Los condenados por injuriar a Correa ya no tienen que esconderse
La Justicia declara prescrita la pena que les fue impuesta por haber ofendido al presidente
La Polic¨ªa ya no ir¨¢ detr¨¢s del periodista Fernando Villavicencio y el exsamble¨ªsta Cl¨¦ver Jim¨¦nez, que han permanecido m¨¢s de un a?o en la clandestinidad. Este lunes, el juez nacional, Luis Enr¨ªquez, ha declarado prescrita la pena de un a?o de prisi¨®n que les fue impuesta por haber injuriado al presidente Rafael Correa. ¡°La prescripci¨®n es lo que se esperaba de acuerdo con el derecho¡±, ha se?alado el defensor de los acusados, Julio C¨¦sar Sarango. Ha alegado, sin embargo, que el juez deb¨ªa pronunciarse el 13 de marzo, cuando se cumpl¨ªa un a?o de la sentencia en contra de Villavicencio y Jim¨¦nez. ¡°El ordenamiento jur¨ªdico dice que las penas prescriben en un tiempo igual al de la condena, por eso pedimos la anulaci¨®n del caso justo ese d¨ªa¡±, ha se?alado.
La persecuci¨®n contra el exasamble¨ªsta (que fue despojado de su esca?o), su asesor y un tercer implicado comenz¨® en 2011, cuando los tres denunciaron al primer mandatario y lo calificaron como ¡°un criminal de lesa humanidad¡± por su actuaci¨®n durante la sublevaci¨®n policial del 30 de septiembre de 2010. Pero como no pudieron probar su denuncia, el presidente los demand¨® por injurias y gan¨® el juicio. La sentencia inicial para Jim¨¦nez y su asesor fue de 18 meses y para el tercer implicado de seis. Este ¨²ltimo, Carlos Figueroa, s¨ª cumpli¨® su pena pues se vio obligado a dejar su refugio para visitar a su madre enferma de un c¨¢ncer terminal y fue detenido.
Sarango cuenta que consigui¨® la reducci¨®n de la pena para sus clientes cuando entr¨® en vigor el nuevo C¨®digo Integral Penal, en agosto del a?o pasado. Afirma, sin embargo, que el caso deb¨ªa archivarse porque el delito de injurias ya no existe en el nuevo cuerpo penal: ¡°Ahora est¨¢ la figura de la calumnia y los jueces hicieron una interpretaci¨®n anal¨®gica de ese delito para mantener la sentencia¡±.
La extinci¨®n de la pena no les exime de pagar los 140.000 d¨®lares, que el presidente Correa exigi¨® por da?os y perjuicios. Pero eso es lo que menos les preocupa a los hasta ahora pr¨®fugos de la justicia. Cuando Fernando Villavicencio supo que la Polic¨ªa ya no lo iba a detener, corri¨® a reunirse con su familia, con el ni?o que dej¨® de un a?o y 8 meses y que ahora tiene casi tres. ¡°He vivido como en 20 casas, en Quito y otras ciudades, todo ha sido muy duro, quien me paga a m¨ª los 365 d¨ªas que no he estado con mi hijo peque?o, qui¨¦n me devuelve un a?o de separaci¨®n (¡) Reci¨¦n hoy he abierto una cortina y he podido ver el sol¡±, asevera.
El periodista valora positivamente el fallo de la Corte Nacional de Justicia: ¡°En Ecuador, donde la justicia est¨¢ controlada por el Ejecutivo, esta decisi¨®n supone un m¨ªnimo respeto a la ley, hay que recordar que estuvimos en el exilio pese a tener medidas cautelares de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)¡±. Pero tambi¨¦n hace notar que el juez que ha resuelto la prescripci¨®n de su caso es de los nuevos magistrados que llegaron a la Corte. La jueza Lucy Blacio, que lo conden¨®, fue separada de su cargo por mal desempe?o.
Por su parte, el exasamble¨ªsta de Pachakutik, Cl¨¦ver Jim¨¦nez, al conocer la noticia sali¨® de su refugi¨® en las comunidades amaz¨®nicas donde se mantuvo desde el principio. Su esposa, Roc¨ªo Alba, dijo que se comunic¨® v¨ªa telef¨®nica para decir que est¨¢ bien y que va camino a Quito, donde dar¨¢ una rueda de prensa.?
Villavicencio todav¨ªa tiene dos procesos pendientes; uno por espionaje a las cuentas de correo electr¨®nico de la presidencia (por lo que allanaron su domicilio en diciembre de 2013), y otra por el libro Ecuador made in China (que fue publicado en 2012, y en el que denuncia el lado oscuro del negocio petrolero con China). ¡°Ambos est¨¢n en indagaci¨®n previa hace m¨¢s de un a?o, y en cualquier momento el Gobierno puede activar esos casos e ir detr¨¢s de m¨ª. Correa desde 2007 buscaba cualquier pretexto para silenciar las voces cr¨ªticas¡±, dice.
Asegura que retomar¨¢ su trabajo de investigaci¨®n y que tiene que procesar los m¨¢s de 10.000 documentos que tiene sobre casos de corrupci¨®n del Gobierno. ¡°Ellos saben lo que tengo, porque se llevaron mis computadores, pero yo tengo respaldos¡±, subraya y adelanta que seguir¨¢ con su caso en la CIDH. ¡°Me voy a defender, si no me defiendo hoy ma?ana van a hacer esto contra otros¡±.
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