El ataque saud¨ª a Yemen ahonda la brecha sectaria en Oriente Pr¨®ximo

Arabia Saud¨ª ha bombardeado Yemen este jueves para frenar el avance de los rebeldes Huthi que amenazaban con tomar Ad¨¦n, la segunda ciudad del pa¨ªs y donde se hab¨ªa refugiado el presidente yemen¨ª, Abdrabbo Mansur Hadi. El ataque, que ha contado con el respaldo de una decena de reg¨ªmenes ¨¢rabes sun¨ªes, expone las l¨ªneas del enfrentamiento pol¨ªtico-sectario que envenena la regi¨®n desde el triunfo de la revoluci¨®n iran¨ª de 1979. La Rep¨²blica Isl¨¢mica se ha apresurado a condenar la incursi¨®n contra un grupo que, como otros chi¨ªes, se mira en su espejo. Mientras, la poblaci¨®n yemen¨ª se mostraba igualmente dividida.

¡°Cualquier acci¨®n militar extranjera contra la integridad territorial de Yemen y su pueblo s¨®lo aumentar¨¢ los muertos y el derramamiento de sangre¡±, ha advertido el ministro de Exteriores iran¨ª, Mohamed Javad Zarif. En su opini¨®n, el ataque hace el juego a los yihadistas.

Las relaciones entre el Ir¨¢n chi¨ª y la Arabia Saud¨ª sun¨ª, los dos pesos pesados de Oriente Pr¨®ximo, nunca fueron f¨¢ciles, pero en los ¨²ltimos a?os se han visto en frentes opuestos de las crisis en Irak, Siria, L¨ªbano y, ahora, Yemen, donde la intervenci¨®n saud¨ª agudiza los recelos. Pero tambi¨¦n la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ha alertado ¡°del riesgo de graves consecuencias para toda la regi¨®n¡± y de que los grupos terroristas saquen partido.

Zarif hablaba adem¨¢s desde Lausana, la ciudad suiza donde ultima con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, un acuerdo nuclear que, de lograrse, cambiar¨ªa las reglas del juego en la zona. Algunos analistas vinculan ambos asuntos.

¡°El momento elegido por Arabia Saud¨ª ha sido brillante porque pone a prueba la buena voluntad de Ir¨¢n justo en el momento que est¨¢ a punto de firmar el pacto nuclear¡±, asegura Theodore Karasik, un analista de Dub¨¢i especializado en asuntos pol¨ªtico-militares del Golfo. ¡°Habr¨¢ que ver hasta qu¨¦ punto se involucra en ayudar a los Huthi, o los deja caer por salvar el acuerdo y el levantamiento de las sanciones¡±, a?ade.

Un alto funcionario iran¨ª sin identificar asegur¨® a Reuters que su pa¨ªs va a utilizar todas las v¨ªas pol¨ªticas posibles para reducir la tensi¨®n, pero que ¡°no contempla la intervenci¨®n militar¡±. Los Huthi, que han llamado a los yemen¨ªes a alistarse para defender su pa¨ªs, tambi¨¦n han dicho que no van a pedir ayuda a Ir¨¢n. No obstante, la acci¨®n ha obligado a los pa¨ªses de la zona a poner sus cartas sobre la mesa.

Por un lado, los Gobiernos de Irak y Siria, as¨ª como el grupo liban¨¦s Hezbol¨¢, se han sumado a la condena iran¨ª. Por otro, tal como explica Karasik, ¡°la Operaci¨®n Tormenta Decisiva muestra un frente ¨¢rabe sun¨ª unido contra los Huthi, como presuntos aliados de Ir¨¢n¡±.

Arabia Saud¨ª, que seg¨²n la cadena Al Arabiya ha desplegado 150.000 soldados, cuenta con el apoyo del resto de los miembros del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo, a excepci¨®n de Om¨¢n. El sultanato es la ¨²nica de las seis monarqu¨ªas que no est¨¢ dirigida por una familia real sun¨ª y siempre ha mantenido una pol¨ªtica exterior independiente. Adem¨¢s, Jordania y Sud¨¢n han admitido que participan en la ofensiva. Egipto, donde este fin de semana se re¨²ne la Liga ?rabe con Yemen como primer punto en el orden del d¨ªa, contribuye con aviones y tambi¨¦n ha enviado cuatro fragatas a la zona. Marruecos mantiene silencio. Y Pakist¨¢n estudia la petici¨®n de fuerzas terrestres, aunque seg¨²n Karasik ya tiene tropas en suelo saud¨ª que colaboran en la defensa de la frontera con Irak y que podr¨ªan haberse desplazado al sur.

¡°El cambio estrat¨¦gico en la regi¨®n beneficia a Ir¨¢n y no podemos guardar silencio ante el hecho de que los Huthi llevan su bandera¡±, ha resumido el secretario de Estado de Exteriores emirat¨ª, Anwar Gargash, en su Twitter.

Parecida divisi¨®n se observa entre la poblaci¨®n yemen¨ª, que hoy ha visto confirmada su sospecha de que el presidente Hadi hab¨ªa huido del pa¨ªs cuando la televisi¨®n saud¨ª ha anunciado su llegada a Riad. Mientras en la ciudad de Taiz, una multitud ha salido a la calle con im¨¢genes de Hadi y del rey Salman de Arabia Saud¨ª, tambi¨¦n hay preocupaci¨®n ante lo que muchos, y no s¨®lo entre los Huthi, ven como una nueva intromisi¨®n extranjera en sus asuntos. Aunque ese grupo sigue una variedad del islam chi¨ª, desde el pasado septiembre ha hecho bandera de la lucha contra la corrupci¨®n graje¨¢ndose algunas simpat¨ªas fuera de su comunidad. Sin embargo, a partir de que tomara el poder a finales de enero, tambi¨¦n ha cometido muchos abusos.

¡°En los ¨²ltimos d¨ªas [los Huthi] han detenido a cientos de personas, en su mayor¨ªa simpatizantes del Islah [la versi¨®n local de los Hermanos Musulmanes] y salafistas [rigoristas sun¨ªes], cerrado mezquitas y pisoteado las libertades personales¡±, explica un ingeniero residente en San¨¢. A este yemen¨ª, muy cr¨ªtico con los rebeldes, tambi¨¦n le preocupa que los terroristas de Al Qaeda o el Estado Isl¨¢mico se beneficien del caos. ¡°Los partidarios de Hadi les han sacado de las c¨¢rceles para que les ayuden contra los Huthi¡±, concluye.