Espa?a, vanguardia de la yihad
Desde el 11-M es el pa¨ªs europeo con m¨¢s detenciones por terrorismo islamista
En oto?o de 2012 la sede del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fue el escenario de una reuni¨®n singular. Su director, el general F¨¦lix Sanz Rold¨¢n, y varios agentes mostraron un v¨ªdeo a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, en el que Rachid Wahbi, un taxista ceut¨ª, de 33 a?os, acud¨ªa a recoger los mensajes de su reclutador y se reun¨ªa con varios ac¨®litos. Un resumen de horas de grabaci¨®n por las calles del deprimido barrio de El Pr¨ªncipe en las que se recog¨ªa la vida de un potencial terrorista. Las siguientes im¨¢genes mostraron al mismo joven sonriendo, vestido de uniforme militar, esgrimiendo un rifle Kal¨¢shnikov y conduciendo un cami¨®n cargado de explosivos con el que se hab¨ªa empotrado dos meses antes contra un cuartel militar en Idlib, al norte de Siria, causando 130 muertos. Rachid dej¨® en Ceuta a su mujer Sanaa, a sus dos hijos y a su Mercedes blanco, el taxi n¨²mero 44. Su caso sirvi¨® al CNI para mostrar al Gobierno la amenaza real del terrorismo yihadista y c¨®mo se monitoriza a los principales sospechosos.
Desde la muerte de Rachid, otros 12 j¨®venes, cinco espa?oles y siete marroqu¨ªes residentes en Espa?a, han muerto combatiendo en las filas de Al Nusra (filial de Al Qaeda) o del Estado Isl¨¢mico (EI) contra las tropas de Bachar el Asad. Las fuerzas de seguridad creen que alrededor de un centenar de residentes, en su mayor¨ªa marroqu¨ªes, se han unido a la yihad en Siria. ¡°No llegan a 40 los que tenemos identificados. Lo que sabemos son los que faltan porque se ponen en contacto con sus familias. Cuando desaparecen preguntamos y controlamos las listas de vuelos¡±, explica el comisario de polic¨ªa responsable de la lucha contra el terrorismo yihadista.
Ostentamos dos r¨¦cords macabros: el mayor atentado de la UE y el primer suicidio colectivo
El n¨²mero de muyahidines que, procedentes de Espa?a, se han unido al sangriento EI es mucho menor que el de otros pa¨ªses europeos como Francia (1.200) o Reino Unido (500), pero la amenaza es la misma y Espa?a ostenta dos r¨¦cords macabros dif¨ªciles de igualar: haber sido escenario del primer "¨¦xito" de la yihad en Europa (192 muertos y miles de heridos contra los trenes de Atocha en marzo de 2004) y el primer suicidio colectivo de yihadistas en Legan¨¦s (siete terroristas y un polic¨ªa nacional muertos). Aquel atentado fue una muestra de la vulnerabilidad de Europa que, el 7 de junio del a?o siguiente, se hizo patente en Londres (56 muertos en un ataque contra el transporte p¨²blico londinense) y ahora en Par¨ªs, con la matanza en la sede del semanario Charlie Hebdo y en un comercio jud¨ªo con un balance de 17 v¨ªctimas.
Las paredes del despacho del jefe policial en el cuartel madrile?o de Canillas desde donde se dirige la lucha contra el terrorismo yihadista son un fiel retrato de la amenaza: las fotograf¨ªas en color y los nombres de los responsables de las ¨²ltimas c¨¦lulas desarticuladas desde que el CNI advirti¨® al nuevo Gobierno del PP del riesgo cubren una pared entera: Operaciones Agora I y II, Cesto, Azteca, etc. Tipos barbudos y otros rapados al cero y con cara de no haber roto un plato. Uno de ellos, Ismail Abdelaliz Alaf, antes de apostar por la yihad era gog¨® en una discoteca de Marbella, beb¨ªa alcohol y se tatuaba el cuerpo.
Solo en 2014 se han desarticulado cinco c¨¦lulas, todas en Ceuta y Melilla, y capturado a varios retornados de Siria, Mal¨ª e Irak. "Todos han ido a prisi¨®n. Cada vez aportamos pruebas m¨¢s importantes y concluyentes", afirma el comisario principal de Informaci¨®n, Enrique Bar¨®n. Desde 2011 y bajo el Gobierno popular se ha detenido a 71 personas. La cifra se ha disparado desde 2004, a?o de los atentados de Atocha, con 527 detenidos, lo que convierte a Espa?a en el pa¨ªs europeo con m¨¢s arrestos por terrorismo islamista. Muchas veces detenciones preventivas, al m¨¢s m¨ªnimo indicio, para evitar riesgos. "No podemos esperar a que consigan las armas o explosivos", es una de las frases m¨¢s pronunciadas en algunos despachos de la Audiencia Nacional.
?Por qu¨¦ esta extraordinaria actividad contra el terrorismo yihadista? Desde mediados de los noventa y hasta que los ataques del 11-M despertaron a los servicios espa?oles de su letargo, Espa?a ha sido la principal base de Al Qaeda y sus franquicias. En 2002 un informe de la fiscal¨ªa de Mil¨¢n conclu¨ªa que Espa?a era "el anillo final" de una red terrorista con ramificaciones en varios pa¨ªses y dependiente de Osama Bin Laden. El documento describ¨ªa la actividad clandestina del Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate (GSPC), el antiguo GIA argelino, la semilla del salafismo de la que se han alimentado las c¨¦lulas locales en Europa, y afirmaba que Espa?a era su principal refugio. La situaci¨®n geogr¨¢fica, puerta de entrada a Europa, la inmigraci¨®n, la reivindicaci¨®n de Al Andalus y la par¨¢lisis policial la convirtieron en un territorio efervescente y predilecto. Informes de la BKA, polic¨ªa alemana, abundaban en la misma tesis.
La marcha de muyahidines desde Espa?a para unirse a las huestes del EI en Siria no es una novedad. Desde 1995 hasta 2001 un pu?ado de polic¨ªas del Servicio de Informaci¨®n Exterior observaban las afectuosas despedidas en el aeropuerto de Madrid-Barajas del sirio-espa?ol Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, de los j¨®venes que captaba para mandarlos a la yihad en Afganist¨¢n, Bosnia, Chechenia y otros territorios de conflicto musulm¨¢n. Y fotografiaban sus c¨¢lidos recibimientos cuando volv¨ªan formados en armas y explosivos. Algunos, hasta fueron atendidos de sus heridas en hospitales madrile?os. "Cuando regresaban la mayor¨ªa de ellos ya hab¨ªa matado, pero entonces no ten¨ªamos conciencia del peligro", reconoce uno de aquellos agentes.
Entonces, los responsables policiales pensaban que Espa?a era solo escenario de proselitismo y financiaci¨®n, retaguardia, no vanguardia del yihadismo. Solamente 150 agentes del CNI, la Guardia Civil y la polic¨ªa, la mitad dedicados a tareas burocr¨¢ticas, investigaban el terrorismo islamista. La plantilla de confidentes y traductores era raqu¨ªtica. Casi nadie crey¨® en la amenaza y el monstruo sigui¨® creciendo. Todo el esfuerzo y la atenci¨®n se centr¨® en ETA.
Solo en 2014 se han desarticulado cinco c¨¦lulas, todas en Ceuta y Melilla
La investigaci¨®n sobre la c¨¦lula de Abu Dahdah dur¨® cinco a?os de seguimientos intermitentes e intervenciones telef¨®nicas sin una sola detenci¨®n. Solo la aparici¨®n del nombre y direcci¨®n de este sirio, casado con una espa?ola, en el apartamento en Hamburgo (Alemania) de Mohamed Atta, autor de los atentados del 11-S en EE UU en 2001, precipit¨® en el oto?o de ese mismo a?o la primera gran redada contra el yihadismo en Espa?a. De los restos de aquella c¨¦lula y de la venganza por sus detenciones, entre otros factores, surgi¨® el 11-M. Varios de los que lograron huir se suicidaron en Irak.
Los 3.000 agentes que hoy combaten la amenaza y la estrecha colaboraci¨®n con los servicios de todo el mundo no son suficientes para saber el n¨²mero exacto de yihadistas que han salido desde Espa?a para unirse en Siria a Al Qaeda o al EI. Ni de los que han retornado con la intenci¨®n de hacer la yihad aqu¨ª. "Lo m¨¢s preocupante es que es imposible conocer el n¨²mero exacto. Se lo reconozco", afirma el responsable de un servicio de inteligencia. "Si los turcos quisieran habr¨ªan dado mucha m¨¢s ca?a. No hay un seguimiento de la informaci¨®n que les damos. Se ven desbordados por la cantidad de peticiones que reciben de todo el mundo", apunta otro mando. Turqu¨ªa, frontera con Siria, es la entrada principal que han utilizado los 3.000 combatientes extranjeros.
La aparici¨®n del Estado Isl¨¢mico lo ha cambiado casi todo. El comisario de polic¨ªa que dirige las investigaciones lo explica as¨ª: "Es un hecho sin parang¨®n. La idea de vivir en un Estado isl¨¢mico, la umma (comunidad). Por primera vez, desde la ¨¦poca de Afganist¨¢n, se van familias enteras. Nunca ha habido una experiencia tan medi¨¢tica: Les dicen: ¡®vente para ac¨¢, aqu¨ª hay dinero y mujeres. Puedes ocupar la casa que quieras con solo esgrimir un kal¨¢snikov. Si te apetece algo lo coges".
Rachid Wahbi, el taxista ceut¨ª, y sus amigos Piti, de 30 a?os, y Tafo, de 24, que en 2012 murieron en Siria en acciones suicidas, se pagaron su billete a Estambul (Turqu¨ªa) y hasta el kal¨¢snikov al llegar al campamento sirio. Desde que el EI ocupa m¨¢s de una cuarta parte de Irak y Siria y controla una producci¨®n de 40.000 barriles de petr¨®leo al d¨ªa las cosas han cambiado. "Les pagan salarios de hasta 800 d¨®lares y si est¨¢n casados m¨¢s. Algunos est¨¢n mandando dinero desde all¨ª a sus familias en Espa?a. Desde que ocuparon Mosul, la segunda ciudad de Irak, nadan en la abundancia". La mayor¨ªa de los que van lo hacen, no obstante, con la firme intenci¨®n de no regresar. Quieren morir haciendo la yihad.
¡°Quiero suicidarme haciendo la yihad¡±, dijo una ni?a de 14 a?os en un colegio de Melilla
El perfil de los yihadistas que, procedentes de Espa?a, se unen al EI es muy similar al de los detenidos y condenados durante los ¨²ltimos a?os. M¨¢s de un 80% de estos ¨²ltimos son extranjeros, en su mayor¨ªa marroqu¨ªes, argelinos y paquistan¨ªes, a veces casados con espa?olas. Siete de los 13 que han muerto en Siria eran marroqu¨ªes residentes y el resto, ceut¨ªes. Mucho antes de que Ayman al Zawahiri, el sucesor de Bin Laden, pidiera en 2006 la "liberaci¨®n" de Ceuta y Melilla, estas dos ciudades ya eran cunas del yihadismo. Ambas ostentan r¨¦cords de paro juvenil y fracaso escolar en barrios tan deprimidos como El Pr¨ªncipe o La Ca?ada, que se han convertido en pozos de pesca para los reclutadores de islamistas. El contagio de ciudades marroqu¨ªes como Tetu¨¢n y Castillejos, de donde han partido decenas de yihadistas para abrazar el EI, ha obligado a que agentes de los servicios secretos de Marruecos trabajen por primera vez en Espa?a. "Esto era inimaginable hace muy poco tiempo", reconoce un mando policial.
"-?Cu¨¢ndo vais a ir a Siria a hacer la yihad?
-Nosotros tenemos la yihad aqu¨ª, en Ceuta. No hace falta que vayamos all¨ª."
Yassin Ahmed Laarbi, alias Pistu, respondi¨® as¨ª a su mujer cuando esta le pregunt¨® por su determinaci¨®n para viajar a Siria. ?l y sus colaboradores acababan de enviar hacia la muerte a 14 j¨®venes, la mayor¨ªa ceut¨ªes, que fallecieron protagonizando acciones suicidas y causando centenares de v¨ªctimas. La fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional pide para ¨¦l y sus colaboradores 14 a?os de prisi¨®n en el que ser¨¢ el primer juicio por env¨ªo de muyahidines a Siria. ¡°Ceuta y Melilla se han convertido en un aut¨¦ntico vivero de adoctrinamiento y reclutamiento. Hay que cortar este flujo de combatientes hacia Siria e Irak, que se est¨¢ ampliando ¨²ltimamente a menores de edad¡±, se?ala Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional.
Los expertos coinciden, no obstante, en que Madrid y Catalu?a ¡ªdonde la CIA y el FBI han reforzado su presencia en la Embajada y el consulado¡ª, Navarra y Arag¨®n han sido hasta ahora los principales focos de radicalizaci¨®n, pero Internet y las redes sociales han ampliado la influencia de los reclutadores hasta rincones nuevos. "Ese es un problema. Ya no podemos limitarnos a las zonas tradicionales. A veces nos sorprende el lugar. Aparecen puntitos nuevos y cada vez est¨¢ menos focalizado", explica Dolores Delgado, la fiscal coordinadora de las investigaciones en la Audiencia Nacional.
Desde que el sirio Mustaf¨¢ Setmarian, casado con una madrile?a, sembr¨® en los noventa las primeras ra¨ªces de la yihad, las labores de proselitismo han cambiado. En las operaciones Tigris, D¨¢til, Chacal o Camale¨®n siempre aparec¨ªa una peque?a mezquita como lugar inicial de reuni¨®n de los miembros de la c¨¦lula. La vigilancia de los centros de culto con una amplia red de confidentes y el anonimato de la Red ha provocado una transformaci¨®n. "Ahora tenemos un perfil de gente m¨¢s joven enganchada a los ordenadores que utilizan wifis ajenas y chupan la red del vecino para ser todav¨ªa m¨¢s an¨®nimos. Hasta los operadores jur¨ªdicos tenemos que ensamblar lo real con lo virtual", explica Delgado. El contacto personal no se hace hasta que el reclutador comprueba durante semanas que su disc¨ªpulo no rechaza los mensajes que se le env¨ªan por Facebook o WhatsApp. "Mientras no compran el billete para viajar a Siria son m¨¢s v¨ªctimas que otra cosa. Pero si lo hacen ya hay integraci¨®n. Estamos recibiendo mayor colaboraci¨®n de familiares y amigos, de personas pr¨®ximas que nos dan claves. El entorno se ha concienciado de que pueden ser acusados de terrorismo", revela la fiscal.
Viajar a Siria no es nuevo. Antes iban desde Barajas a Bosnia, Chechenia y Afganist¨¢n
En Ceuta y Melilla hace una d¨¦cada era dif¨ªcil ver a una mujer con burka o niqab. Hoy, hay decenas y acaban casadas con barbudos que visten t¨²nicas, calzan zapatillas deportivas y exhiben sus tobillos en se?al de pureza. La alarma salt¨® hace un a?o en un colegio p¨²blico de Melilla: "Quiero suicidarme haciendo la yihad", confes¨® una ni?a de 14 a?os a su amiga. El caso se cubri¨® con un velo de silencio por tratarse de una menor, pero no es un hecho aislado. La polic¨ªa ha desarticulado la primera red dedicada a captar mujeres para Siria y evitado que otra menor de Ceuta viajara a Turqu¨ªa para unirse al EI. "Ponle a una mujer unos tacones e impone; ponle un arma y asusta; qu¨ªtale los tacones y ponle un niqab y acojona", escribi¨® en su cuenta de Facebook una de las reclutadoras detenida.
El EI ha dictado sus normas en Siria e Irak. Una de ellas establece que o las mujeres "llevan el velo integral o ser¨¢n castigadas". La ceut¨ª Asia Ahmed Mohamed, hermana de Yunes, alias Esponja, uno de los j¨®venes que se ha suicidado en Siria, lo acata complacida. Hace meses sigui¨® la misma ruta que su hermano muerto. Ahora es la mujer de Mohamed Hamduch, Kokito, de 28 a?os, un vecino de Castillejos, pueblo pr¨®ximo a Ceuta, que se exhibe en Internet con las cabezas degolladas de sus v¨ªctimas en Alepo y con el que acaba de contraer matrimonio. "Habla cada d¨ªa por Skype con su familia. Vive en una casa de mujeres dedicada a estudiar ¨¢rabe y a leer el Cor¨¢n. Est¨¢ muy contenta y alegre", afirma una persona cercana a su familia. "No tenemos constancia de que ninguna de las mujeres espa?olas que se ha unido al EI haya combatido", asegura el comisario de polic¨ªa.
Las continuas operaciones policiales provocan que los c¨ªrculos islamistas sean cada vez m¨¢s cerrados. "Los radicales se esconden cada vez m¨¢s y obtener inteligencia es complicado. Los que vest¨ªan a lo talib¨¢n se afeitan o recortan la barba. Hasta algunas mujeres como la esposa de Mustaf¨¢ Maya [jefe de una red desarticulada este a?o] se quitan el niqab para no llamar la atenci¨®n", confiesa un agente operativo de la Guardia Civil.
La pol¨ªtica de detenciones preventivas de la polic¨ªa con el apoyo de jueces y fiscales ha mejorado la seguridad, pero nadie niega que la amenaza contin¨²a. Espa?a sigue siendo objetivo preferente de la yihad global.
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