Certezas e inc¨®gnitas de la cat¨¢strofe de Germanwings y el ¡®caso Lubitz¡¯
Un mes despu¨¦s del siniestro que cost¨® 150 vidas, est¨¢ clara la implicaci¨®n del copiloto
A las 10.41 del pr¨®ximo viernes se cumplir¨¢ un mes del siniestro del Airbus 320 que deb¨ªa volar de Barcelona a D¨¹sseldorf. El vuelo 4U 9525 de Germanwings dej¨® 150 v¨ªctimas y un reguero de preguntas que fueron encontrando respuesta en los d¨ªas siguientes a la tragedia. Las pruebas reunidas por las Fiscal¨ªas de Marsella y D¨¹sseldorf dejan pocas dudas sobre la responsabilidad del copiloto Andreas Lubitz. Incapaz de asumir que sus problemas de salud le impedir¨ªan renovar su licencia de vuelo, prefiri¨® matarse en uno de sus lugares favoritos para volar, los Alpes, y arrastrar a la muerte a 149 v¨ªctimas inocentes.
1. ?Qu¨¦ ha quedado demostrado?
La Fiscal¨ªa de Marsella fue la primera en anunciar lo que entonces parec¨ªa inimaginable. El copiloto ¡°accion¨® el bot¨®n de descenso de manera voluntaria [...] con la intenci¨®n de destruir el avi¨®n¡±, dijo el fiscal franc¨¦s Brice Robin tan solo dos d¨ªas despu¨¦s de la tragedia. La Fiscal¨ªa de D¨¹sseldorf informar¨ªa m¨¢s tarde de los resultados de los registros de las dos viviendas del copiloto suicida. Las autoridades alemanas confirmaron primero que Lubitz estaba bajo tratamiento y que el d¨ªa del siniestro no deber¨ªa haber volado porque estaba de baja. Pero, en lugar de obedecer al m¨¦dico, el copiloto rompi¨® en pedazos las bajas m¨¦dicas, que fueron encontradas en su piso de D¨¹sseldorf. La Fiscal¨ªa dio a conocer m¨¢s tarde que el hombre de 28 a?os hab¨ªa estado en tratamiento por sus tendencias suicidas; y que los d¨ªas anteriores a la tragedia hab¨ªa buscado en Internet m¨¦todos para suicidarse y para bloquear la puerta de la cabina del avi¨®n.
2. ?Y qu¨¦ ha dicho Germanwings, la aerol¨ªnea para la que Lubitz trabajaba desde 2013?
Lufthansa, la matriz de Germanwings, mantiene que en ning¨²n momento supo de los problemas de salud del copiloto porque su historial m¨¦dico es confidencial. Pero los responsables de la empresa han ido modulando su discurso. El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, dijo a los dos d¨ªas de la cat¨¢strofe que, seg¨²n la informaci¨®n de la que dispon¨ªan, Lubitz era ¡°100% apto para el vuelo, sin ning¨²n tipo de peculiaridad o limitaci¨®n¡±. Pero, tras una investigaci¨®n interna, la aerol¨ªnea admiti¨® que el piloto hab¨ªa informado en 2009 a la escuela en la que hac¨ªa pr¨¢cticas, propiedad de Lufthansa, de ¡°un episodio de depresi¨®n grave¡±. Lubitz hizo este aviso tras interrumpir su periodo de formaci¨®n por sus problemas de salud.
3. ?Qu¨¦ dudas quedan por despejar?
B¨¢sicamente, en qui¨¦n recae la responsabilidad de que Lubitz se sentara en la cabina del avi¨®n pese a que su condici¨®n m¨¦dica se lo imped¨ªa. La Oficina Federal de Tr¨¢fico A¨¦reo y Lufthansa se han echado las culpas mutuamente. La primera acus¨® a la aerol¨ªnea de no haberle informado de los problemas mentales del copiloto, versi¨®n que Lufthansa niega categ¨®ricamente. En abril de 2013 entr¨® en vigor una normativa europea que recoge la obligaci¨®n de informar a las autoridades sobre las enfermedades graves ¡ªcomo una depresi¨®n¡ª que padezcan los pilotos o copilotos, pero Lufthansa se defiende esgrimiendo una disposici¨®n del reglamento, que establece algunas excepciones. La empresa insiste en que en ning¨²n momento ocult¨® datos relevantes sobre Lubitz a las autoridades alemanas.
4. ?Qu¨¦ ha cambiado desde entonces?
Las aerol¨ªneas alemanas y las de otros pa¨ªses europeos anunciaron tras la cat¨¢strofe que cambiar¨ªan las normas para obligar a que en todo momento hubiera m¨¢s de una persona en la cabina del piloto. Se pretende as¨ª evitar otro caso Lubitz, en el que el copiloto aprovech¨® la salida del piloto para encerrarse en la cabina, impedir la entrada de nadie m¨¢s y poner en marcha sus macabros planes. ¡°Por Dios, abre la maldita puerta¡±, gritaba el capit¨¢n Patrick Sondenheimer mientras aporreaba la puerta en el momento del descenso, seg¨²n qued¨® grabado en una de las dos cajas negras.
5. ?Y qu¨¦ sigue igual?
El caso Lubitz ha avivado en Alemania el debate sobre el secreto m¨¦dico. Algunos pol¨ªticos, tanto democristianos como socialdem¨®cratas, reclamaron un cambio legal para obligar a los profesionales m¨¦dicos a informar del estado de salud en personas que por su profesi¨®n ¡ªpilotos, conductores de tren o autobuses¡ª tengan una responsabilidad especial. Frente a estas voces, las asociaciones de m¨¦dicos destacan que la confidencialidad es un derecho b¨¢sico del paciente y se?alan que en la actualidad si un m¨¦dico considera que alguien supone un peligro ya est¨¢ obligado a comunicarlo. El Gobierno ha dejado claro que no planea cambiar la regulaci¨®n sobre este aspecto; tambi¨¦n descarta inhabilitar a los pilotos que padezcan una depresi¨®n, ya que considera que este veto aumentar¨ªa el riesgo de ocultar estas enfermedades.
6. ?C¨®mo se ha enfrentado Alemania a la cat¨¢strofe a¨¦rea?
La mayor cat¨¢strofe sufrida nunca por una aerol¨ªnea alemana ha dejado una profunda huella. El caso fue especialmente duro para Haltern am See, una peque?a localidad de la que proven¨ªan 16 adolescentes y dos profesoras de un instituto que ten¨ªa un programa de intercambio con un centro de la localidad catalana de Llinars del Vall¨¨s. El impacto de la tragedia en Alemania, de donde proced¨ªan 72 de las 150 v¨ªctimas, qued¨® patente el pasado viernes 17 de abril en el funeral de Estado celebrado en la catedral de Colonia y al que asisti¨® toda la ¨¦lite pol¨ªtica del pa¨ªs, entre ellos, el presidente federal Joachim Gauck y la canciller Angela Merkel. "Quiz¨¢s lo que m¨¢s nos horroriza es la falta de sentido de lo ocurrido", dijo Gauck en un discurso alabado por los medios alemanes por su sensibilidad a la hora de captar el dolor de sus ciudadanos. El presidente tambi¨¦n tuvo palabras de ¨¢nimo para la familia de Lubitz.
7. ?Y Espa?a?
La Sagrada Familia de Barcelona acoger¨¢ el pr¨®ximo 27 de abril el funeral institucional por las 150 v¨ªctimas, de las que 50 eran espa?olas. A la ceremonia acudir¨¢n el rey Felipe VI y la reina Letizia. Adem¨¢s, el Parlament de Catalu?a ofrecer¨¢ antes una recepci¨®n privada a los familiares. El ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, ya intervino en el funeral organizado la semana pasada en Colonia.
8. ?C¨®mo ha reaccionado la familia de Lubitz?
No ha trascendido mucha informaci¨®n sobre la familia de Lubitz. Los padres volaron a los Alpes, el lugar del suceso, cuando su hijo a¨²n parec¨ªa una v¨ªctima m¨¢s, y all¨ª se enteraron de las acusaciones del fiscal de Marsella. ¡°Estaba hundido, completamente abatido. Me pareci¨® ver a un hombre que cargaba a sus espaldas todo el drama¡±, dijo el alcalde de una aldea de los Alpes, Prads-Haute-Bl¨¦one, el 30 de marzo. Al igual que el resto de los familiares de las v¨ªctimas, los padres de Lubitz fueron invitados al funeral de Estado celebrado en Colonia, pero rechazaron la invitaci¨®n.
9. ?C¨®mo ha quedado el lugar del siniestro?
Tras cuatro semanas de trabajos, la recogida de los restos del avi¨®n en los Alpes franceses concluy¨® el 20 de abril. Lufthansa encarg¨® los trabajos a una empresa especializada, que se llev¨® los restos por helic¨®ptero y los deposit¨® en un almac¨¦n de Seyne-les-Alpes. All¨ª estar¨¢n hasta que lo decida la Fiscal¨ªa. Los costes de la operaci¨®n los asumir¨¢ un consorcio asegurador liderado por Allianz. Si a estos costes se le suman los del avi¨®n accidentado y las indemnizaciones a los familiares de las v¨ªctimas, el consorcio ha establecido una primera estimaci¨®n de 300 millones de d¨®lares (unos 278 millones de euros), cantidad que puede aumentar pr¨®ximamente. Todav¨ªa est¨¢n pendientes las labores de limpieza de todas las sustancias nocivas, como el queroseno, que queden en el lugar del siniestro.
10. ?Qu¨¦ indemnizaciones cobrar¨¢n los familiares de las v¨ªctimas?
Lufthansa ya ha pagado a la mayor¨ªa de las familias (111 de las 150) los 50.000 euros por v¨ªctima que anunci¨® a los pocos d¨ªas de la tragedia. Pero la factura promete ser mucho mayor. El representante de 21 afectados alemanes, Elmar Giemulla, estudia la posibilidad de llevar a Lufthansa a los tribunales en EE UU si no logran cerrar un acuerdo con la aerol¨ªnea en Alemania.
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