Mohamed Bin Salm¨¢n, un joven al servicio de la continuidad
El ministro de Defensa, de 30 a?os e hijo favorito del monarca, se juega su prestigio en la campa?a yemen¨ª. Es tambi¨¦n el ¡®zar¡¯ econ¨®mico del Gobierno
Como ministro de Defensa, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n no s¨®lo se ha convertido en uno de los tres hombres m¨¢s poderosos de Arabia Saud¨ª, tras el rey y junto al titular de Interior, sino que centra la atenci¨®n mundial por su responsabilidad en la actual operaci¨®n militar en Yemen. Sin embargo, el nombramiento ha sorprendido tanto a los saud¨ªes como a los observadores extranjeros. Aunque seg¨²n los usos de la monarqu¨ªa saud¨ª esa cartera clave recae en un miembro del n¨²cleo de la familia real, el hijo favorito del monarca, su juventud, apenas 30 a?os, rompe moldes en un pa¨ªs caracterizado por la senectud de sus gobernantes.
Significativamente, la biograf¨ªa oficial difundida por la agencia estatal de noticias, SPA, tras su designaci¨®n evit¨® mencionar su edad. Se le atribu¨ªan 34 o 35 a?os, hasta que Al Arabiya, la cadena pan¨¢rabe de capital saud¨ª, aclar¨® que hab¨ªa nacido en 1985, lo que le convierte no s¨®lo en el benjam¨ªn del Gobierno, sino en el ministro de Defensa m¨¢s joven del mundo. (El 64 % de los 20 millones de saud¨ªes tiene menos de 30 a?os). Pero su biso?ez no indica ni falta de preparaci¨®n ni de poder.
De hecho, algunos analistas le consideran ¡°el arquitecto de la remodelaci¨®n del Gobierno¡± que ha llevado a cabo el rey Salm¨¢n, de 79 a?os, as¨ª como de haber gestionado el proceso de transici¨®n tras la muerte de Abdal¨¢. MBS, como se le conoce en c¨ªrculos diplom¨¢ticos para distinguirle de otros pr¨ªncipes con el mismo nombre, es adem¨¢s de titular de Defensa, jefe de la Corte Real (quien controla el acceso al monarca) y presidente del Consejo Econ¨®mico y de Desarrollo, uno de los dos ejes de decisi¨®n establecidos por el nuevo soberano (el otro, el Consejo de Seguridad, est¨¢ dirigido por el ministro del Interior, su primo Mohamed Bin Nayef, o MBN).
Para ello ha estado prepar¨¢ndose desde que se licenciara en Derecho por la Universidad King Saud y, sobre todo, desde que a finales de 2009, su padre, que a¨²n era gobernador de Riad, le nombrara ¡°consejero especial¡±. A partir de ese momento, arranca lo que se adivina como una cuidada preparaci¨®n para llegar a lo m¨¢s alto, siempre bajo el manto de su progenitor. El joven pr¨ªncipe empieza a acumular t¨ªtulos y sinecuras, sin olvidar el establecimiento de una fundaci¨®n con su nombre para ayudar a los j¨®venes necesitados.
Aun as¨ª, MBS era un desconocido fuera de los c¨ªrculos reales hasta hace dos a?os cuando, tras la designaci¨®n de Salm¨¢n como sucesor a la muerte del entonces heredero, Nayef, se convirti¨® en jefe de su corte y en ministro de Estado sin cartera. Al anunciarlo, los medios saud¨ªes destacaban sus buenos resultados acad¨¦micos (fue el segundo de su promoci¨®n en la universidad) y su ¨¦tica del trabajo.
Seg¨²n Simon Henderson, de The Washington Institute For Near East Policy, tambi¨¦n es un ¡°buen conocedor y orquestador de los entresijos burocr¨¢ticos¡± a quien se atribuye haber forzado la salida de cuatro viceministros de Defensa mientras su padre estuvo al frente de ese departamento (entre 2011 y su ascenso al trono en enero de este a?o). Pero poco se sabe de sus opiniones pol¨ªticas. A una delegaci¨®n del Congreso de EE. UU. que recientemente visit¨® Riad le asegur¨® que ¡°no se puede confiar en Ir¨¢n¡±, seg¨²n uno de los participantes. La campa?a en Yemen, que tiene mucho que ver con esa desconfianza, va a ponerle a prueba.
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