Los pa¨ªses b¨¢lticos refuerzan su pol¨ªtica de defensa por miedo a Rusia

¡°No te dejes dominar por el p¨¢nico, mant¨¦n la mente fr¨ªa¡­ Los disparos que escuches desde tu ventana no son el fin del mundo¡±. Este uno de los consejos para actuar en tiempo de guerra que pueden leerse en un manual editado por el Gobierno lituano a mediados de enero. El libro, que se distribuye en las escuelas y bibliotecas p¨²blicas de todo el pa¨ªs y que incide en que la resistencia civil es ¡°crucial¡± ante una posible invasi¨®n, es una de las medidas que el peque?o pa¨ªs ha puesto en marcha para hacer frente a un posible ataque ruso. Tambi¨¦n es el term¨®metro perfecto del sentimiento de ansiedad de sus ciudadanos.

Lituania, Estonia y Letonia ¡ªentre las tres no llegan a los seis millones de habitantes¡ª, se sienten amenazadas y buscan blindar su pol¨ªtica de defensa. Tras la agudizaci¨®n del conflicto en Ucrania y la anexi¨®n de Crimea a Rusia, hace un a?o, las tres exrep¨²blicas sovi¨¦ticas ¡ªindependizadas en 1991¡ª han puesto en marcha nuevas medidas de seguridad. Tambi¨¦n la OTAN, de la que son parte desde 2004, ha reforzado su despliegue en la zona, ante el desaf¨ªo ruso.

En esta escalada de tensi¨®n, Estonia ¡ªuno de los pocos aliados que dedica m¨¢s del 2 % de su PIB a Defensa¡ª ha agilizado la compra de nuevo material militar ¡ª44 veh¨ªculos de combate y sistemas antitanques¡ª, Lituania ha aprobado la vuelta al servicio militar obligatorio para todos los hombres de entre 18 y 26 a?os, y Letonia ha reabierto bases defensivas que llevaban a?os cerradas. Tallin, Riga y Vilna est¨¢n seriamente preocupadas por el aumento de las incursiones de aviones militares rusos que la OTAN ha detectado en su espacio a¨¦reo. Tambi¨¦n por el despliegue cada vez m¨¢s habitual de soldados cerca de sus fronteras para ejercicios militares.

¡°La agresi¨®n de Rusia en Ucrania, unida a esos escenarios, han demostrado claramente que necesitamos una preparaci¨®n muy alta¡±, apunta el ministro lituano de Defensa, Juozas Olekas, en un correo electr¨®nico. La amenaza, asegura, es real. Ante los cambios en la situaci¨®n geopol¨ªtica, su pa¨ªs ha destinado este a?o un 32% m¨¢s a Defensa y ha creado una fuerza de reacci¨®n r¨¢pida ¡ª2.500 soldados con apoyo de las fuerzas especiales y la a¨¦rea¡ª capacitada para responder en entre dos y 24 horas a ¡°cualquier provocaci¨®n armada¡±; desde grupos ilegales a violaciones fronterizas. Adem¨¢s, est¨¢n reforzando sus sistemas de ciberseguridad.

Y frente a la demostraci¨®n de fuerza rusa, Tallin pondr¨¢ en marcha en mayo la ¡°operaci¨®n erizo¡±, el mayor ejercicio militar de su historia. En ella, explica Sven Sakkov, subsecretario de Defensa, participar¨¢n 13.000 efectivos, en su mayor¨ªa reservistas. ¡°En Estonia siempre nos hemos tomado muy en serio la defensa. No hemos vivido en un mundo imaginario de paz eterna¡±, remarca Sakkov. Este pa¨ªs ha mantenido el servicio militar obligatorio, y tiene una ¡°importante¡± organizaci¨®n de defensa voluntaria.

Pero pese a estas recientes medidas, los ej¨¦rcitos b¨¢lticos son escasos y est¨¢n poco dotados en comparaci¨®n con el potencial de Mosc¨², apunta Fran?ois Heisbourg, presidente del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS). Los presupuestos de defensa de los tres apenas suman 1.200 millones de euros; frente a los m¨¢s de 60.000 millones de Rusia. Su ¨²nica defensa, advierte Heisbourg, pasa por la OTAN; cualquier ataque a uno de sus miembros se considera un ataque a la alianza. ¡°Lo que est¨¢n haciendo ahora es llevar a cabo medidas de resistencia suplementaria, interesantes porque los aliados defender¨¢n con mayor motivo a los pa¨ªses que ya est¨¢n preparados para defenderse¡±, sostiene. Sin embargo, aunque solo sea desde el punto de vista de la disuasi¨®n, este experto recuerda que el despliegue de la alianza en la zona no es permanente.

Si se teme al enemigo llegado de fuera, tambi¨¦n se analiza la situaci¨®n de puertas para dentro. Las alusiones del Kremlin sobre ¡°proteger¡± los derechos de los rusos en el exterior han hecho que muchos observen con inquietud a la importante minor¨ªa rusa que habita en estos tres pa¨ªses ¡ªson un 20 % en Estonia, un 7 % en Lituania y un 26 % en Letonia¡ª. Ejemplo de ello es lo ocurrido en Letonia hace un a?o, cuando una coalici¨®n de varios partidos evit¨® que una formaci¨®n prorrusa ¨Cla fuerza m¨¢s votada¡ªaccediera al Gobierno.