El Tribunal Supremo argentino anula los jueces nombrados por el Gobierno
Varapalo jur¨ªdico para Fern¨¢ndez de Kirchner, abiertamente enfrentada a la Corte
Buena parte de la actualidad pol¨ªtica en Argentina pasa por los tribunales, en los que el Gobierno se lleva un d¨ªa una alegr¨ªa y otro un golpe. Si el lunes el kirchnerismo lograba empezar a pasar p¨¢gina del caso Nisman cuando el fiscal rechazaba seguir con su denuncia contra la presidenta, hoy el Tribunal Supremo ha dado un varapalo importante al Ejecutivo. En una decisi¨®n un¨¢nime de los cuatro jueces que lo conforman ¨Cel quinto no logra ser sustituido porque el Gobierno no tiene mayor¨ªa en el Congreso para nombrar al que le gustar¨ªa- el Supremo ha anulado el nombramiento que realiz¨® el Gobierno de cinco ¡°conjueces¡± designados para sustituir a los magistrados del Supremo en ¡°circunstancias excepcionales¡±.
El Supremo se?ala en esta sentencia un¨¢nime que no puede permitir el nombramiento del Ejecutivo porque estos jueces no lograron el apoyo de los dos tercios del Senado. La realidad de las c¨¢maras, donde el kirchnerismo tiene una mayor¨ªa precaria desde 2013, bloquea as¨ª el intento del Gobierno por tener un mayor control del Supremo.
El enfrentamiento entre Fern¨¢ndez de Kirchner y este Tribunal, en especial su presidente, Ricardo Lorenzetti, es expl¨ªcito, y la presidenta habla abiertamente del ¡°partido judicial¡±, tratando de atribuir a intereses pol¨ªticos sus decisiones.
"El nombramiento de los jueces de la Naci¨®n de acuerdo con el procedimiento constitucionalmente establecido es uno de los pilares esenciales del sistema de divisi¨®n de poderes sobre el que se asienta la Rep¨²blica¡±, se?ala el Supremo para justificar su decisi¨®n. ¡°Toda persona que interviene en una acci¨®n judicial tiene derecho a que los jueces que resuelvan el asunto hayan sido designados de acuerdo a los mecanismos que el constituyente consider¨® que garantizan la independencia e imparcialidad del ¨®rgano judicial que integran", rematan.
La Corte Suprema es la encargada de juzgar los grandes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y siempre ha sido un centro de presiones pol¨ªticas y favores. En la ¨¦poca menemista se lleg¨® al extremo de politizaci¨®n y varios jueces fueron acusados de corrupci¨®n, motivo por el cual la justicia tiene una valoraci¨®n baja en Argentina. N¨¦stor Kirchner quiso acabar con esta imagen y a su llegada, de la mano del entonces ministro de Justicia Gustavo B¨¦liz, coloc¨® a jueces intachables al frente del Supremo. B¨¦liz fue destituido precisamente por enfrentarse a Antonio Stiusso, el hombre clave del espionaje, que se hizo conocido con el caso Nisman y ahora se ha fugado de Argentina.
Las cosas han cambiado desde aquellos primeros a?os del kirchnerismo y varios medios argentinos especulan con la posibilidad de que Fern¨¢ndez de Kirchner quiera ampliar de nuevo la Corte hasta nueve miembros ¨Ccomo era en la ¨¦poca menemista- para recuperar el control ante un panorama judicial complejo, en el que se debe juzgar esc¨¢ndalos como el de Hotesur, que afecta directamente a su familia. El Gobierno ha negado que tenga intenciones de ampliar la Corte pero de momento ha recibido un mensaje claro de sus miembros actuales, que mantienen las espadas en alto contra el poder ejecutivo y tratan de mantener el control.
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