La ¨¦lite china quiere hijos americanos
Una macrorredada de inmigraci¨®n pone el foco en la industria del 'turismo de maternidad' Miles de chinas viajan a parir a Los ?ngeles para que sus hijos sean ciudadanos de EE UU
El pasado 17 de febrero, en el aeropuerto internacional de Los ?ngeles, una ciudadana china llamada Ying Chen y su marido, Fei Wang, trataban de convencer a un agente de aduanas de que ven¨ªan a California de turismo a celebrar el a?o nuevo chino con los padres de ¨¦l. Ella estaba embarazada. ?Y qu¨¦ pasa si se pone de parto?, pregunt¨® el agente. Se quedar¨ªan en casa del padre de ¨¦l en Corona, una ciudad del ¨¢rea de Los ?ngeles, explicaron. Hab¨ªan declarado que llevaban 10.000 d¨®lares encima. Cuando les registraron el equipaje, hallaron 30.000 d¨®lares en efectivo. Al revisar su solicitud de visa de turista, se dieron cuenta de que ella no hab¨ªa dicho que estaba embarazada cuando la pidi¨®. El agente les pregunt¨® hasta tres veces cu¨¢l era el verdadero motivo de su viaje. La pareja confes¨® all¨ª mismo que eran clientes de una empresa llamada Star Baby Care, que el ¨²nico motivo del viaje era parir en Estados Unidos y que la casa de Corona no exist¨ªa, sino que iban a un piso en Rowland Heights proporcionado por esa empresa.
As¨ª se cuenta en el informe policial hecho p¨²blico el martes por la ma?ana, al tiempo que decenas de agentes federales de aduanas entraban en al menos 20 casas y edificios de apartamentos en Rowland Heights y otras tres localidades a las afueras de Los ?ngeles. All¨ª encontraron mujeres chinas embarazadas o con beb¨¦s reci¨¦n nacidos. Era el resultado de tres investigaciones distintas de la Polic¨ªa de Fronteras contra empresas que se dedican al?turismo de maternidad. Por un precio entre 15.000 y 50.000 d¨®lares, arreglan el visado de turista a embarazadas chinas, las entrenan sobre la forma de comportarse en la aduana, las alojan entre tres y cuatro meses y las llevan a dar a luz a un hospital de Los ?ngeles. El precio depende del lujo del servicio y el alojamiento, y puede incluir extras como jornadas de compras o visitas a Disneyland durante la larga espera.
El resultado de la inversi¨®n es un hijo con pasaporte de Estados Unidos, ya que este pa¨ªs reconoce la nacionalidad autom¨¢ticamente a cualquier ni?o nacido en su territorio. La p¨¢gina web de una de las empresas investigadas, You Win USA, ofertaba a sus clientes los siguientes beneficios, seg¨²n se lee en la investigaci¨®n policial: ¡°Los ciudadanos de EE UU tienen grandes oportunidades de becas¡±; ¡°13 a?os de educaci¨®n gratuita desde el colegio hasta el instituto¡±; ¡°menos contaminaci¨®n¡±; ¡°pensiones: despu¨¦s de 10 a?os de pagar impuestos, disfrute de ingresos por jubilaci¨®n de por vida entre 700 y 1.200 d¨®lares al mes¡±. Mientras los norteamericanos compran manufacturas?made in China, los chinos compran derechos sociales y oportunidades made in USA.
Seg¨²n la investigaci¨®n, los clientes de estas redes son familias de la clase media alta china. El pasaporte norteamericano es la garant¨ªa de una salida si el ni?o no logra abrirse camino en el ultracompetitivo mundo empresarial chino. Pero adem¨¢s, cuando tenga 21 a?os puede pedir la residencia permanente en EE UU para el resto de su familia. La Enmienda 14 de la Constituci¨®n, que garantiza la nacionalidad a cualquier nacido en el pa¨ªs, es muy discutida por el ala dura antiinmigraci¨®n del pa¨ªs. Las madres chinas no tienen ninguna intenci¨®n de vivir en EE UU o pagar impuestos aqu¨ª, solo quieren la nacionalidad para su hijo, que se beneficiar¨¢ de ella como quiera.
El negocio se mueve en una frontera legal difusa que hace muy dif¨ªcil su persecuci¨®n. En realidad, todos los pasos que dan las embarazadas son legales. La megarredada del martes no lev¨® ni a una sola detenci¨®n. Las madres chinas que abrieron las puertas de decenas de apartamentos a los agentes solo vinieron a confirmar la veracidad de las tres extensas investigaciones. Algunas de ellas han pasado a ser testigos de las mismas. Los delitos que intenta probar el Departamento de Seguridad Nacional tienen que ver con mentir en la solicitud del visado, conspiraci¨®n para enga?ar a las autoridades y el supuesto fraude fiscal y ocultaci¨®n de cuentas por parte de los l¨ªderes de las tramas, que funcionan con efectivo o cheques de viaje. No se busca prohibir tener un hijo en EE UU, sino la trama para enga?ar al respecto y cobrar por ello.
Empresas como YouWinUSA, Star Baby Care o USA Happy Baby, las tres investigadas en la operaci¨®n del martes, recomiendan a sus clientas llegar a EE UU entre la semana 24 y la 30 de embarazo. Lo m¨¢s importante para eludir preguntas dif¨ªciles es que el agente de aduanas no se d¨¦ cuenta de que est¨¢n embarazadas, por lo que tambi¨¦n aconsejan la forma de vestirse y ocultar el vientre. Mejor programarlo para llegar en invierno, de forma que est¨¦ justificado llevar mucha ropa encima.
No es f¨¢cil poner cifras al fen¨®meno. En su web, Star Baby Care presume de ser el pionero en el negocio y de haber sido fundado en 1999 en Los ?ngeles. Desde entonces ha dado servicio a 8.000 embarazadas, 4.000 de ellas chinas, afirma, y es solo una m¨¢s en un negocio al parecer muy competitivo. Un reciente art¨ªculo de CNN citaba a medios chinos para afirmar que solo en 2012 unas 10.000 mujeres chinas hab¨ªan dado a luz en EE UU, m¨¢s del doble que las 4.200 del a?o anterior. El Center for Immigration Studies afirma que, de los m¨¢s de 300.000 ni?os nacidos de extranjeros cada a?o en EE UU, 40.000 son de turistas que han venido con el ¨²nico prop¨®sito de dar a luz y lograr la nacionalidad para su beb¨¦.
Una visita a estos apartamentos da una idea de la vida que llevan las embarazadas chinas de vacaciones en los suburbios de Los ?ngeles. El pasado viernes, el complejo de apartamentos The Reserve, en Rancho Cucamonga, continuaba abierto como si no hubieran pasado por all¨ª los agentes federales. Un entorno impoluto, con ambiente de urbanizaci¨®n de playa sin playa. Es un complejo cerrado, del que entran y salen constantemente coches de alta gama conducidos por asi¨¢ticos. Alrededor, un centro comercial con restaurantes y tiendas. Los empleados se negaron a hacer cualquier declaraci¨®n.
En las investigaciones se detalla c¨®mo la aduana del aeropuerto internacional de Los ?ngeles ya est¨¢ alerta desde hace un par de a?os para detectar el fraude, por lo que las empresas empiezan a desviar a sus clientes a otros aeropuertos de entrada, como Hawaii o Las Vegas. Una vez que han pasado la aduana, el destino de todos es el mismo: una casa de apartamentos al sur de Los ?ngeles. En uno de los casos, la organizaci¨®n intenta meter a la mujer en EE UU con un historial laboral falso. La empresa no sabe que est¨¢ hablando con un agente encubierto cuando le dice: ¡°Si tu prima es guapa y la historia es convincente, las posibilidades de ¨¦xito en la entrevista del visado son muy altas¡±.
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