Europa acepta el plan de reformas de la Grecia de Alexis Tsipras
La Comisi¨®n, el BCE y el FMI aprueban con reservas la lista de reformas de Atenas
El kairos, el momento propicio, lleg¨® al fin para Grecia despu¨¦s de cuatro semanas de ¨®rdago. El Gobierno de Alexis Tsipras present¨® la lista de reformas a la que se comprometi¨® el pasado viernes para certificar el acuerdo de ampliaci¨®n de la ayuda financiera hasta junio. Y Europa y el FMI arroparon este martes, con considerables reservas, el esfuerzo de Atenas, que cedi¨® de nuevo en algunos puntos pero mostr¨®, a la vez, una considerable ambici¨®n al mantener varias de las controvertidas promesas de Tsipras. No hab¨ªa tiempo para m¨¢s jaleos: Atenas y los socios evitan as¨ª un accidente y Grecia gana tiempo, pero lo que le espera por delante se parece m¨¢s a una carrera de obst¨¢culos que a un camino de rosas.
Tras el implacable acuerdo del viernes, los ministros de Finanzas de la eurozona rebajaron varios pelda?os el grado de dureza y dieron su visto bueno a ese listado, redactado con calculada ambig¨¹edad, tras la primera opini¨®n favorable ¡ªpero ni mucho menos concluyente¡ª del FMI, el BCE y la Comisi¨®n Europea, el tr¨ªo de instituciones anteriormente conocido como troika. El Eurogrupo fue corto, fugaz. Los ministros despacharon la lista en apenas una hora, algo inaudito para los est¨¢ndares continentales. Todo estaba atado y bien atado: cualquier final distinto hubiera provocado un l¨ªo en los mercados, que ni Grecia ¡ªcon el agua al cuello en los planos fiscal y financiero¡ª ni los socios pod¨ªan permitirse.
La carta de Atenas
La lista de reformas propuestas por Grecia incluye cambios en el IVA para luchar contra la evasi¨®n fiscal y, en general, se pone el acento en la lucha contra el fraude en los impuestos.
El Gobierno se compromete a crear un consejo fiscal independiente, y a introducir medidas de ahorro en el 56% del gasto que no afecta a pensiones ni a sueldos.
Se pretende reducir las prejubilaciones e introducir un esquema de renta b¨¢sica garantizada para desincentivar la jubilaci¨®n anticipada.
La lucha contra la corrupci¨®n se ve como "una prioridad nacional" y se subraya la necesidad de luchar contra el contrabando de tabaco y carburante.
La novedad fue que, a diferencia del pacto de la semana pasada ¡ªen el que Grecia tuvo que aceptar todas y cada una de las condiciones europeas¡ª Atenas dio esta vez una de cal y otra de arena y no sali¨® tan mal parada del envite. Complaci¨® buena parte de las peticiones del Eurogrupo al retirar definitivamente algunas de sus medidas m¨¢s radicales. Y a la vez se concedi¨® a s¨ª misma algo de espacio para acometer el gasto social m¨¢s acuciante y no apearse de algunas de sus promesas. Atenas y los socios se dan as¨ª unas semanas de tranquilidad. No demasiadas: hasta la revisi¨®n del programa por parte de la troika y, sobre todo, hasta la apertura de las negociaciones para el tercer rescate, que debe estar listo en junio.
Nada es sencillo con Grecia. Ni siquiera tras redondear un acuerdo que fue saludado con hurras en los mercados se libr¨® Atenas de alg¨²n que otro tir¨®n de orejas. El FMI y el BCE mostraron ciertos reparos por la falta de concreci¨®n, por la ausencia de cifras y detalles imprescindibles que se negociar¨¢n en adelante. Y en el Eurogrupo telef¨®nico no fue Alemania sino Irlanda y Espa?a quienes recogieron esas dudas y se mostraron especialmente duros: ¡°Nunca vi un apoyo con tantos caveats [advertencias]¡±, afirm¨® tajante el espa?ol Luis de Guindos durante la reuni¨®n, seg¨²n relat¨® a este diario uno de los ministros.
Europa no desembolsar¨¢ un solo euro hasta el pr¨®ximo mayo
El ministro griego Yanis Varoufakis trat¨® de aplacar los recelos, pero la desconfianza entre Grecia y los socios apareci¨® hasta el ¨²ltimo d¨ªa. Atenas cumpli¨® su parte tras sudar sangre para alcanzar el pacto la semana pasada, y envi¨® un listado de sus pr¨®ximas reformas en el que hay un poco de todo. Tsipras pone el acento en la reforma fiscal y de la Administraci¨®n P¨²blica, en la lucha contra el fraude y la evasi¨®n de impuestos, y concede alguna medida impopular como una reforma laboral que har¨¢ m¨¢s f¨¢ciles los contratos temporales y puede debilitar la negociaci¨®n colectiva. Pero a la vez sigue adelante con algunas de sus promesas con la ayuda de un texto que reh¨²ye deliberadamente bajar a la arena de los detalles. La izquierda de Syriza mantiene un aumento ¡ªprogresivo¡ª del salario m¨ªnimo. Se permite cierto gasto social para la emergencia humanitaria (alimentos, energ¨ªa y sanidad universal), pero sin poner en peligro la estabilidad presupuestaria. Suaviza el programa de privatizaciones. Y mantiene una l¨ªnea de defensa legislativa antidesahucios.
Quedan varios cap¨ªtulos por delante y hay que ponerle el cascabel al gato. El Eurogrupo subraya una y otra vez que puede haber flexibilidad en el programa, pero eso incluye presentar una nueva medida cada vez que se quiera tumbar una de las reformas incluidas en las condiciones del programa. Quedan cuatro meses por delante y en ese periodo Atenas tendr¨¢ que especificar los detalles de esa lista y llegar a un acuerdo ¡°muy dif¨ªcil¡±, a juicio del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, con los acreedores.
La carta de la jefa del FMI, Christine Lagarde, suger¨ªa este martes que nada de eso ser¨¢ sencillo. Y Dijsselbloem dej¨® tan claro que la lista ¡°es un primer paso positivo¡± como que los socios van a estar muy encima de Grecia. Europa no desembolsar¨¢ un solo euro hasta mayo, y eso si la vieja troika ve con buenos ojos los progresos en Atenas. Los socios dar¨¢n algo de margen fiscal, pero siempre que Grecia no se desv¨ªe ni un ¨¢pice de sus compromisos. Y all¨¢, al fondo, se adivina un nuevo debate espinoso en cuanto el debate sobre la deuda vuelva emerger: Grecia quiere un canje por bonos perpetuos o ligados al crecimiento, y los socios apenas conceden margen para un cierto alivio en los intereses y los plazos de devoluci¨®n. Y siempre que Grecia presente super¨¢vits fiscales (que ahora no tiene) y cumpla con ¨¦xito todas y cada una de las condiciones, asever¨® Dijsselbloem en el Parlamento. El d¨ªa dej¨® un cambio de aires: Dijsselbloem, por primera vez, fue constructivo con Grecia, duro pero no implacable; y fue asimismo cr¨ªtico con los ministros: ¡°Grecia va en serio. Y el Eurogrupo debe mostrar tambi¨¦n determinaci¨®n pol¨ªtica¡±.
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