Varoufakis con bufanda
El compromiso del ministro griego ven¨ªa envuelto en su prenda, compensaci¨®n tradicional al descaro sincorbatista
Pr¨®digas, estas ¨²ltimas 48 horas europeas. Contacto discreto, pero clave: entre el primer ministro griego Alexis Tsipras, y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Desemboc¨® en un comunicado de luz verde a los trabajos t¨¦cnicos para que los Diecinueve entren a saco, a perge?ar las bases de un renovado pacto Grecia-UE, el pr¨®ximo lunes: el reverso de los desacuerdos del mi¨¦rcoles.
Hay otra imagen, cordial. Orejas enrojecidas ¡ªBruselas no es Atenas¡ª, Alexis, el nuevo de la clase, saluda, muy cort¨¦s, a la se?u, Angela Merkel, de escorzo. Silabea ¡°I hope so¡±, as¨ª lo espero. Esperanza, algo m¨¢s que un modelo econom¨¦trico.
Pero la foto que se lleva la palma, pues lo preanuncia todo, es la de los ministros de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, y griego, Yanis Varoufakis, el mi¨¦rcoles. Resc¨¢tenla de la web. Dos altas autoestimas.
Sch?uble, el capit¨¢n de esta patrulla, sentado, en su silla de ruedas, s¨®lido, un deje inquieto aflorando a las comisuras de los labios, protege un artilugio tecnol¨®gico, trasunto de la competitividad indispensable. El atl¨¦tico griego, de pie, ligera inclinaci¨®n respetuosa ¡ªpero para nada sumisa¡ª, agarra un archivador de cart¨®n, lema de Administraci¨®n ?antigua, o delgada? De fondo, el int¨¦rprete-testigo, secundario Rosencrantz en la inversi¨®n de D¨¹rrenmatt sobre Hamlet, d¨¢ndole el estrellato.
Aunque enfrentados, se respetan. El veterano, al desenfadado profe de aire anglosaj¨®n. Pese a su rebeld¨ªa, sabe que entablar¨¢n debates de altura, un incentivo. Sch?uble ha dicho todo lo que el Norte dice: se respetar¨¢ lo pactado, los griegos deben responsabilizarse de su econom¨ªa sin comprometer recursos ajenos, la troika funcion¨®. Pero con ello pespuntea tambi¨¦n lo que no dice: en lo pactado cabe flexibilidad y modulaci¨®n; los europeos apoyar¨¢n m¨¢s a los griegos (tipos, plazos, margen para emergencias sociales) si estos se ayudan a s¨ª mismos; seguir¨¢ la supervisi¨®n, aunque sea con otro mecanismo.
Lo subray¨® ayer Merkel: todos apuestan a ¡°compromisos¡±.
El compromiso de Varoufakis ven¨ªa envuelto en su bufanda, dise?o kilt escoc¨¦s, Burberry cl¨¢sico. Compensaci¨®n tradicional al descaro sincorbatista. Ya abandon¨® la quita de la deuda (por canjes de emisiones), el fin de las privatizaciones (puerto de Atenas), el rechazo de controles (aunque sin tragar troikas). Y valid¨® el 70% de las condiciones del rescate (antes, asesino) y la disciplina presupuestaria (pero sin exagerar).
Si no han puesto en el cazo algunos grandes ingredientes para el consenso, es que mienten de cine. De palabra y con sus c¨¢lidos apretones de manos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.