¡°Tenemos influencia en el mundo ¨¢rabe. Estamos listos para usarla¡±
El diplom¨¢tico apunta al gran cambio geopol¨ªtico que supondr¨ªa un pacto nuclear
A menudo, en una negociaci¨®n internacional el mayor obst¨¢culo para un pacto no es la distancia entre las partes que dialogan, sino la que separa a estas de las fuerzas que, en sus respectivos pa¨ªses, se oponen al compromiso. Este parece ser ahora el principal escollo al que se enfrentan Barack Obama y Hasan Rohan¨ª para un pacto nuclear, un entendimiento con el potencial para marcar un giro hist¨®rico en las relaciones internacionales. El presidente estadounidense lidia con las reticencias del Congreso; el iran¨ª, con el ala ultraconservadora del r¨¦gimen.
¡°El acuerdo est¨¢ muy cerca. Pero depende de la voluntad pol¨ªtica de alcanzarlo a trav¨¦s del entendimiento y no con presi¨®n. La presi¨®n y la coerci¨®n suelen generar resistencia¡±, advierte Mohammad Javad Zarif, ministro de Exteriores de Ir¨¢n y l¨ªder del equipo negociador de Teher¨¢n. En una entrevista concedida en Madrid a este diario junto con otras tres cabeceras espa?olas, el veterano diplom¨¢tico apuntaba al rompedor escenario que abrir¨ªa un pacto. ¡°Si se logra, esto puede eliminar la profunda desconfianza que todo el pueblo iran¨ª siente hacia EE UU y permitirnos emprender el di¨¢logo con Washington incluso en otras ¨¢reas. Esa posibilidad est¨¢ ah¨ª y nosotros estar¨ªamos dispuestos a considerarla¡±.
Pero los obst¨¢culos aparecen todav¨ªa tit¨¢nicos. El jueves, el l¨ªder supremo, Ali Jamenei, y el presidente Rohan¨ª pronunciaron sendos discursos con una importante divergencia. El presidente reclamaba el levantamiento de las sanciones a Ir¨¢n en el momento de la implementaci¨®n del acuerdo; el l¨ªder supremo lo exig¨ªa de forma simult¨¢nea a la firma del pacto, dando munici¨®n al ala dura. La diferencia es crucial, porque Occidente quiere verificar el cumplimiento de lo acordado antes de retirar las sanciones.
¡°No hay ninguna fractura entre el presidente y el l¨ªder supremo¡±, sostiene Zarif. ¡°Todos decimos que las sanciones deber¨ªan ser levantadas con este acuerdo. La fecha en la que ese levantamiento se haga efectivo es la fecha de implementaci¨®n. Los compromisos de ambas partes deben ser equilibrados. Nosotros asumiremos compromisos el d¨ªa de la firma. EE UU y la UE tambi¨¦n tienen que asumir compromisos ese mismo d¨ªa. Una vez que se asumen, empezaremos a implementarlos. Puede llevar algunas semanas que ambas partes se preparen para la implementaci¨®n de sus compromisos. Las sanciones ser¨¢n levantadas el d¨ªa en el que ese acuerdo sea refrendado por el Consejo de Seguridad [de la ONU]¡±, apunta Zarif, en una explicaci¨®n que parece en l¨ªnea con lo expresado por su presidente.
S¨ªntomas de cierta discrepancia entre Gobierno y l¨ªder supremo tambi¨¦n se aprecian en la dial¨¦ctica relacionada con Israel. Preguntado por un pol¨¦mico tuit de Jamenei colgado el pasado mes de noviembre ¡ªen el que se llamaba a la ¡°aniquilaci¨®n del r¨¦gimen israel¨ª¡±¡ª, Zarif elude asumir de pleno como propio ese discurso.
¡ª?Comparte su Gobierno la idea de la ¡°aniquilaci¨®n del r¨¦gimen israel¨ª¡±?
¡ª[El primer ministro Benjam¨ªn] Netanyahu ha buscado activamente la aniquilaci¨®n del Gobierno iran¨ª en los ¨²ltimos a?os. Creemos que hace falta una soluci¨®n democr¨¢tica a la cuesti¨®n palestina y ese mismo tuit se?alaba una propuesta por la que todos los habitantes de Palestina deber¨ªan tener la posibilidad de decidir sobre el futuro de su pa¨ªs. Si algunos llaman a eso aniquilaci¨®n, es asunto suyo. Es un proceso democr¨¢tico. Pensamos que este r¨¦gimen no ha hecho nada m¨¢s que violar los derechos de todos los ¨¢rabes.
¡ªPero, ?est¨¢ de acuerdo con la idea de la aniquilaci¨®n?
¡ªNo. La idea es una soluci¨®n democr¨¢tica por la que un r¨¦gimen que est¨¢ basado en el apartheid debe ser apartado y debe tener un reemplazo democr¨¢tico. No tenemos nada en contra del pueblo jud¨ªo, los jud¨ªos han vivido en Ir¨¢n durante siglos y tienen ahora un representante en nuestro Parlamento.
Zarif (Teher¨¢n, 1960) es un diplom¨¢tico de notable trayectoria que ha estado al frente de la negociaci¨®n nuclear desde el inicio. Fue el representante iran¨ª ante la ONU entre 2002 y 2007, periodo en el que se aprobaron las primeras rondas de sanciones contra Ir¨¢n por su ambiguo programa nuclear. De joven, estudi¨® Relaciones Internacionales en EE UU. Pese a las dificultades econ¨®micas que afronta su pa¨ªs, se muestra confiado de la proyecci¨®n de Ir¨¢n en la regi¨®n.
¡°Tenemos influencia en todo el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n. Somos un actor importante en esa regi¨®n. Estamos preparados para usarla para alcanzar una soluci¨®n pol¨ªtica en Yemen, porque sabemos que no hay soluci¨®n militar. Los bombardeos saud¨ªes no resolver¨¢n los problemas, entre otras cosas porque en ese pa¨ªs pr¨¢cticamente no hay infraestructuras militares susceptibles de ser objetivo de ataques a¨¦reos. Nosotros no apoyamos a los Huthis [facci¨®n chi¨ª yemen¨ª]. Apoyamos una soluci¨®n negociada¡±, dice Zarif, quien sostiene que, en Irak y Siria, Ir¨¢n tiene desplegados militares solo en calidad de ¡°asesores, y tras la invitaci¨®n de los Gobiernos leg¨ªtimos de esos pa¨ªses que tienen asiento en la ONU¡±.
En clave interna, Zarif responde de forma elusiva a las preguntas sobre la represi¨®n practicada por el r¨¦gimen contra l¨ªderes reformistas. Preguntado por los casos de Mehdi Karroubi y Mir-Hossein Mousavi, candidatos presidenciales contra Mahmud Ahmadineyad y bajo arresto domiciliario desde hace cuatro a?os, el ministro se limita a decir que esos ¡°son asuntos legales que deben ser discutidos en el marco legal en el que se est¨¢n tramitando¡±.
¡°No somos una sociedad monol¨ªtica. Tenemos varias voces en el Gobierno y en la sociedad. Tienen derecho a hablar. Toda la sociedad quiere un pacto; pero un buen pacto. Si no lo logramos, las voces m¨¢s esc¨¦pticas tendr¨¢n el respaldo de la poblaci¨®n¡±, advierte Zarif.
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