La CIA premia al misterioso Ara?a
Muy pocos conocen la identidad del nuevo director del Servicio Nacional Clandestino
Se sabe muy poco de ¨¦l. Quienes lo conocen lo apodan Ara?a. Su nombre es Greg y ronda los 50 a?os. Tiene un espeso bigote y un cuerpo esbelto. Fue soldado y posee experiencia en acciones sobre el terreno. El resto son rumores, que han alimentado una cierta leyenda. Como la que asegura que salv¨® la vida al expresidente afgano Hamid Karzai. Desde finales de enero, este hombre misterioso -y que quiere seguir si¨¦ndolo- es el nuevo director del Servicio Nacional Clandestino, la rama oculta de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
Hasta entonces, Greg dirig¨ªa la Divisi¨®n de Actividades Especiales, la fuerza de ¨¦lite paramilitar de la CIA. Ahora se encarga de coordinar todas las actuaciones de espionaje de la agencia en el mundo. Es habitual que la instituci¨®n con sede en Langley (Virginia), a las afueras de Washington, no difunda la identidad de su esp¨ªa n¨²mero uno. Pero en ocasiones no logra evitar filtraciones, como sucedi¨® en 2013 con el predecesor de Ara?a: Frank Archibald, que dirigi¨® la divisi¨®n de la CIA en Am¨¦rica Latina, estuvo desplegado en ?frica y Pakist¨¢n, y se especula que particip¨® en una operaci¨®n encubierta que ayud¨® a derrocar al expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic.
Se llama Greg y la leyenda sostiene que salv¨® la vida al expresidente afgano Hamid Karzai en una explosi¨®n en 2001
La clandestina es una de las cuatro divisiones del organigrama de la CIA. Se cre¨® como tal en 2005 aunque sus funciones existen desde la fundaci¨®n de la agencia en 1947. Su misi¨®n es ¡°fortalecer los objetivos de seguridad nacional y pol¨ªtica exterior por medio de la recopilaci¨®n de inteligencia humana y acciones encubiertas¡±, seg¨²n detalla la agencia en su p¨¢gina web. El servicio clandestino est¨¢ organizado por ¨¢reas geogr¨¢ficas y tem¨¢ticas.
En el comunicado de nombramiento, la CIA describi¨® a su nuevo jefe de espionaje como uno de sus ¡°l¨ªderes m¨¢s talentoso y vers¨¢til¡± con una ¡°experiencia remarcable¡± y ¡°conocimiento de lo que se necesita para llevar a cabo con efectividad operaciones, incluso en las condiciones m¨¢s dif¨ªciles¡±.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Greg fue en dos ocasiones responsable de la oficina de la CIA en Afganist¨¢n. Numerosos testimonios sostienen que en diciembre de 2001 Ara?a se lanz¨® a proteger a Karzai, que a¨²n no era presidente de Afganist¨¢n, de la explosi¨®n provocada por un ataque con bombas lanzado accidentalmente por EE UU y en el que fallecieron tres norteamericanos. Otros, sin embargo, esgrimen que no actu¨® deliberadamente, sino que la fuerza de la detonaci¨®n lanz¨® a Greg sobre el pol¨ªtico afgano e hizo que ambos empezaran a rodar.
Es habitual que la CIA no revele la identidad del jefe de su divisi¨®n clandestina, que se cre¨® en 2005 aunque sus funciones existen desde la fundaci¨®n de la agencia en 1947
Fuera como fuera, el suceso uni¨® a ambos individuos. Greg se fragu¨® la confianza de Karzai y se erigi¨® en un actor clave en la convulsa transici¨®n afgana. En 2010, lo acompa?¨® en la reuni¨®n que celebr¨® en la Casa Blanca con el presidente Barack Obama. Y en 2012, cuando serv¨ªa nuevamente como jefe de la CIA en Kabul, el Gobierno de Washington le pidi¨® que intercediera para tratar de mejorar la maltrecha relaci¨®n con el l¨ªder afgano.
Archibald dimiti¨® a principios de enero como director del servicio clandestino al oponerse a la reorganizaci¨®n que contempla el m¨¢ximo responsable de la CIA, John Brennan. Y que podr¨ªa consistir en diluir las barreras actuales para hacer que analistas y agentes de la agencia trabajen juntos en microcentros dedicados a determinados asuntos.
Los partidarios aducen que el cambio mejorar¨ªa el conocimiento de los analistas sobre adversarios, como la red terrorista Al Qaeda; pero los detractores alegan que mermar¨ªa la independencia y especializaci¨®n de los agentes. Greg particip¨® el a?o pasado en el panel interno que evalu¨® posibles reformas en el seno de la CIA. Ahora, Brennan ha premiado a este misterioso agente ascendi¨¦ndolo a la c¨²pula.
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