El apoyo brit¨¢nico a un proyecto chino agita el orden financiero global
Londres se incorpora a un banco internacional impulsado por Pek¨ªn
La Casa Blanca ha expresado su preocupaci¨®n sobre la decisi¨®n de Reino Unido de participar en la creaci¨®n de una nueva instituci¨®n financiera impulsada por China, el Banco Asi¨¢tico de Inversiones en Infraestructuras (AIIB, en sus siglas en ingl¨¦s), que Washington teme que aspire a competir con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Desarrollo Asi¨¢tico.
¡°Nos preocupa la tendencia [de Reino Unido] hacia el acuerdo constante con China, que no es la mejor manera de enfrentarse a una potencia emergente¡±, ha declarado un oficial estadounidense al Financial Times. Washington conf¨ªa en que su socio, al convertirse en la primera potencia del G-7 que participa como socio fundador de la nueva instituci¨®n financiera, utilice su influencia para ¡°asegurar la adopci¨®n de est¨¢ndares altos¡±. ¡°Tenemos preocupaciones, despu¨¦s de muchas conversaciones, sobre si el AIIB cumplir¨¢ estos est¨¢ndares, sobre todo en lo relativo a la gobernanza y las exigencias medioambientales y sociales¡±, ha declarado Patrick Ventrell, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, al Wall Street Journal.
Pilar de la alternativa
El Banco Asi¨¢tico de Inversi¨®n en Infraestructuras (AIIB) es, junto con el Nuevo Banco de Desarrollo o banco de los BRICS, la pieza m¨¢s s¨®lida hasta ahora de los planes chinos para establecer una alternativa al sistema financiero internacional actual. El banco tendr¨¢ su sede en Pek¨ªn, donde est¨¢ previsto que comience sus operaciones a finales de este a?o.
Su misi¨®n principal ser¨¢ la financiaci¨®n de obras de infraestructura en los pa¨ªses participantes, una de las grandes necesidades de Asia. El Banco Asi¨¢tico de Desarrollo (BAD) las cifra en ocho trillones de d¨®lares para la pr¨®xima d¨¦cada, una cifra inasumible para las econom¨ªas emergentes en la regi¨®n.
Presentado el pasado octubre con 21 participantes iniciales, desde entonces se han agregado media docena m¨¢s, a los que ahora se sumar¨¢ el Reino Unido. Cuenta con un capital suscrito de 50.000 millones de d¨®lares y 100.000 millones autorizados. China se ha ofrecido a aportar hasta la mitad del capital. EE UU teme que el nuevo banco pueda hacer sombra al BAD, cuya misi¨®n principal es la erradicaci¨®n de la pobreza pero cuyos proyectos se acaban dedicando en buena parte a las infraestructuras, y que el nuevo banco diluya los est¨¢ndares de cr¨¦dito que rigen en el BAD y otras instituciones similares
El AIIB, lanzado por China el pasado octubre, cuenta con un capital de 50.000 millones de d¨®lares y est¨¢ dise?ado para financiar proyectos de infraestructura en la regi¨®n del Pac¨ªfico Asi¨¢tico. Se trata de una de las cuatro instituciones fundadas o propuestas por Pek¨ªn para poner en marcha un sistema fiananciero internacional alternativo al creado despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial y dominado por Washington. Estados Unidos, que ha tratado de persuadir a sus aliados para no unirse al proyecto, lo ve como un instrumento de China para extender su poder en la regi¨®n.
El proyecto del AIIB nace de la frustraci¨®n de China, segunda econom¨ªa mundial, por su escaso poder de influencia en el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Desarrollo Asi¨¢tico. El gigante asi¨¢tico lleva a?os luchando por una redistribuci¨®n del poder en dichas instituciones que limite la influencia de Washington. La participaci¨®n de Reino Unido en la nueva instituci¨®n conviene a China, al proporcionarle un argumento para defender que el nuevo banco no es solo de un t¨ªtere de Pek¨ªn.
Reino Unido asegura que la decisi¨®n se ha tomado despu¨¦s de ¡°al menos un mes de consultas¡± con otros miembros del G-7, incluido el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew. George Osborne, titular de Econom¨ªa del Gobierno brit¨¢nico, considera que el pa¨ªs debe estar en el germen del nuevo banco para asegurar que opera con transparencia. ¡°Unirnos al AIIB en la fase de creaci¨®n proporcionar¨¢ oportunidades ¨²nicas a Reino Unido y Asia para invertir y crecer juntos¡±, ha declarado el canciller del Exchequer al Financial Times.
El episodio pone de relieve la delicada fase que atraviesa la relaci¨®n especial entre Reino Unido y Estados Unidos, que ha sido uno de los m¨¢s s¨®lidos pilares de la geopol¨ªtica occidental. Recientemente Washington expres¨® su preocupaci¨®n por los recortes en inversi¨®n en Defensa del Gobierno de Cameron, que pronto podr¨ªan colocarse por debajo del 2% del PIB recomendado por la OTAN.
Estados Unidos tampoco parece ver con buenos ojos la prioridad estrat¨¦gica que el Gobierno de Cameron otorga a estrechar sus lazos diplom¨¢ticos y econ¨®micos con China. Osborne ha liderado la captaci¨®n de inversiones chinas para la nueva generaci¨®n de plantas nucleares civiles en Reino Unido y se asegur¨® de que la City londinense acogiera la primera c¨¢mara de compensaci¨®n para el yuan fuera de Asia.
Grupos defensores de los derechos humanos protestaron por la contenci¨®n brit¨¢nica en las cr¨ªticas a la represi¨®n de China a los movimientos pro democracia en Hong Kong el a?o pasado. La propia C¨¢mara de los Comunes, a trav¨¦s de su comit¨¦ de Asuntos Exteriores, ha criticado la tibia respuesta del Gobierno tras aquellos incidentes. Y Cameron ha dejado claro que no planea volver a reunirse con el Dalai Lama, el l¨ªder espiritual tibetano, despu¨¦s del descontento de Pek¨ªn tras la reuni¨®n que mantuvieron en 2012. Todo parece apuntar a un deseo del Gobierno brit¨¢nico a estrechar lazos con China, incluso a costa de separarse de su tradicional aliado estadounidense.
El Gobierno chino asegur¨®, antes del anuncio de Reino Unido el jueves, que el nuevo banco cuenta ya con 27 potenciales miembros, que incluyen India, Nueva Zelanda, Indonesia, Tailandia y Catar. Australia y Corea del Sur, aliados estadounidenses pero con fuertes lazos comerciales con China, han estado presionados en direcciones contrarias por los dos pa¨ªses. Despu¨¦s del anuncio de Reino Unido, ambos han asegurado que siguen valorando convertirse en miembros del nuevo banco.
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