El derechista Ted Cruz abre la carrera para la sucesi¨®n de Obama
El senador por Texas, un abanderado de la derecha intransigente con pocas posibilidades, es el primero en declarar la candidatura
Estados Unidos ya tiene al primer candidato oficial para las elecciones presidenciales de noviembre del 2016. Su nombre es Rafael Edward Cruz, es hijo de un inmigrante cubano y una estadounidense, jurista formado en Princeton y Harvard, republicano, senador por Texas desde 2013 y abanderado de un conservadurismo desacomplejado y hostil al compromiso con los dem¨®cratas y los republicanos moderados.
Anunciar la candidatura, como hizo Ted Cruz este lunes en Lynchburg (Virginia), es un formalismo. ?l es el primero que la oficializa, pero una veintena de candidatos lleva semanas viajando por el pa¨ªs, tejiendo redes de colaboradores y, a efectos pr¨¢cticos, en plena campa?a.
El proceso de nominaci¨®n, que comenzar¨¢ a principios del a?o pr¨®ximo, consiste en una serie de elecciones primarias y votos en asamblea (caucus) para elegir el candidato de cada partido en las presidenciales. Las elecciones elegir¨¢n al sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca.
En el campo dem¨®crata, nadie disputa la condici¨®n de favorita a la exsecretaria de Estado y exprimera dama Hillary Clinton. En el republicano, no existe un favorito claro.
Jeb Bush, exgobernador de Florida e hijo y hermano de presidentes; Marco Rubio, senador por Florida; y Scott Walker, gobernador de Wisconsin, son algunos de los nombres que suenan con m¨¢s fuerza. Cruz no figura en ninguna quiniela.
"Hoy anuncio que me presento a presidente de Estados Unidos", dijo ante miles de estudiantes de la Liberty University de Lynchburg, un santuario de la derecha evangelista.? "Es tiempo de verdad, de libertad, de recuperar la Constituci¨®n de Estados Unidos".
La Liberty University fue fundada por el reverendo baptista Jerry Falwell (1933-2007), ¡°la mano derecha de Dios¡±, como le defini¨® un bi¨®grafo, y una de las figuras m¨¢s influyentes del fundamentalismo cristiano en el ¨²ltimo medio siglo.
A finales de los a?os setenta, Falwell fue decisivo en la organizaci¨®n de la llamada mayor¨ªa moral, que acerc¨® a millones de cristianos evang¨¦licos, hasta entonces sin color pol¨ªtico definido, al Partido Republicano. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Falwell dijo que ¡°los paganos, los abortistas, las feministas, los gais y las lesbianas¡± hab¨ªan contribuido a que los atentados ocurrieran.
Por la capacidad de los evang¨¦licos para movilizar votantes y por su influencia en los caucus del estado de Iowa, que abren el ciclo electoral, los aspirantes republicanos se esfuerzan por agasajarlos.
Al dar primero el paso en la carrera presidencial, el senador Cruz espera atraer la atenci¨®n de los medios y los activistas y donantes necesarios para sostener una campa?a. Cruz, abanderado del ala m¨¢s doctrinaria del Partido Republicano, teme que la proliferaci¨®n de competidores desdibuje su perfil. Quien golpea primero, golpea mejor.
Cruz naci¨® hace 44 a?os en Calgary (Canad¨¢). Su padre, que sali¨® de Cuba en 1957 y regres¨® brevemente en 1959, trabajaba en el sector petrolero. La mayor¨ªa de juristas considera que al ser hijo de una ciudadana de EE UU Cruz es americano de nacimiento, un requisito de la Constituci¨®n para ser presidente.
Las posibilidades de que Cruz sea el republicano elegido para disputarle a los dem¨®cratas la Casa Blanca son m¨ªnimas. Demasiado extremista e intransigente, incluso para los baremos de un Partido Republicano alejado del centro, se ha granjeado la antipat¨ªa de buena parte de sus compa?eros de partido.
En el oto?o de 2013, Cruz contribuy¨® a provocar el cierre administrativo del Gobierno federal por falta de presupuesto para financiarlo. En septiembre de aquel a?o habl¨® durante m¨¢s de 21 horas ante el pleno del Senado, en un ejercicio de filibusterismo parlamentario destinado a torpedear la reforma sanitaria del presidente Obama.
El senador compar¨® su causa con la lucha contra los nazis y dijo que, si el Congreso no logra revocar la reforma sanitaria, el sue?o americano peligra.
Aunque es latino y habla espa?ol, no hace bandera de esta identidad y se opone a las medidas para regularizar a los inmigrantes lationamericanos.
Su estilo y su ret¨®rica son herederas de una tradici¨®n larga en EE UU: la de los tribunos de la derecha populista, de Joe McCarthy a Sarah Palin, que atizan el resentimiento con las elites.
La ideolog¨ªa de Cruz coincide en esencia con la de su partido: intervenci¨®n m¨ªnima del Estado federal en la econom¨ªa, valores cristianos y pol¨ªtica exterior agresiva. Lo que le distingue de los republicanos m¨¢s moderados es la radicalidad con la que defiende sus ideas y el rechazo a cualquier concesi¨®n.?
Un ejemplo: Cruz no se conforma con bajar impuestos; directamente quiere abolir el Servicio de Ingreso Interno (IRS, en las iniciales inglesas), la administraci¨®n de hacienda de EE UU.
Su teor¨ªa es que, cuando el Partido Republicano se modera, cuando renuncia a la ideolog¨ªa, cuando busca el centro, las cosas le van mal.
En una entrevista con la revista The New Yorker, puso como ejemplo las candidaturas presidenciales de Gerald Ford, George Bush padre, John McCain o Mitt Romney. Los cuatro ten¨ªan en com¨²n que eran republicanos moderados y perdieron (pero, y esto no lo menciona Cruz, George Bush hijo en el 2000 y Richard Nixon en 1968 se alineaban con el ala moderada y ganaron).
La norma es que en el proceso de primarias y caucus los republicanos terminen por elegir a un candidato pragm¨¢tico y del establishment. Cruz no es ni una cosa ni la otra y los sondeos, que a estas alturas conviene mirar con cautela, le otorgan un 4,6% de intenci¨®n de voto.
Pero su purismo ideol¨®gico y su conexi¨®n con las bases conservadoras pueden servirle para delimitar los t¨¦rminos del debate y forzar a sus rivales, y al nominado que se enfrente al candidato dem¨®crata, a girar a la derecha. Influir ser¨¢ su victoria.
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