?ndice de aflicciones
Los pa¨ªses que provocan m¨¢s sufrimiento a sus ciudadanos, seg¨²n los c¨¢lculos del economista Hanke, son Venezuela y Argentina
Son hijas de la misma madre latina, pero miseria y misery no crecieron igual en espa?ol y en ingl¨¦s. La espa?ola acentu¨® su significado de pobreza extrema, penuria deprimente, mezquindad extraordinaria.
Misery se asocia menos a la privaci¨®n que a la abundancia pero de ansiedad, sufrimiento, tristeza, aflicci¨®n inapelable. Uno saca a alguien de la miseria (o sale de ella, como en el cuento X del Conde Lucanor), con alimentos, ropa, jab¨®n, agua y techo; otro saca a alguien de su misery mediante la eutanasia.
Cuando le¨ª el World Misery Index de 2014 qued¨® claro que no se trataba de un ranking de la pobreza por pa¨ªses sino de una suerte de ?ndice de Aflicciones: cu¨¢les son los pa¨ªses que provocan m¨¢s, o menos, sufrimiento cotidiano a sus ciudadanos.
Hay todo tipo de ¨ªndices comparativos entre naciones, desde los serios e importantes hasta los dudosos y triviales. ?ndices de corrupci¨®n, de desarrollo humano, de competitividad, de libertades generales y espec¨ªficas, de naciones que cooperan o no en la lucha contra el narcotr¨¢fico, de los lugares donde se mata m¨¢s y donde se mata menos¡
Los ¨ªndices tienen el elemento seductor de su pretensi¨®n de orden y precisan jerarqu¨ªa. Qui¨¦n es m¨¢s y qui¨¦n es menos corrupto, por ejemplo, desde el uno hasta el 178. Eso es debatible, trabajoso pero no imposible.
Sin embargo, ?c¨®mo se mide y compara la capacidad de un Estado de joderle la vida a sus ciudadanos? Esa es, por supuesto, la principal ocupaci¨®n de muchos gobiernos en este mundo, pero de observarlo a calibrarlo y ordenarlo hay una cierta distancia.
Resulta que el ?ndice de Aflicci¨®n Humana no es el trabajo de un fil¨®sofo tentado por el nihilismo sino el de un economista especializado en el comportamiento de divisas monetarias, sobre todo en sus patolog¨ªas; una suerte de detective econ¨®mico a la caza de hiperinflaciones ocultas, que no es un acad¨¦mico extravagante o marginal sino un full professor de la universidad Johns Hopkins, donde ense?a econom¨ªa aplicada, entre muchas otras cosas. Steve H. Hanke fue asesor econ¨®mico de Ronald Reagan y ha colaborado con un exasesor de Margaret Thatcher. Se le acredita haber puesto en pr¨¢ctica el concepto de privatizaci¨®n durante el Gobierno de Reagan. Es adem¨¢s un trader en fondos financieros y materias primas.
?Qu¨¦ puede saber un economista que muchos considerar¨ªan no solo situado a la derecha de Gengis Khan sino uno de los presumibles causantes de las miserias de hoy, sobre c¨®mo medir lo que quiz¨¢ ayud¨® a ocasionar? Lo cierto es que, a juzgar por su versatilidad en el trabajo y la producci¨®n intelectual, Hanke tiene una inteligencia original y audaz que, en este caso, se expresa en su m¨¦todo para medir, pa¨ªs a pa¨ªs, la aflicci¨®n de sus ciudadanos.
El sistema es simple: Hanke suma las tasas de desempleo, inflaci¨®n y costo del cr¨¦dito; y resta el crecimiento del PBI per capita de un a?o respecto del anterior. Esa es, sostiene Hanke, la llave diagn¨®stica para ordenar el ranking de sufrimiento de 108 pa¨ªses. Donde, como es natural, el peor encabeza y el mejor cierra la lista.
Los seis peores pa¨ªses en ese ?ndice de Aflicci¨®n son, de peor a menos malo, Venezuela, Argentina, Siria, Ucrania, Ir¨¢n y Brasil. Los seis mejores resultan ser (siendo el ¨²ltimo el mejor): Corea del Sur, Jap¨®n, Taiw¨¢n, China, Suiza y Brunei.
Le¨ª el ¨ªndice con la esperanza residual que guardamos todos desde la ni?ez en el m¨¦todo simple que resuelva problemas complejos: desde los 15 minutos diarios de la tensi¨®n din¨¢mica de Charles Atlas para dejar de ser un alfe?ique, hasta, bueno, las sumas de Hanke para medir la infelicidad. No es tan simple.
En la f¨®rmula de Hanke, por ejemplo, Uruguay ocupa el puesto 25 en el ranking deprimente (es decir, una de las peores 25 naciones en el mundo), con un Misery Index de 28.37; y Costa Rica est¨¢ muy cerca, en el puesto 30, con un Misery Index de 26.87. Mucho peor calificadas que, digamos, Ecuador, que est¨¢ en el puesto 73, con un M.I. de 13.73; o El Salvador, en el puesto 77, con 12.56 de M.I. es decir, m¨¢s de dos veces mejor, por lo supuestamente menos opresivo, que Uruguay y Costa Rica. Dif¨ªcil andar m¨¢s despistado.
Fallido y todo, recomiendo leer el ?ndice de Aflicci¨®n de Hanke. Tiene, junto con errores notables, aciertos interesantes. Espero que el Professor trabaje la f¨®rmula y de repente, liberando dogmas y experimentando categor¨ªas, encuentre la expresi¨®n simple que abra una ventana esta vez transparente, as¨ª sea a trav¨¦s de un ranking, a la condici¨®n humana.
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