Los naufragios revelan la divisi¨®n de Europa en pol¨ªtica migratoria
Los l¨ªderes de la UE buscan superar las divergencias ante la cumbre urgente del jueves
Europa se sienta alrededor de una misma mesa para abordar un desaf¨ªo pretendidamente com¨²n, pero que encierra realidades diversas seg¨²n el punto de observaci¨®n. La inmigraci¨®n irregular representa para Italia cientos de barcazas que cruzan el Mediterr¨¢neo hacia las costas europeas. Suecia crea nuevas plazas p¨²blicas para lidiar con un incremento de las demandas de asilo. El miedo al yihadismo y a los elevados flujos de extranjeros ha llevado a Bulgaria a construir un muro que recorre ya 32 kil¨®metros en la frontera con Turqu¨ªa. Realidades tan distantes dificultan una respuesta com¨²n por parte del territorio que ambicionan todos los extranjeros que arriesgan su vida para buscar un futuro mejor: la Uni¨®n Europea.
Por encima de toda la casu¨ªstica emergen dos polos que aglutinan a buena parte de los Estados miembros. Los pa¨ªses del norte, principalmente Alemania, Holanda y los n¨®rdicos, son reacios a destinar m¨¢s recursos para contener los naufragios en el Mediterr¨¢neo porque al final los extranjeros que solicitan asilo acaban recalando en la parte norte de Europa. El flanco sur, con Italia a la cabeza, rechaza afrontar en solitario la presi¨®n migratoria del Mediterr¨¢neo porque el problema le ata?e a toda Europa. ¡°No se puede mirar para otro lado¡±, defendi¨® este martes el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
La rotundidad de lo ocurrido en las costas italianas ha difuminado la l¨ªnea que separa a esos dos bloques europeos y por primera vez se exhibe una voluntad de responder conjuntamente al fen¨®meno migratorio. Fuentes comunitarias aseguran que Alemania muestra ahora una actitud mucho m¨¢s proclive a implicarse en el problema y que eso podr¨ªa movilizar a otros pa¨ªses esc¨¦pticos. Pero la complejidad de la situaci¨®n ¡ªm¨¢s all¨¢ del drama de los naufragios¡ª y la falta de arrojo pol¨ªtico de los Estados han frenado, durante a?os, los remedios.
Los 28 Estados comunitarios ten¨ªan registrados el a?o pasado 626.710 demandantes de asilo, seg¨²n datos de Eurostat, la agencia estad¨ªstica comunitaria. Aunque algunos expertos alertan de que existen muchos extranjeros que entran sin ser detectados y no solicitan protecci¨®n, la cifra demuestra que al menos una buena parte de quienes acceden al club comunitario optan por solicitar ese estatus, que requiere demostrar persecuci¨®n pol¨ªtica u otro tipo de amenazas que impiden la vuelta al pa¨ªs de origen.
El colectivo se distribuye de manera muy heterog¨¦nea. Alemania registr¨® un tercio de esas peticiones. Suecia, Francia, Hungr¨ªa y Austria aportaron otro tercio, lo que implica que el grueso del reparto se concentra en pocos pa¨ªses. En cualquier caso, las cosas est¨¢n empezando a cambiar porque ya el a?o pasado Italia se situ¨® en el tercer puesto de las demandas de asilo, con 64.625. Un nuevo marco europeo obliga a quienes buscan protecci¨®n inscribirse en el pa¨ªs al que llegan, aunque esta pr¨¢ctica a¨²n no es la norma.
Los datos son a¨²n m¨¢s elocuentes al hablar de las concesiones de asilo. De todas las respuestas positivas del a?o pasado, la mitad las concedi¨® Alemania, mientras Espa?a apenas otorg¨® la condici¨®n de refugiado a 15 personas (y rechaz¨® a 905). ¡°Aunque inmigraci¨®n y asilo son cosas diferentes, es cierto que las pol¨ªticas de asilo deber¨ªan estar m¨¢s coordinadas en la UE; hay pa¨ªses que no est¨¢n aceptando su parte¡±, considera Richard Youngs, experto de la casa de an¨¢lisis Carnegie Europe.
Para intentar homogeneizar los criterios, Bruselas adopt¨® hace casi dos a?os un nuevo sistema com¨²n de asilo que desincentive las fugas de un pa¨ªs a otro en funci¨®n del grado de benevolencia hacia los refugiados. Se trataba de una exigencia de los Estados del norte para que el sur tambi¨¦n se implicase en estos procesos. En la pr¨¢ctica, los Estados no lo han aplicado. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, ha instado a hacerlo ¡°sin demoras¡±. ¡°En la actualidad un mismo demandante de asilo puede tener hasta un 75% de posibilidades de recibir el asilo en un pa¨ªs de la UE y menos del 1%, con los mismos motivos, en otro pa¨ªs¡±, expone gr¨¢ficamente Juncker en su lista de prioridades para gestionar la inmigraci¨®n.
Lo que ocurre muchas veces es que, si no son detectados al entrar, los extranjeros que huyen de sitios conflictivos y recalan en ciertos Estados del sur rechazan inscribirse como demandantes de asilo. ¡°Nos encontramos con que en Grecia les gustar¨ªa acceder al sistema, pero saben que no implica ning¨²n beneficio porque de todos modos van a vivir en la calle. No hay incentivos para solicitarlo¡±, relata Ana Fontal, del Consejo Europeo de Refugiados y Asilados. En un caso similar, los socios del norte reprochan a Italia que no haga lo suficiente para retener a los extranjeros que arriban a sus costas ¡ªy que legalmente deber¨¢n solicitar el estatus de refugiado en Italia¡ª pero se desplazan a Estados donde la probabilidad de ser aceptados es mayor.
Los pa¨ªses del sur admiten esa brecha, pero argumentan que el fen¨®meno migratorio va mucho m¨¢s all¨¢ de los potenciales refugiados y que atender ¡ªaunque sea temporalmente¡ª a quienes llegan en primera instancia a las costas italianas, espa?olas o griegas supone un esfuerzo en el que el norte apenas participa. Adem¨¢s, muchos de los extranjeros que llegan all¨ª se quedan de forma irregular en su territorio, mucho m¨¢s propicio a la econom¨ªa y el trabajo sumergidos que en los Estados del norte. Sin datos que lo atestig¨¹en, el debate en Bruselas acaba en gran medida basado en prejuicios y emociones. ¡°El problema no se puede resolver solo en una parte de la UE. Como los naufragios de esta semana han sido tan dram¨¢ticos, los pa¨ªses del norte est¨¢n despertando¡±, conf¨ªa Richard Youngs, de Carnegie.
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