulos m¨¢s ambiciosos de la ley uruguaya. Actualmente, las autoridades seleccionan a las empresas privadas que plantar¨¢n ese cannabis en terrenos controlados por el Estado. El proceso podr¨ªa tardar unos meses m¨¢s y algunos temen que al final el Gobierno impida que la marihuana llegue a las farmacias.
¡°La venta en farmacia nunca fue el objetivo de las asociaciones, pero ese cap¨ªtulo es clave porque est¨¢ relacionado con la lucha contra el narcotr¨¢fico. El mercado negro seguir¨¢ existiendo si no se genera un circuito de venta legal¡±, afirma Julio Rey.
El presidente Jos¨¦ Mujica plante¨® la legalizaci¨®n como un experimento ¨²nico de control estatal de las drogas y lucha contra el narcotr¨¢fico. Esa parte de la experiencia uruguaya est¨¢ todav¨ªa en ciernes.
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