El fiscal que hizo su trabajo
Brice Robin se quita protagonismo y explica que la ley francesa le obliga a informar al p¨²blico para frenar especulaciones y aportar datos precisos
Una semana antes de la cat¨¢strofe a¨¦rea de los Alpes, en la Fiscal¨ªa de Marsella se mantuvieron reuniones para preparar el plan de acci¨®n en caso de accidente colectivo. La casualidad tiene una raz¨®n l¨®gica. A esa fiscal¨ªa se le ampliaron las competencias el pasado 1 de enero para poder investigar accidentes de esa naturaleza.
El destino quiso que dicho plan se aplicara a la realidad pocos d¨ªas despu¨¦s. Al mando de la investigaci¨®n se puso inmediatamente el fiscal jefe de Marsella, Brice Robin, un magistrado cuya transparencia dej¨® at¨®nitos a los espa?oles explicando, apenas 48 horas despu¨¦s de la tragedia, los detalles de lo sucedido en el avi¨®n siniestrado el pasado martes en los Alpes.
Robin es un experimentado magistrado que cumpli¨® 63 a?os el d¨ªa antes de la cat¨¢strofe. Pero ni siquiera los que han trabajado con ¨¦l y le admiran le se?alan como un h¨¦roe compasivo y sensible amante de la transparencia. ¡°?l solo hizo su trabajo¡±, se?ala un antiguo colega a este peri¨®dico. El protagonista de esta parte de la historia no es el fiscal, sino el sistema franc¨¦s, que dotado de un C¨®digo Procesal Penal, aprobado en 1957, faculta al fiscal a comunicar los detalles que crea pertinentes de la investigaci¨®n. Un c¨®digo, adem¨¢s, que vela por las v¨ªctimas.
Por eso, Robin se reuni¨® previamente con los familiares espa?oles y alemanes para explicarles, antes que a la prensa, el extra?o comportamiento del copiloto Andreas Lubitz. Estuvo hora y cuarto con ellos. ¡°Se quedaron conmocionados cuando escucharon lo ocurrido¡±, cont¨® despu¨¦s Robin en la rueda de prensa. ¡°Lo encontraron dif¨ªcil de creer. Fueron informados con respeto. Hicieron muchas preguntas. Sobre las normas internacionales, sobre si era normal que el comandante saliera de la cabina, las consecuencias legales para la aerol¨ªnea. Intent¨¦ darles respuestas¡±.
La delicadeza con la que trat¨® a los familiares es una deferencia no inscrita en ninguna ley
Al habla con este peri¨®dico, ¨¦l mismo se quita importancia: ¡°De todos modos, ya lo hab¨ªa contado todo The New York Times¡±, dice Robin, que alude al art¨ªculo 11 del c¨®digo franc¨¦s, justo el que aconseja dar informaci¨®n oficial ¡°para evitar la propagaci¨®n de informaciones parciales o inexactas¡±. Esa fue la raz¨®n, por tanto, de su premura en salir al paso. En Francia, adem¨¢s, la formaci¨®n de los fiscales incluye t¨¦cnicas de comunicaci¨®n y se entrenan para saber ofrecer conferencias de prensa.
El sistema espa?ol se asienta en la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882. La instrucci¨®n del caso es competencia del juez, que suele decretar el secreto del sumario. En Francia, la informaci¨®n p¨²blica es vital y est¨¢ prevista. Ello no resta valor a Brice Robin, que fue preciso, prudente y paciente en la comunicaci¨®n de los datos. No est¨¢ obligado, claro est¨¢, a dar m¨¢s que la informaci¨®n que considere necesaria.
Al mando de 40 fiscales, Robin conoce bien su jurisdicci¨®n marsellesa, una de las m¨¢s conflictivas de Francia debido al alto nivel de criminalidad organizada. Lleg¨® a esta fiscal¨ªa en 2013, pero ya antes hab¨ªa trabajado aqu¨ª como fiscal jefe adjunto. Alijos de droga provenientes de Espa?a, el asesinato de la millonaria monegasca H¨¦l¨¨ne Pastor, el esc¨¢ndalo de la carne de caballo o los partidos de balonmano ama?ados por los hermanos Nikola y Luka Karabatic son algunos de los casos m¨¢s medi¨¢ticos que ha tenido entre manos.
Un colega le define como hombre comprometido, con mucha humanidad. La delicadeza con la que trat¨® a los familiares de las v¨ªctimas es una deferencia por su parte no inscrita en ninguna ley.
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