El miedo es rey en Israel
Netanyahu se ha presentado como la ¨²nica alternativa al caos geopol¨ªtico regional
No es invento o ficci¨®n. Este es un Estado en guerra desde su creaci¨®n. Hay pocos pa¨ªses que se sientan permanentemente amenazados. Desde fuera, por un entorno hostil que ni siquiera le reconoce, y desde dentro, por las reivindicaciones perfectamente justificadas y fundamentadas en el derecho internacional de la poblaci¨®n palestina expulsada y despose¨ªda.
Estas amenazas suelen tintarse con las sombras oscuras que todav¨ªa remiten a las nubes de cenizas escupidas por los crematorios nazis. No caben relativismos con ellas, son existenciales. Es una experiencia muy propia, que se observa con escepticismo e incluso incredulidad desde fuera, pero dentro se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n desde los tiempos del exterminio.
Israel es una pesadilla para sus enemigos y un milagro para sus ciudadanos y sus amigos. Surgi¨® del antifascismo de la posguerra mundial, se asent¨® en la Guerra Fr¨ªa, cruz¨® por el interregno unipolar con los acuerdos de Oslo como precio y entra de lleno ahora en la descomposici¨®n del orden geopol¨ªtico mundial, sin el m¨¢s m¨ªnimo avance en la creaci¨®n del Estado palestino con el que deb¨ªa convivir en paz y seguridad, ni tampoco la recompensa del reconocimiento por parte de los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos.
El miedo guarda la vi?a. Y llega a convertir a quien lo sufre en indestructible. Si en las primeras guerras pudieron existir dudas sobre el desenlace, en las ¨²ltimas la ¨²nica duda es sobre los da?os pol¨ªticos y morales, victorias militares que se leen como derrotas estrat¨¦gicas. Su superioridad militar es apabullante y sobradamente demostrada. Pobre de quien se cruce en su camino.
El miedo en el actual caos geopol¨ªtico es casi un fruto espont¨¢neo. Hamas en Gaza. Hezbol¨¢ en L¨ªbano. Al Qaeda en el Sina¨ª. El Estado Isl¨¢mico y el Frente al Nusra en Siria. Y naturalmente, los ayatol¨¢s en Teher¨¢n con el prop¨®sito de convertir Ir¨¢n en un pa¨ªs nuclearmente moderno, en el umbral de obtener el arma at¨®mica si en alg¨²n momento conviniera.
Razones para el miedo no faltan en el orden dislocado que surgi¨® de Oriente Pr¨®ximo tras la primavera ¨¢rabe, cuya promesa democr¨¢tica se troc¨® en el retorno de la dictadura militar o alternativamente el caos terrorista del califato. Nada m¨¢s evidente y sensato que la inmovilidad.
A ello se ha dedicado Benjam¨ªn Netanyahu durante sus nueve a?os como primer ministro. Moverse solo para comprar tiempo y seguir robando territorio a los palestinos, sin ceder nunca en nada. Atizar el miedo sin descanso, hasta el mismo d¨ªa de las elecciones.
Contra el acuerdo nuclear con Ir¨¢n. Contra el Estado palestino y la congelaci¨®n de las colonias, para evitar que el Estado Isl¨¢mico se asiente en casa. Contra el voto de los ¨¢rabes israel¨ªes incluso. Contra el Gobierno de concentraci¨®n nacional con quienes quieren sentarse de nuevo a negociar con los palestinos.
As¨ª es como ha ganado a todos, a sus propios socios de Gobierno m¨¢s extremistas, a los que ha robado votos y esca?os, y al sionismo de izquierdas que quer¨ªa arrebatarle la corona.
El miedo ha ganado las elecciones. En Israel el miedo es rey y quien ocupa su trono se llama Netanyahu.
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