En anticipo a la VII Cumbre de las Am¨¦ricas
Obama aprovech¨® los dos a?os desde Cartagena para intentar respuestas alternativas
Dos d¨¦cadas despu¨¦s de la primera Cumbre de las Am¨¦ricas en Miami, Florida, tendr¨¢ lugar la s¨¦ptima edici¨®n en ciudad de Panam¨¢. El escenario que recibir¨¢ a los Jefes de Estado ser¨¢ tan c¨¢lido y tropical como el primero que les acogi¨®. Lo que est¨¢ por verse es si el clima pol¨ªtico resultar¨¢ igualmente caluroso.
Ciertamente, no pareciera que en esta ocasi¨®n vayan a tener lugar escenas de fulminante tensi¨®n como cuando en la IV Cumbre en Mar del Plata los discursos pro ALCA y pro ALBA inspirados por los entonces presidentes George Bush y Hugo Ch¨¢vez, respectivamente, polarizaron el encuentro. Desde que el presidente Obama lleg¨® por primera vez a la V Cumbre en Puerto Espa?a, la ret¨®rica antiimperialista se apacigu¨®, como lo testifica la frase ¨Cpronunciada en ingl¨¦s- ¡°quiero ser tu amigo¡±, con la que su hom¨®logo el presidente Hugo Ch¨¢vez, le recibi¨® en aquella ocasi¨®n.
Las dotes personales del presidente Obama, en una regi¨®n en donde se valora el trato afable y cercano, se han conjugado con una pol¨ªtica de Washington hacia la regi¨®n de bajo perfil que algunos han llegado a calificar hasta de ¡°desvanecimiento¡±. Esta actitud se ha sustentado en la premisa de que Estados Unidos es un ¡°igual entre pares¡± y que existen en el hemisferio, otras naciones en condiciones de asumir papeles protag¨®nicos en diversos temas de la agenda regional.
La actitud de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe ha favorecido la relativizaci¨®n del protagonismo de Estados Unidos
Por su parte, la actitud de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe ha venido favoreciendo la relativizaci¨®n del protagonismo de Estados Unidos. Desde que el presidente Obama lleg¨® a la Casa Blanca, se crearon dos instancias de di¨¢logo y coordinaci¨®n distintas a la OEA: la UNASUR, que agrupa a las naciones del Sur de las Am¨¦ricas y CELAC que integra a todos los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Adem¨¢s, se han fortalecido las relaciones de algunas de las naciones latinoamericanas y caribe?as con socios extra regionales como Ir¨¢n, Rusia y China. En el caso de China, a la intensificaci¨®n de los lazos de comercio e inversi¨®n se sum¨® recientemente, la irrupci¨®n de este pa¨ªs asi¨¢tico en la agenda regional de pol¨ªtica y cooperaci¨®n mediante la creaci¨®n del Foro Permanente China-CELAC.
Adicionalmente, los temas que inercialmente han gravitado sobre las relaciones entre Estados Unidos y Am¨¦rica Latina tales como la migraci¨®n, el narcotr¨¢fico y el caso de Cuba han visto, en los ¨²ltimos meses, decisiones por parte la Administraci¨®n Obama que generan la esperanza de cambios positivos.
Al menos estos tres temas fueron los que predominaron durante la anterior Cumbre de las Am¨¦ricas realizada en Cartagena de Indias en abril del 2012. El mensaje que entonces recibi¨® el presidente Obama por parte de quienes encabezamos las delegaciones del resto de las naciones del Hemisferio fue concluyente: acud¨ªamos a un agotamiento de las respuestas intentadas desde Washington para combatir las drogas ilegales, para controlar los flujos migratorios y para manejar el caso de Cuba.
Debo reconocer que la Administraci¨®n Obama recogi¨® el mensaje y aprovech¨® los dos a?os que han transcurrido desde Cartagena para intentar respuestas alternativas ante dichos temas. En materia de drogas, Estados Unidos se puso a la par del resto de la regi¨®n en la b¨²squeda de escenarios alternos o complementarios a la desacreditada estrategia impulsada por Washington de ¡°guerra contra la drogas¡±. Hoy se cuenta con estudios t¨¦cnicos realizados por la OEA y el discurso prevaleciente se orienta hacia pol¨ªticas m¨¢s integrales y balanceadas, con fuertes componentes de prevenci¨®n del consumo y tratamiento de las adicciones y con consideraciones en torno a alternativas de legalizaci¨®n frente a las llamadas ¡°drogas suaves¡±.
En materia de migraci¨®n, aunque la ausencia de un acuerdo bipartidista en el Congreso de los Estados Unidos ha impedido una reforma s¨®lida, el presidente Obama puede hacer alarde de su voluntad de brindar una respuesta al tema mediante la orden ejecutiva que firm¨® en noviembre pasado. Dicha orden busca conceder alivio de la deportaci¨®n a aproximadamente 5.5 millones de inmigrantes indocumentados.
Finalmente con respecto al tema cubano, los acontecimientos de los ¨²ltimos cinco meses no pueden ser m¨¢s elocuentes. Desde que la Casa Blanca anunciara su decisi¨®n de iniciar un di¨¢logo con Cuba para el restablecimiento de las relaciones diplom¨¢ticas, se han sucedido encuentros entre delegaciones de ambos pa¨ªses que confirman la irreversibilidad del proceso. El hecho ha sido tan in¨¦dito y ha generado tales expectativas, que se espera que el punto culminante la VII Cumbre de las Am¨¦ricas, sea precisamente el encuentro entre los presidentes Barak Obama y Ra¨²l Castro.
De no haber ocurrido nada diferente en las ¨²ltimas semanas, podr¨ªamos haber anticipado la m¨¢s armoniosa Cumbre de las Am¨¦ricas desde que las mismas se inauguraron en el a?o 1994. Sin embargo, pareciera que estos encuentros est¨¢n condenados a la pol¨¦mica y la controversia. En esta ocasi¨®n, la misma ser¨¢ generada por la intensificaci¨®n de la crisis pol¨ªtica y econ¨®mica en Venezuela, junto a la resoluci¨®n ejecutiva suscrita por el Presidente de los Estados Unidos que declara a esa naci¨®n petrolera como una ¡°amenaza extraordinaria e inusual'' a la seguridad nacional de su pa¨ªs.
Es quiz¨¢s en anticipo a la pol¨¦mica que esta decisi¨®n ha generado en la regi¨®n, que en las ¨²ltimas horas el Sr. Ben Rhodes, asesor presidencial sobre Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha querido bajar el tono y ha manifestado que el texto de la resoluci¨®n ejecutiva ¡°es completamente pro forma, es el texto que usamos en ¨®rdenes ejecutivas para todo el planeta''.
?No reviste entonces Venezuela tal amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos? Quiz¨¢s no, pero sin lugar a dudas, si revestir¨¢ una pesada amenaza a la armon¨ªa con que se esperaba contar en la VII Cumbre de las Am¨¦ricas.
Laura Chinchilla Miranda fue presidenta de Costa Rica, 2010-2014
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