La UE convoca en Barcelona un foro mediterr¨¢neo sobre yihadismo

Los vecinos de Europa viven tiempos convulsos. En el Este, Rusia y Ucrania libran una guerra soterrada; en el Sur, la resaca de las primaveras ¨¢rabes y especialmente el conflicto sirio han desestabilizado toda la regi¨®n. La Uni¨®n Europea intenta estrechar lazos con los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo e implicarlos m¨¢s en la lucha contra el yihadismo, uno de los grandes objetivos de la pol¨ªtica europea. Para escenificar ese intento, Espa?a acoger¨¢ en abril un encuentro de alto nivel entre los ministros de Exteriores de la UE y sus hom¨®logos mediterr¨¢neos. Siria y Libia no est¨¢n invitados.

Europa pretende redise?ar la relaci¨®n que mantiene con los pa¨ªses del sur. Las primaveras ¨¢rabes, que la UE salud¨® como giro democr¨¢tico, y la descomposici¨®n posterior ¡ªcon Libia, Siria y Egipto como principales ejemplos¡ª han cambiado radicalmente el panorama en la regi¨®n mediterr¨¢nea. Urgidos por la amenaza terrorista que deriva de esas tensiones, Espa?a prepara, por encargo de Bruselas, una reuni¨®n para el 13 de abril en Barcelona, seg¨²n confirman a este diario varias fuentes diplom¨¢ticas y comunitarias. A la cita est¨¢n convocados ocho pa¨ªses de la zona, entre ellos Israel y Palestina.

La inestabilidad en el norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo ha impactado directamente en Europa. El fen¨®meno de los yihadistas europeos radicalizados por el conflicto que viven Siria e Irak ha provocado tres atentados en capitales europeas en menos de un a?o: uno en el museo jud¨ªo de Bruselas, en mayo de 2014, y dos m¨¢s recientes en Par¨ªs, a principios de enero. Los l¨ªderes europeos defienden que la situaci¨®n s¨®lo puede mejorar dialogando con los pa¨ªses de la regi¨®n. A esa cooperaci¨®n llaman la alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea, Federica Mogherini, el ministro espa?ol de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, y la presidencia letona de la UE en una carta de invitaci¨®n para Marruecos, Argelia, T¨²nez, Egipto, Israel, Palestina, Jordania y L¨ªbano.

A la cita faltar¨¢n precisamente los dos pa¨ªses m¨¢s afectados por las tensiones: Siria y Libia. Las fuentes consultadas explican que no existen autoridades con las que dialogar en ninguno de los dos territorios y que es preferible dejar esas sillas vac¨ªas. S¨ª se espera que acudan, en cambio, los jefes de la diplomacia de Israel y de Palestina, exponentes del mayor conflicto que vive la zona.

El club comunitario desarrolla desde 2004 la llamada pol¨ªtica de vecindad, que promueve la b¨²squeda de la democracia y el crecimiento en su entorno m¨¢s pr¨®ximo. Pero la tensi¨®n en el este, con la guerra de Ucrania, ha otorgado en el ¨²ltimo a?o m¨¢s relevancia a la asociaci¨®n oriental que a la mediterr¨¢nea. Para contrarrestar ese desequilibrio, y en plena conmoci¨®n por los ataques de Par¨ªs, el comisario de Vecindad, Johannes Hahn, encarg¨® el mes pasado a Espa?a que organizara este encuentro con los vecinos del sur.

La reuni¨®n de Barcelona devuelve el v¨ªnculo mediterr¨¢neo al lugar donde naci¨® hace 20 a?os. La UE lanz¨® en 1995 el llamado proceso de Barcelona, que promov¨ªa mayor democratizaci¨®n y desarrollo econ¨®mico de la franja situada al sur de Europa. La idea fue revitalizada en 2008 por el entonces presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, bajo el nombre de Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo y desde 2010 cuenta con una peque?a estructura permanente en Barcelona. Ninguno de esos intentos ha logrado sus objetivos principales.

Para evitar errores futuros, la UE pretende cambiar el modo de relaci¨®n con estos pa¨ªses. Los planes de desarrollo aplicados hasta ahora han resultado demasiado intervencionistas, admiten fuentes diplom¨¢ticas, con escasa participaci¨®n de los pa¨ªses concernidos. ¡°Se busca una lluvia de ideas para revisar a fondo la pol¨ªtica hacia nuestros vecinos del sur¡±, explica un alto cargo del servicio diplom¨¢tico comunitario. Las condiciones, adem¨¢s, resultan similares a las que se exigen a los pa¨ªses del este, cuando la situaci¨®n es completamente distinta: los vecinos orientales pueden tener en alg¨²n momento la perspectiva de integraci¨®n en la UE, por pertenecer a Europa, mientras los meridionales lo tienen descartado.