Los b¨¢lticos se protegen de Rusia
Los expertos alertan contra el Kremlin por usar los medios para atraer a las minor¨ªas
El Ministerio de Defensa de Lituania acaba de redactar un manual sobre qu¨¦ hacer en caso de invasi¨®n. Estar¨¢ disponible en Internet, en las bibliotecas de todo el pa¨ªs y en los expositores durante los actos de car¨¢cter militar. "Mant¨¦n la mente fr¨ªa, no te dejes dominar por el p¨¢nico... Los tiros que oigas desde tu ventana no suponen el fin del mundo", sostiene el libro.
El manual incluye tambi¨¦n algunos consejos m¨¢s espec¨ªficos. Los que est¨¦n dispuestos a luchar, deben acudir a los arsenales militares a buscar armas. Y los expertos en nuevas tecnolog¨ªas deben organizarse en Facebook y Twitter, y planear ciberataques contra el enemigo. Durante la ocupaci¨®n deben organizarse manifestaciones y huelgas; el que no se atreva, deber¨¢ al menos "hacer su trabajo m¨¢s lentamente de lo habitual". Como explicaba recientemente en televisi¨®n el ministro de Defensa, Juozas Olekas, "supongamos que alguien va a trabajar, pero tiene mala suerte, no le sale nada, el bol¨ªgrafo se le cae de las manos...".
Seg¨²n los expertos, una invasi¨®n militar directa de Rusia a los pa¨ªses b¨¢lticos es poco probable, porque a diferencia de Ucrania, estos ya est¨¢n integrados en el mundo occidental. El art¨ªculo 5 del tratado de la OTAN prev¨¦ la protecci¨®n solidaria en caso de agresi¨®n. Vilna, Riga y Tallin tambi¨¦n est¨¢n en la UE y tambi¨¦n adoptaron el euro. Hace un a?o, tanto el entonces primer ministro de Letonia, Valdis Dombrovskis, como el presidente de Lituania, Dalia Grybauskaite, hicieron hincapi¨¦ en que la adhesi¨®n a la Zona euro aumentaba la seguridad de sus pa¨ªses.
Algunos a¨²n recuerdan con cari?o la ¨¦poca sovi¨¦tica y apoyan la pol¨ªtica de Putin
Sin embargo, despu¨¦s de la anexi¨®n de Crimea por parte de Rusia, Lituania y Letonia anunciaron que, hasta el a?o 2020, incrementar¨¢n su presupuesto de defensa en m¨¢s del doble, hasta el 2 % del PIB (Estonia ya gasta esta suma).
Seg¨²n los expertos, las naciones b¨¢lticas temen tambi¨¦n, y con toda la raz¨®n, el poder blando de Rusia. "Ahora bien, en principio, el adjetivo ¡®blando¡¯ ya no existe, debido a que la pol¨ªtica del Kremlin prev¨¦ una constante guerra de informaci¨®n, presiones diversas, la corrupci¨®n y la atracci¨®n de diversos grupos de inter¨¦s de los sectores de la econom¨ªa, la pol¨ªtica y la cultura de Lituania, Letonia y Estonia", declara a Gazeta Wyborcza el polit¨®logo Agni Grigas, del Centro McKinnon para Asuntos Mundiales del Occidental College en Los ?ngeles. "Me imagino algunos de los escenarios de la escalada, que no significan necesariamente la anexi¨®n. Las cosas podr¨ªan seguir su curso como en 2007 en Tallin y llegar, en menor medida, a lo que sucedi¨® en Lugansk y Donetsk". Grigas piensa que las actuales presiones de Rusia sobre las rep¨²blicas b¨¢lticas ¡ªla pol¨ªtica frente a los compatriotas, la guerra de informaci¨®n, las llamadas a la protecci¨®n, el fomento del separatismo, el entrenamiento militar para los grupos separatistas¡ª se pueden intensificar.
Cada una de las rep¨²blicas b¨¢lticas acoge una gran minor¨ªa rusa, que alcanza desde un 6 % en Lituania hasta el 26 % en Letonia. Aunque muchos rusos, especialmente los j¨®venes, aprecian los pasaportes europeos y observan a Mosc¨² de reojo, otros tantos recuerdan con cari?o la ¨¦poca sovi¨¦tica y apoyan la pol¨ªtica de Vlad¨ªmir Putin.
No es de extra?ar que muchos pol¨ªticos en Tallin o Riga vean en ellos la quinta columna del Kremlin. Y las l¨ªneas divisorias en pol¨ªtica a menudo las forman no los programas, sino la pertenencia a alguna de las etnias. Dicho fen¨®meno se puede observar claramente en Letonia, donde el a?o pasado el Partido de la Armon¨ªa (prorruso) gan¨® las elecciones, pero no pudo formar un Gobierno de coalici¨®n. Los partidos "de Letonia" lo a¨ªslan de forma muy eficaz.
El "campo de batalla" principal son los medios de comunicaci¨®n en idioma ruso. Para muchos de los rusos b¨¢lticos, los medios que emiten desde Mosc¨² son la principal fuente de informaci¨®n sobre el mundo. En enero, los ministros de Asuntos Exteriores de Lituania, Estonia, Dinamarca y Reino Unido reclamaron en una carta a los funcionarios de la UE que lucharan contra "el gran aumento de la propaganda rusa y la desinformaci¨®n".
Desde hace tiempo se habla de la creaci¨®n de una televisi¨®n en ruso, como alternativa a los canales de Mosc¨², que se emitir¨ªa desde la UE. Sin esperar a que ello suceda, los pa¨ªses b¨¢lticos subvencionan sus programas rusos. El a?o pasado, Lituania y Letonia suspendieron temporalmente la difusi¨®n de la televisi¨®n rusa estatal debido a las denuncias de propaganda.
Hasta hace poco, los pa¨ªses b¨¢lticos se ve¨ªan amenazados por la dependencia energ¨¦tica de Mosc¨². Sin embargo, a finales del a?o pasado, en Klaipeda se abri¨® una terminal para recibir el gas natural licuado, que les permitir¨¢ independizarse de Gazprom. Gracias a ¨¦l, Lituania ser¨¢ capaz de importar m¨¢s de 4.000 millones c¨²bicos de gas licuado, cantidad que satisfar¨¢ las tres cuartas partes de la demanda de los pa¨ªses b¨¢lticos de esta materia prima.
La nueva terminal de gas permiti¨® al presidente Grybauskaite declarar durante la visita en Kiev a finales de noviembre que no tiene miedo de Rusia, a la que llam¨® "Estado terrorista", y anunciar la entrega de armas a Ucrania.
Varios centenares de empresas lituanas de transporte se quedaron atrapadas en atascos en la frontera con la regi¨®n de Kaliningrado. Los funcionarios de aduanas rusos exig¨ªan documentos adicionales y retrasaban lo m¨¢ximo posible la entrada de los coches con matr¨ªcula lituana. La energ¨ªa est¨¢ dejando de tener importancia. "A d¨ªa de hoy, el elemento principal de presi¨®n sobre Vilna es el transporte", asegura el economista lituano Zygimantas Mauricas.
Parece que los lituanos, los letones y los estonios nunca se librar¨¢n del todo de las preocupaciones por las relaciones con el poderoso vecino.
Traducci¨®n: News Clips.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.