Los migrantes desaparecidos en M¨¦xico, un poco menos invisibles

Hace seis a?os que la hondure?a Dilma Pilar Escobar busca a su hija Olga. Antes de abandonar su casa para buscar trabajo en Estados Unidos, la joven le dej¨® a su madre su hijo peque?o para que se lo cuidara. Olga nunca lleg¨® a su destino. Pas¨® a formar parte de los incontables migrantes centroamericanos desaparecidos durante su tr¨¢nsito por M¨¦xico. Su compatriota Vilma Leticia L¨®pez s¨ª sabe qu¨¦ le ocurri¨® a su esposo, Jos¨¦ Enrique Vel¨¢zquez. ?l fue una de las 49 v¨ªctimas de la masacre de Cadereyta, Nuevo Le¨®n. ¡°Nos entregaron solo pedazos¡±, record¨® este viernes entre l¨¢grimas en la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington.

¡°Quiero un camino de justicia y la reparaci¨®n para m¨ª y para todas las familias y que se castigue a los culpables¡±, reclam¨® durante una audiencia sobre el acceso a la justicia para personas migrantes en M¨¦xico. El deseo de Dilma Pilar: llegar a saber qu¨¦ ocurri¨® con su hija, y no tener que peregrinar, como ha tenido que hacer, por M¨¦xico y hasta EE UU, en busca de una pista.

Hasta ahora, Dilma Pilar y Vilma Leticia no eran m¨¢s que dos casos m¨¢s en un drama del que ni siquiera se tienen cifras concretas. ¡°La tragedia de los migrantes no es menor que (el drama de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos) de Ayotzinapa, pero tiene mucha menor visibilidad¡±, lament¨® Felipe Gonz¨¢lez, relator sobre los derechos de los Migrantes de la CIDH.

Pero sus ansias de justicia y saber dieron un paso de gigante este viernes con el compromiso en firme del Gobierno mexicano ante la CIDH de crear un mecanismo transnacional de acceso a la justicia para v¨ªctimas y familiares de migrantes extranjeros desaparecidos.

Este mecanismo consiste en una serie de acciones coordinadas por el Gobierno mexicano para que las familias centroamericanas -o de otro lugar- que tienen alg¨²n familiar v¨ªctima del tr¨¢nsito ¡°puedan acceder a la justicia, a la atenci¨®n, a la reparaci¨®n desde el lugar donde est¨¢n, sin necesidad de que vayan a otro pa¨ªs¡±, explic¨® Ana Lorena Delgadillo, de la Fundaci¨®n para la Justicia que este viernes hizo la petici¨®n formal del mecanismo. Este empezar¨¢ probablemente con un paso tan sencillo -pero dilatado hasta ahora- como crear las condiciones para que las embajadas y consulados mexicanos en los diferentes pa¨ªses puedan atender estos casos y coordinar con otras agencias y organismos su tramitaci¨®n.

Aunque el embajador mexicano ante la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Emilio Rabasa, asegur¨® que la puesta en marcha de las discusiones para crear el mecanismo ser¨¢ ¡°cuesti¨®n de semanas¡±, no ocult¨® que la fecha para que este funcione efectivamente no ser¨¢ tan pronta.

¡°Tenemos que tenemos que definir los mecanismos de recepci¨®n de las denuncias y del tr¨¢mite de los mismos para que no nada m¨¢s quede en llevar un papel a una oficina¡±, adujo.

El diplom¨¢tico anunci¨® adem¨¢s su intenci¨®n de proponer la habilitaci¨®n de la Comisi¨®n de Asistencia a Migrantes (CAM) de la OEA, que consider¨® ¡°ha estado adormecida frente a este problema¡±. ¡°La OEA podr¨ªa poner el peso a trav¨¦s de todas sus oficinas en los pa¨ªses para que se presione a los gobiernos y haya una mayor unidad de criterios en el tratamiento del problema¡±, se?al¨®.

?lvaro Botero, abogado especialista en temas migratorios de la CIDH, tambi¨¦n es consciente de que el mecanismo no ser¨¢ cosa ¡°del d¨ªa a la ma?ana¡±, por la dificultad de los pasos a coordinar, muchos de ellos entre varios pa¨ªses.

¡°Lograr la coordinaci¨®n entre los Estados donde aparecen esos cuerpos y los pa¨ªses donde est¨¢n sus familias es clave, as¨ª como detalles t¨¦cnicos en materia de informaci¨®n ante mortem y post mortem¡±, enumer¨®. Pero considera que en tanto que lo m¨¢s importante es la voluntad pol¨ªtica de los Estados para crear un entramado de este tipo, el compromiso expresado este viernes por M¨¦xico es un ¡°buen¨ªsimo primer paso¡±.

Y que podr¨ªa constituir, subray¨®, un precedente internacional.

¡°Este mecanismo que no existe en ninguna regi¨®n, que apenas es algo que la comunidad internacional est¨¢ discutiendo, podr¨ªa ser un mecanismo l¨ªder para dar soluciones a esa problem¨¢tica¡± que, subray¨®? Botero, no es exclusiva de M¨¦xico y Centroam¨¦rica.

¡°Estos indocumentados que son invisibles aparecen en un Estado que no es su Estado, sus familias no tiene acceso para llegar hasta ah¨ª y simplemente terminan en un cementerio de pueblo, enterrados con un ¡®NN¡¯ como hay muchos en el norte de ?frica, en Lampedusa o en la frontera con EE UU¡±, record¨®.