Syriza intenta cerrar heridas
Tsipras se vuelca en una estrategia para atajar cr¨ªticas y recuperar la iniciativa de Gobierno
Una vez recuperado el aliento con el pl¨¢cet del Eurogrupo, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se dedic¨® este martes a la diplomacia de las distancias cortas: nada de contactos internacionales de alto nivel, s¨ª en cambio mucho cabildeo dom¨¦stico, en una reuni¨®n con el grupo parlamentario de su partido a la que seguir¨¢, este mi¨¦rcoles, otra del m¨¢ximo ¨®rgano de Syriza. Objetivo principal: analizar los resultados del acuerdo, pero tambi¨¦n, sotto voce, cerrar las fisuras abiertas en la formaci¨®n por la supuesta "rendici¨®n" del Ejecutivo y el te¨®rico abandono de sus promesas electorales. Las duras cr¨ªticas de los partidos de oposici¨®n a la extensi¨®n del rescate pasaron por tanto desapercibidas ¡ªpese a acusar al Ejecutivo de devolver el pa¨ªs al pasado¡ª, ante el inter¨¦s suscitado por el frente abierto en Syriza.
La primera gesti¨®n de Tsipras fue m¨¢s bien simb¨®lica: una visita al compositor Mikis Theodorakis, un hist¨®rico de la izquierda griega que este fin de semana inst¨® al Ejecutivo a responder con un firme oxi (no, en griego) a los nein de Berl¨ªn hacia Atenas (otra imagen simb¨®lica: una de las dos fiestas nacionales del pa¨ªs es, precisamente, el D¨ªa del No, que conmemora la negativa griega ante el ultim¨¢tum de rendici¨®n de la Italia fascista durante la II Guerra Mundial). El encuentro de Tsipras y Theodorakis sirvi¨® para transmitir una sinton¨ªa extrapolable a otros frentes. "Eres un luchador, y como combatiente veterano, sabes bien que en una negociaci¨®n se precisan estrategia y cabeza para no caer en las trampas del adversario", dijo el primer ministro, como aviso a otros navegantes. "Lideras un Gobierno que es muy popular y eres el encargado de expresar la voluntad del pueblo griego. Estamos muy cerca", concedi¨® el compositor.
Aunque Theodorakis no es miembro de Syriza, la reconciliaci¨®n enviaba un mensaje claro a otros huesos m¨¢s duros de roer en las filas del partido, entre ellos media docena de cargos electos y un par de miembros del Ejecutivo, adem¨¢s de una figura tot¨¦mica, el eurodiputado Manolis Glezos, la voz m¨¢s cr¨ªtica con el Gobierno de Atenas (y que ya hab¨ªa tenido sus m¨¢s y sus menos con Tsipras durante el proceso de constituci¨®n del partido, antigua coalici¨®n de grupos de izquierda, en 2012). "No descartamos que en los pr¨®ximos d¨ªas se produzca con Glezos alg¨²n contacto similar al de hoy martes [con Theodorakis]", explicaban esta tarde fuentes de Syriza; "la visita a Theodorakis es simb¨®lica, pero Glezos es militante del partido y cargo electo, adem¨¢s de una referencia moral e hist¨®rica indudable, de ah¨ª que sus cr¨ªticas revistan mucha mayor importancia. Pero con el acuerdo del Eurogrupo estamos convencidos de que se disipar¨¢n todos estos nubarrones; es un respiro, ahora el Gobierno puede empezar a gobernar tras tres semanas supeditadas a las negociaciones", a?ad¨ªan estas fuentes, que declinaron pronunciarse sobre las cr¨ªticas de otros miembros de Syriza.
La clave de la cuesti¨®n est¨¢ en una importante facci¨®n del partido llamada Plataforma Izquierda, que controla alrededor del 30% de los ¨®rganos de decisi¨®n del mismo y que en su d¨ªa suscit¨® el debate euro-dracma. Su l¨ªder, Panayotis Lafazanis, se sienta en el Ejecutivo como superministro de Reconstrucci¨®n Productiva, Medio Ambiente y Energ¨ªa, y como tal ha rechazado que vayan a reactivarse las privatizaciones (algo que grosso modo se recoge en la lista de reformas aprobada hoy martes).
Lafazanis, como ministro, mide m¨¢s sus palabras, aunque quepa sobrentender su incomodidad. Pero el profesor del King¡¯s College de Londres Stazis Kubelakis, militante de esa misma facci¨®n y miembro del comit¨¦ central de Syriza, avisaba este fin de semana en un portal de informaci¨®n de que el partido de Alexis Tsipras "se dirige hacia un fracaso posiblemente fatal. La acci¨®n del Gobierno y su capacidad para aplicar su programa han quedado neutralizadas por este acuerdo". Kubelakis no atribuye a nadie en concreto la responsabilidad: "El fracaso ata?e a todos por igual. El ala izquierda no ha sabido imponer su punto de vista. Y ahora al Gobierno no le queda otra salida que gestionar el rescate".
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