¡°Est¨¦n preparados. Lo que nos prometieron, va a llegar¡±
El Gobierno de EE UU y las organizaciones de inmigrantes tratan de que no se quiebre la confianza de los indocumentados en la reforma migratoria
El mi¨¦rcoles, Alejandro N¨²?ez, mexicano de Guanajuato de 20 a?os que vive en el Este de Los ?ngeles, ten¨ªa planeado celebrar con sus padres que ya no puede ser deportado de EE UU. En vez de eso, estuvo revisando papeles y atendiendo a la prensa en la sede de una organizaci¨®n de ayuda a inmigrantes. ¡°La inmigraci¨®n no es un juego pol¨ªtico¡±, se quej¨®. La decisi¨®n de un juez federal de Texas de suspender de forma cautelar la aplicaci¨®n de la reforma migratoria parcial de Barack Obama ha dejado a m¨¢s de cuatro millones de inmigrantes en un limbo de espera para un sue?o que les hab¨ªan prometido para la primera mitad de este a?o. ¡°Este obst¨¢culo es un golpe bajo¡±, dec¨ªa N¨²?ez, que ten¨ªa su documentaci¨®n preparada para el mi¨¦rcoles.
El presidente Obama anunci¨® el pasado 20 de noviembre una medida ejecutiva para proteger de la deportaci¨®n a parte de los m¨¢s de 11 millones de indocumentados que hay en EE UU ante la negativa de los republicanos en el Congreso de negociar una reforma migratoria integral. El Partido Republicano, representado por el Gobierno de Texas y otros 25 estados, prometi¨® frenar la medida como fuera y el martes obtuvo una victoria moment¨¢nea en un tribunal federal de Texas.
En el caso de N¨²?ez, cumple los requisitos para entrar en el nuevo programa de protecci¨®n contra la deportaci¨®n a inmigrantes que llegaron al pa¨ªs siendo menores (DACA). La entrega de las solicitudes ten¨ªa que haber empezado este mi¨¦rcoles. Las de los inmigrantes con hijos estadounidenses tendr¨ªan que empezar en mayo, una fecha que tambi¨¦n est¨¢ en el aire. Las organizaciones de apoyo a los inmigrantes, sin embargo, han decidido seguir recogiendo documentaci¨®n e informando como si no hubiera pasado nada, como si fuera un simple retraso en las fechas.
El gesto de las organizaciones de apoyo a los inmigrantes, la ¨²nica ventanilla que tienen para ir a preguntar, tiene como objetivo que no se quiebre la confianza de los indocumentados en el proceso. Lo m¨¢s dif¨ªcil de la acci¨®n ejecutiva es lograr que personas que han vivido a?os o d¨¦cadas escondi¨¦ndose de la administraci¨®n, acepten ahora dar todos sus datos al Gobierno federal, con la confianza en que no van a ser deportados. El Partido Republicano llev¨® la acci¨®n ejecutiva a los tribunales y la decisi¨®n del juez de Texas de darles la raz¨®n envuelve ahora el proceso en la confusi¨®n.
¡°Eso es lo que tratan de hacer los republicanos¡±, afirma Angelica Salas, directora de la Coalici¨®n por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los ?ngeles (Chirla, en ingl¨¦s). ¡°Tratan de sembrar desconfianza, miedo e incertidumbre para que la gente no lo solicite. Es su t¨¢ctica para que el programa fracase¡±. Salas, acompa?ada de varios congresistas, pidi¨® el mi¨¦rcoles que los afectados se tomen esto como un mero contratiempo.
No est¨¢ claro a¨²n si revertir el fallo judicial, por medio de un recurso ante la Corte de Apelaciones, llevar¨¢ semanas o meses. Seg¨²n la abogada Karen Tumlin, del Centro Legal Nacional de Inmigraci¨®n (NILC), es posible que se pida el levantamiento de la restricci¨®n por v¨ªa de urgencia. Mientras, pol¨ªticos dem¨®cratas que apoyan la reforma migratoria llamaron a los inmigrantes a seguir confiando en el proceso y reunir su documentaci¨®n, en actos similares al de Los ?ngeles en Arizona, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York o Texas que van a seguir hasta el domingo. En California, el estado con m¨¢s inmigrantes y dominado por los dem¨®cratas, el fallo judicial fue rechazado p¨²blicamente en distintos comunicados por el gobernador, la fiscal general, el presidente del Senado y el alcalde de Los ?ngeles.
Entre los que esperaban haber iniciado el mi¨¦rcoles el camino a una vida civil normal estaban los hermanos Erika y Alejandro ?lvarez, con dos carpetas enormes llenas de documentaci¨®n que ha quedado temporalmente inservible. Llegaron por la frontera cuando ten¨ªan 11 a?os, hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, y en este tiempo no ha habido otra oportunidad. Han pasado a?os guardando documentos con la confianza de que algo as¨ª llegar¨ªa. No se sent¨ªan desanimados: ¡°Vamos a seguir (con la solicitud) como si no pasara nada¡±. Tambi¨¦n estaba Iveth Mercado, de 36 a?os, que dijo: ¡°Est¨¦n preparados. Eso que nos prometieron, va a llegar¡±.
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