Diego Lagomarsino: ¡°No s¨¦ por qu¨¦ no est¨¢n mis huellas en la pistola¡±
Entrevista con el inform¨¢tico que prest¨® el arma al fiscal Nisman
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El inform¨¢tico Diego Lagomarsino, de 38 a?os, es el ¨²nico imputado en la investigaci¨®n sobre la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman. Lo est¨¢ por prestarle el arma que terminar¨ªa con su vida el pasado 18 de enero, cuatro d¨ªas despu¨¦s de haber denunciado a la presidenta por encubrimiento de terroristas. La entrevista se celebra en el despacho de su abogado, Maximiliano Rusconi.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo y c¨®mo conoci¨® al fiscal Nisman?
Respuesta. Fue a trav¨¦s de un amigo com¨²n, no recuerdo cu¨¢ndo. Alberto ten¨ªa un problema en su computadora personal. Fui a su casa y quedamos ligados a trav¨¦s de una relaci¨®n comercial.
P. ?En qu¨¦ momento comienza su contrato con la fiscal¨ªa de la causa AMIA [que investigaba el atentado de 1994 frente a la Asociaci¨®n Mutual Israelita Argentina]?
R. A mediados de 2007.
P. Su salario de 40.000 pesos mensuales [unos 4.000 euros en el mercado oficial], sin necesidad de acudir a la fiscal¨ªa, fue muy cuestionado. ?En qu¨¦ consist¨ªa su trabajo?
R. En asistir a Alberto Nisman en todo lo que relativo a IT [tecnolog¨ªa de la informaci¨®n]. Puntualmente a ¨¦l, no a la fiscal¨ªa. Inicialmente yo iba a trabajar para la fiscal¨ªa, pero ¨¦l me dijo: ¡°No, vos vas a trabajar para m¨ª¡±. Se habl¨® mucho de si yo cobraba 40.000 pesos por hacer copias de resguardo. Pero en realidad, sistemas no es solamente hacer resguardos. Alberto no era una persona f¨¢cil. No era tampoco una mala persona, al contrario. Pero ¨¦l quer¨ªa la cosas ya, en el momento. Y yo soy un obsesivo del trabajo. Cuando Alberto dec¨ªa que no confiaba en las dos personas [inform¨¢ticos] que trabajaban en la fiscal¨ªa, hoy me doy cuenta de que no es que no confiara profesionalmente, sino que era un tema de respuestas. Y si te llamo, est¨¢s.
P. ?Cu¨¢ntas veces lo llamaba?
R. A veces muy seguido; otras, dos o tres veces al mes.
P. La presidenta, Cristina Fern¨¢ndez, aludi¨® hasta cuatro veces en un discurso a su relaci¨®n ¨ªntima con Nisman. ?En qu¨¦ consist¨ªa esa intimidad?
R. Preg¨²ntele a Cristina. No s¨¦ qu¨¦ es una relaci¨®n ¨ªntima. Uno, cuando tiene una relaci¨®n de tanto tiempo, no es un amigo ni tampoco es un jefe. Si la presidenta se refiri¨® a una relaci¨®n homosexual, confirmo que no. Lo que a m¨ª me molesta de eso es que en el medio hay otras personas. Mis hijos son muy chiquitos, pero Alberto tiene una hija m¨¢s grande.
P. Usted le ense?¨® a Nisman c¨®mo manipular la pistola. Pero no se encontraron rastros de usted en el arma. ?A qu¨¦ cree que se debe?
R. No lo s¨¦. Deber¨ªan estar mis huellas.
P. ?La limpi¨® usted antes de entreg¨¢rsela?
R. No. Deber¨ªan estar. Los motivos t¨¦cnicos no los conozco.
P. ?Por qu¨¦ ten¨ªa un arma?
R. La hered¨¦ en 2002. Vino por medio de un familiar y yo quer¨ªa comenzar a tirar. La realidad es que la us¨¦ dos veces en esa ¨¦poca y estaba en desuso.
P. Nisman le pidi¨® la pistola para proteger a sus hijas, dijo usted. Pero sus hijas se encontraban entonces en Espa?a. ?Usted pens¨® que hab¨ªa cierta contradicci¨®n en sus palabras?
R. Yo me enter¨¦ por la fiscal de que las hijas no estaban. M¨¢s all¨¢ de lo que me dice mi psic¨®loga para que deje de pensar en lo que tendr¨ªa que haber hecho y no hice, yo trato de buscar cositas que me digan qu¨¦ paso. Y digo: le tendr¨ªa que haber dicho a Alberto, si hubiera sabido que las hijas no estaban, ¡°Alberto, tus hijas no est¨¢n¡±. Respuesta inmediata de Alberto: ¡°Est¨¢n ahora en viaje, llegan esta noche¡±. Imagino que si la misi¨®n de ¨¦l era obtener eso, ¨¦l lo iba a obtener.
P. ?Le habl¨® Nisman de su denuncia?
El 18 de enero muri¨® Nisman y muri¨® el Diego Lagomarsino que yo era
R. Me habl¨® seis o siete meses atr¨¢s. Un d¨ªa me muestra un expediente y dice: ¡°Esta es la denuncia que estoy haciendo contra la presidenta¡±. Le dije: ¡°?Te vas a meter contra la presidenta?¡± Y me dice: ¡°?Y vos tambi¨¦n me vas a empezar a decir esas cosas? ?Estoy podrido de la gente que me dice que estoy loco!¡±.
P. ?Usted cree en la hip¨®tesis del suicidio, en el suicidio inducido o en el asesinato?
R. Ahora yo siempre pienso en las tres. Y todas se me mezclan. Cuando pienso en una, est¨¢ la otra. Recuerdo una noche que estuve mucho tiempo sin dormir, que me acostaba y me quedaba mirando el techo. Estuve as¨ª unos 10 o 15 d¨ªas. Y una noche dije: ¡°Alberto: si pod¨¦s, aparecete y decime qu¨¦ pas¨®¡±. Yo creo mucho en las se?ales. Pero no hubo se?al.
P. ?C¨®mo valora que su amigo lo involucrase en esta situaci¨®n?
R. Por momentos pienso: si fue un suicidio ¨¦l se pod¨ªa haber suicidado delante de m¨ª. Pero ah¨ª se me empiezan a mezclar las cosas. Por momentos me sent¨ª defraudado y pens¨¦: ¡°?Por qu¨¦ me metiste en este tema?¡±. Despu¨¦s vas escuchando otras versiones. La verdad es que yo lo perdon¨¦. El d¨ªa de la marcha (en honor a Nisman, el pasado 18 de febrero) yo le dije a una persona que lo iba a homenajear a mi forma. Yo hac¨ªa 24 a?os que no me confesaba. Y estuve con un cura cuatro horas hablando del tema. Y fui a pedirle por ¨¦l no por m¨ª. Porque si pas¨® lo que pas¨®¡
En ese momento, Lagomarsino se quiebra y la grabaci¨®n se interrumpe para continuar despu¨¦s.?
R. El cura me dijo: "Si fue as¨ª, Dios lo perdon¨®". En ese momento me saqu¨¦ una mochila que no me dejaba caminar.
P. ?Por qu¨¦ decidi¨® no ir a la marcha?
R. Yo no soy nadie. Soy un grano de arena en el desierto metido 40 metros bajo tierra. Ir a la marcha habr¨ªa sido quitarle protagonismo a Alberto.
Alberto era el toro de Wall Street de NY vivo. Era un tipo con cojones
P. ?Se arrepiente de haber escrito un tuit en que insultaba a la presidenta el 8 de septiembre de 2013?
R. Fue un momento diferente. En ese momento, cuando se hablaba que en Argentina no hab¨ªa inseguridad, a mis padres en diez d¨ªas les roban tres veces y les golpean dos.
P. ?Vio a Nisman intranquilo la ¨²ltima vez?
R. Alberto ten¨ªa dos estados de ¨¢nimo normalmente: arriba y abajo. Muy euf¨®rico y a los diez minutos tranquilo. El ¨²ltimo d¨ªa lo vi tranquilo.
P. ?Ha hablado con la exesposa de Nisman?
R. No. No s¨¦ si estoy preparado para enfrentarme a eso ?Qu¨¦ le iba a decir? ?Le iba a pedir perd¨®n? ?Vos ten¨¦s amigos? ?Hubieras hecho lo mismo por un amigo [prestarle la pistola] o por un jefe que te dice necesito esto? No con el diario de hoy, obviamente. A todas las personas que le pregunto esto se quedan pensando o me dicen que s¨ª.
P. ?C¨®mo era Nisman?
R. Era el toro de Wall Street de Nueva York vivo. Era un tipo con cojones. Yo me acuerdo que cuando termin¨¦ la tesis en 2011 puse a varias personas en agradecimientos y entre ellos, a Alberto Nisman porque me ense?¨® que ahora es ya.
P. ?Hay algo que le gustar¨ªa resaltar?
R. En cuanto a las tres hip¨®tesis¡ Suicidio, suicidio inducido o asesinato. A Alberto le cambiaba todo cuando hablaba de sus hijas. Entonces, si no pens¨® en ellas, ?qu¨¦ va a pensar en Diego? Despu¨¦s pienso en el asesinato. Y, la verdad, no s¨¦ qu¨¦ fue. Pero el 18 de enero muri¨® Nisman y muri¨® el Diego Lagomarsino que yo era.
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