Muere de c¨¢ncer un ex alto mando militar chino, acusado de corrupci¨®n
El ex 'n¨²mero dos' de las fuerzas chinas estaba a la espera de juicio
El ex ¡°n¨²mero dos¡± del mando militar chino, Xu Caihou, que se encontraba pendiente de juicio como protagonista de uno de los grandes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n masiva en su pa¨ªs, ha muerto de c¨¢ncer de vejiga a los 71 a?os, seg¨²n ha anunciado la agencia oficial Xinhua en un comunicado de apenas cinco frases.
El general fue hasta 2013 uno de los dos vicepresidentes de la Comisi¨®n Militar Central, el m¨¢ximo ¨®rgano castrense en China. Era tambi¨¦n uno de los 25 miembros del Politbur¨® del Comit¨¦ Central del Partido. Junto al exjefe de la Seguridad Nacional china, Zhou Yongkang, fue uno de los funcionarios de mayor nivel ca¨ªdos en la campa?a contra la corrupci¨®n emprendida por el presidente Xi Jinping hace dos a?os y medio.
Ya muy enfermo, Xu se encontraba detenido desde marzo de 2014. Entonces los investigadores del Partido Comunista le sacaron del hospital militar donde estaba ingresado para interrogarle en un lugar desconocido y sin comunicaci¨®n con el exterior. En octubre, expulsado ya del partido y del Ej¨¦rcito, el r¨¦gimen dio a conocer que el exgeneral hab¨ªa confesado que acept¨® ¡°sobornos en cantidades enormes¡±, bien directamente o a trav¨¦s de su familia.
Aunque no se han llegado a divulgar cifras oficiales, el diario South China Morning Post calculaba esos sobornos en unos 4,4 millones de euros. A cambio de ese dinero, Xu aprovech¨® su posici¨®n para ¡°promocionar a otros¡±, seg¨²n Xinhua.
Tras el fallecimiento del exgeneral, los fiscales militares han abandonado la investigaci¨®n contra ¨¦l, aunque no el caso por completo. Sus ¡°ganancias ilegales¡± se tratar¨¢n de acuerdo con la ley, indica la agencia oficial. ¡°Est¨¢ claro que Xu acept¨® sobornos. Las pruebas son abundantes y claras¡±.
Xinhua anunci¨® la muerte pasada la medianoche, un horario que suele seleccionar para transmitir las noticias inc¨®modas. El resto de medios estatales chinos, que en circunstancias normales hubiera dedicado amplios espacios a honrar la memoria de tan alto cargo, tambi¨¦n ha pasado de puntillas por la noticia. Incluso el diario del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) se limita a recogerla en un breve en una de sus p¨¢ginas interiores.
El EPL ha sido uno de los grandes objetivos de la campa?a de Xi contra la corrupci¨®n. El a?o pasado ya quedaron detenidos 16 altos mandos y a principios de este mes se anunci¨® la investigaci¨®n contra otros 14, entre ellos el general Guo Zhenggang, vicecomisario pol¨ªtico de la regi¨®n militar de Zhenjiang. Guo es hijo del general retirado Guo Boxiong, que como Xu tambi¨¦n fue ¡°n¨²mero dos¡± de la Comisi¨®n Militar Central hasta 2012. Los medios estatales chinos han apuntado que el padre podr¨ªa ser el verdadero objetivo de la pesquisa.
Mediante la limpieza en el Ej¨¦rcito, Xi facilita el camino para crear unas fuerzas armadas modernas y profesionales, uno de los grandes objetivos de su mandato. Pero tambi¨¦n ataja una posible fuente de resistencia a su poder. El presidente chino, como segundo de su predecesor en el cargo, Hu Jintao, fue testigo directo de la escasa consideraci¨®n que los mandos militares ten¨ªan por su superior civil.
En 2011 el EPL prob¨® un prototipo de avi¨®n caza, el J-20, en v¨ªsperas de una visita del entonces secretario de Defensa de EE. UU., Robert Gates, a China, sin conocimiento previo de Hu. En una entrevista concedida a la agencia Bloomberg en enero del a?o pasado, Gates asegur¨® que Hu ¡°no ten¨ªa un fuerte control¡± sobre el EPL y apunt¨® aquel caso como ¡°el mejor ejemplo¡±.
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