No hay futuro sin pasado
En el Per¨² no todas las personas convergen a¨²n en la necesidad de ventilar un pasado en el que murieron decenas de miles de personas
?Es necesario hurgar en los rincones m¨¢s s¨®rdidos y violentos del pasado de una sociedad? ?Sirve eso para la reconciliaci¨®n nacional, para reparar a las v¨ªctimas o, en general, sirve para algo? Son preguntas que aparecen siempre cuando se transita de la dictadura a la democracia o de la guerra a la paz. Frente a ellas cabe todo un abanico de respuestas; en cada caso se han dado respuestas espec¨ªficas sin que sea posible encontrar un modelo o formato a destacar.
A veces los caminos escogidos fueron los de tender mantos de olvido e impunidad. Otras veces ¡ªen ocasiones, a trompicones¡ª se abri¨® el camino de la verdad y el del examen de lo ocurrido a partir de lo cual se abren a veces ricos procesos en los que la memoria se incorpora como un ingrediente medular de la construcci¨®n del futuro.
¡°No hay futuro sin pasado¡±, fue el lema que presidi¨® en d¨ªas pasados el encuentro en Lima, Per¨², entre el presidente de Alemania, Joachim Gauck, y el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusi¨®n Social (LUM) con cuya presidencia he sido honrado. ¡°Lugar¡± que reci¨¦n se inaugurar¨¢ en el segundo semestre, pero que puso en marcha una exhibici¨®n temporal el s¨¢bado 21 de marzo.
Como es sabido, Gauck encarna ¡ªcomo nadie en el mundo¡ª el concepto de ¡°cultura de la memoria¡± en cuya definici¨®n ¨¦l no ha sido ajeno. Luchador contra el autoritarismo del r¨¦gimen de la entonces RDA (Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana), Gauck llev¨® despu¨¦s el liderazgo en la sistematizaci¨®n y accesibilidad de la frondosa documentaci¨®n en manos de la Stasi, uno de los aparatos de espionaje pol¨ªtico m¨¢s siniestros y con m¨¢s recursos del siglo XX.
Fue muy interesante constatar en ese encuentro en Lima la perspectiva convergente entre dos procesos completamente distintos entre s¨ª ¡ªel alem¨¢n y el peruano¡ª pero en los que la memoria y la verdad aparecen como medulares en la construcci¨®n de un futuro democr¨¢tico. Por cierto que me refiero a los grandes conceptos ya que no son comparables el horror del nazismo y el holocausto o el totalitarismo en la RDA con lo que sufri¨® el Per¨² desde 1980 con el terrorismo de Sendero Luminoso o la desmesura en el accionar de algunos aparatos de seguridad del Estado.
Es interesante constatar que en ambos procesos aparecieron dificultades reales para encarar con transparencia y contundencia el examen del pasado. Gauck explic¨® c¨®mo fue reci¨¦n en la d¨¦cada de los setenta ¡ª25 a?os despu¨¦s del fin del nazismo¡ª cuando ¡°la generaci¨®n joven indag¨®, inquiri¨®, hurg¨®, insisti¨® y proporcion¨® nuevos impulsos gracias a su actitud cr¨ªtica¡±. La clave conceptual: la historia no se debe leer ¨²nicamente desde la perspectiva del Estado sino ¡°con los ojos de las v¨ªctimas¡±.
En el Per¨², varios a?os despu¨¦s de la derrota de Sendero Luminoso, no todas las personas convergen a¨²n en la necesidad de ventilar un pasado en el que murieron decenas de miles de personas, m¨¢s de 15.000 desaparecidos, y yacen mutilados varios centenares de polic¨ªas. En contextos totalmente distintos aparecen, as¨ª, resistencias. En uno y otro caso, la respuesta es y viene siendo ¡ªen ritmos y momentos diferentes¡ª que el conocimiento de la verdad es esencial para construir una sociedad democr¨¢tica y que no se repitan tragedias del pasado.
En medio de un amplio proceso de consultas ¡ªque desde el LUM se ha denominado ¡°proceso participativo¡±¡ª sobre los contenidos que debe tener el lugar en el Per¨², m¨¢s han sido ahora las perspectivas convergentes que las de antagonismo. La clave est¨¢ en que la sociedad siga trabajando en ese conocimiento del pasado con rigor y objetividad, recogiendo las perspectivas y necesidades de la gente y sin caer en la tentaci¨®n de construir una ¡°verdad oficial¡±.
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