La violencia de Boko Haram marca las elecciones de Nigeria
Problemas t¨¦cnicos obligan a prolongar a este domingo la consulta en la que se miden Goodluck Jonathan y Muhamadu Buhari
Diversos incidentes han salpicado este s¨¢bado la jornada electoral en Nigeria para decidir qui¨¦n ser¨¢ el futuro presidente del pa¨ªs, aunque no han impedido que los comicios sigan adelante. Por un lado, la violencia terrorista. Hombres armados, presumiblemente miembros del grupo radical Boko Haram, han atacado varios colegios electorales en los estados de Yobe y Gombe y han asesinado a unas 15 personas que estaban haciendo cola para votar, cumpliendo as¨ª con su amenaza de tratar de impedir el desarrollo normal de los comicios. Asimismo, muchos Estados del pa¨ªs han informado de problemas t¨¦cnicos con los lectores de los carn¨¦s electorales biom¨¦tricos, un sistema reci¨¦n implantado, lo que ha provocado enormes retrasos y que la Comisi¨®n Electoral haya decido ampliar a este domingo la votaci¨®n en todos aquellos colegios en los que hubo problemas.
A las siete de la ma?ana, cientos de miles de nigerianos estaban ya haciendo cola en sus colegios electorales. Entre una enorme expectaci¨®n, los ciudadanos se dispon¨ªan a ejercer su derecho al voto para elegir entre los dos candidatos favoritos a presidir el pa¨ªs, el actual jefe de Estado, Goodluck Jonathan, cristiano procedente del sur, o su principal rival, el l¨ªder opositor Muhamadu Buhari, musulm¨¢n del norte. Las encuestas les sit¨²an en empate t¨¦cnico. Sin embargo, tal y como todos tem¨ªan, Boko Haram se ha colado en las elecciones con ataques y asesinatos. Seg¨²n informa Reuters, hombres armados abrieron fuego contra votantes en al menos dos colegios del noreste del pa¨ªs, provocando la muerte a quince personas, entre las que hab¨ªa un parlamentario de la oposici¨®n.
Sin embargo, el principal problema ha tenido que ver con el mal funcionamiento de los lectores de los carn¨¦s electorales biom¨¦tricos, que ha retrasado varias horas o directamente ha impedido que decenas de miles de personas pudieran votar. El propio Jonathan y su esposa tuvieron muchas dificultades para hacerlo en la ciudad de Otuoke porque el lector no reconoc¨ªa sus carn¨¦s. Finalmente fueron identificados de forma manual. Esto ha provocado que la Comisi¨®n Electoral decidiera suspender las votaciones en algunos colegios electorales y reabrir las urnas este domingo.
Las elecciones presidenciales han sido aplazadas seis semanas, bajo una enorme tensi¨®n y con el tel¨®n de fondo desestabilizador de la guerra abierta contra el grupo terrorista Boko Haram en el noreste del pa¨ªs. Nigeria es el pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica con unos 175 millones de habitantes y su primera potencia econ¨®mica. En previsi¨®n de posibles ataques y atentados, el Gobierno ha decretado el cierre de fronteras desde el mi¨¦rcoles as¨ª como la prohibici¨®n de circular para cualquier veh¨ªculo durante la jornada electoral. Adem¨¢s, el Ej¨¦rcito velar¨¢ por la seguridad en los colegios electorales. Los dos principales candidatos, el actual presidente, Goodluck Jonathan, y su gran rival, Mahamadou Buhari, llegan a la cita con las urnas pr¨¢cticamente en empate t¨¦cnico, lo que ha reavivado el temor a que se repita la violencia poselectoral de 2011, en la que fallecieron unas 800 personas despu¨¦s de que Buhari fuera derrotado por Jonathan entre acusaciones de irregularidades. Todos los candidatos han firmado un acuerdo en el que se comprometen a respetar los resultados.
Los 70 millones de nigerianos llamados a las urnas deber¨¢n escoger entre 14 aspirantes, pero s¨®lo dos de ellos cuentan con opciones reales. El primero es el actual presidente, Goodluck Jonathan, que se presenta por el Partido Democr¨¢tico Popular (PDP) que ha dominado la escena pol¨ªtica nigeriana durante los ¨²ltimos quince a?os. Cristiano del sur, Jonathan ha sufrido un enorme desgaste en sus cuatro a?os de gobierno al haberse mostrado incapaz de hacer frente a dos de los grandes problemas que arrastra el pa¨ªs: la corrupci¨®n y la descontrolada violencia yihadista de Boko Haram en el noreste, que se ha acentuado en los ¨²ltimos meses y que ha provocado un millar de muertos en un a?o y la huida de 3,3 millones de desplazados internos.
El ¨²nico candidato con posibilidades de derrotarle es Mahamadou Buhari. Militar de carrera, ya fue presidente del pa¨ªs en 1983 durante un a?o y medio tras protagonizar un golpe de Estado. Musulm¨¢n del norte, nacido en Katsina, su paso por la Presidencia le vali¨® fama de austero en lo econ¨®mico y en¨¦rgico en las cuestiones de seguridad, el hombre fuerte que sus seguidores creen que necesita ahora el pa¨ªs frente al timorato Jonathan. Se ha presentado a las elecciones en tres ocasiones y siempre ha salido derrotado, la ¨²ltima vez en 2011 frente al propio Jonathan, pero en esta ocasi¨®n encabeza una coalici¨®n de cuatro partidos, el Congreso de Todos los Progresistas (APC), que le hace m¨¢s fuerte que nunca. Seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, Buhari parte en buena posici¨®n en los estados del norte y en la pujante capital econ¨®mica del pa¨ªs, Lagos, mientras que el actual presidente es favorito en el rico y cristiano sur del que procede el petr¨®leo, la principal fuente de ingresos del pa¨ªs.
Mientras tanto, el noreste sigue siendo el escenario de una guerra sin cuartel contra Boko Haram, el grupo terrorista m¨¢s sanguinario de ?frica que desde 2009 ha desencadenado una campa?a de violencia con m¨¢s de 13.000 muertos. Desde el pasado mes de febrero, los ej¨¦rcitos de Nigeria, Chad, N¨ªger y Camer¨²n han unido sus fuerzas contra los yihadistas hasta el punto de que en las ¨²ltimas semanas parecen haber logrado ciertos avances con la recuperaci¨®n de una treintena de localidades, la ¨²ltima de ellas, Gwoza, el basti¨®n de los insurgentes, seg¨²n han asegurado las Fuerzas Armadas nigerianas. Hostigados desde el norte, el este y el sur, los miembros de Boko Haram van abandonando las ciudades que controlaron durante los ¨²ltimos meses en un repliegue forzoso hacia sus ¨²ltimos refugios, entre ellos el bosque de Sambisa, donde estuvieron retenidas durante unas semanas las 270 ni?as secuestradas en Chibok.
La posibilidad de que Boko Haram trate de impedir el desarrollo normal de las votaciones en el norte del pa¨ªs o que irrumpa en las elecciones de forma violenta con alg¨²n tipo de ataque o atentado han provocado la adopci¨®n de medidas extremas de seguridad. El Ej¨¦rcito estar¨¢ presente en los colegios electorales y se ha pedido a los ciudadanos que, una vez hayan votado, no se queden en los alrededores y regresen a sus casas.
Adem¨¢s de la seguridad y la corrupci¨®n, la econom¨ªa ha estado en el centro del debate pol¨ªtico durante la campa?a. La ca¨ªda de los precios del petr¨®leo en el mercado internacional ha provocado un notable descenso de los ingresos en este pa¨ªs, que dependen en un 70% de esta materia prima, lo que se ha visto traducido en un deterioro del nivel de vida, con dos de cada tres nigerianos por debajo del ¨ªndice de la pobreza y uno de cada cuatro en el paro.
Si ninguno de los dos candidatos logra superar la barrera del 50% habr¨¢ una segunda vuelta electoral prevista, seg¨²n establece la ley electoral, para una semana despu¨¦s de la proclamaci¨®n de los resultados.
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