Obama admite que EE UU mat¨® por error a dos rehenes occidentales
La operaci¨®n ocurri¨® en enero en la frontera entre Pakist¨¢n y Afganist¨¢n
En una declaraci¨®n absolutamente fuera de la norma con la que el presidente de Estados Unidos busc¨® hacer de la necesidad virtud, Barack Obama compareci¨® esta ma?ana en la Casa Blanca para admitir que dos rehenes en manos de Al Qaeda murieron el pasado enero en una operaci¨®n contraterrorista en la regi¨®n fronteriza entre Pakist¨¢n y Afganist¨¢n. Las v¨ªctimas son el estadounidense Warren Weinstein, 73 a?os, secuestrado en 2011, y el italiano Giovanni Lo Porto, 40, en manos de los terroristas desde 2012.
Apesadumbrado, Obama pidi¨® disculpas a las familias por haber matado de ¡°forma accidental¡± a ambos hombres. ¡°Como presidente y comandante en jefe asumo toda la responsabilidad". ¡°Como marido y padre no puedo ni imaginar la angustia que las familias de Weinstein y Lo Porto est¨¢n viviendo hoy¡±, dijo el presidente emitiendo un profundo suspiro. La Casa Blanca ha anunciado que compesar¨¢ a las familias de los inocentes fallecidos.
Con su declaraci¨®n, Obama buscaba adjudicarse la etiqueta de la transparencia ante tama?a tragedia. Y sin embargo omiti¨® dos importantes datos durante su breve alocuci¨®n. Que el ataque en el que murieron los rehenes fue un ataque perpetrado con drones y que en una operaci¨®n posterior en esa zona fallecieron dos miembros de Al Qaeda que ten¨ªan pasaporte estadounidense.
Vamos a identificar las lecciones de esta tragedia¡±, declara Barack Obama
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su habitual rueda de prensa diaria, ofreci¨® m¨¢s informaci¨®n. Las fechas en las que ocurrieron los ataques fueron el pasado 17 y 19 de enero, respectivamente. Earnest insisti¨® en la palabra ¡°accidental¡± para definir la muerte de Weinstein y Lo Porto y relat¨® que el campamento atacado en primer lugar, y en el que se encontraban estos ¨²ltimos, fue vigilado durante ¡°muchas horas¡± y no exist¨ªa constancia de que ambos hombres estuvieran ah¨ª.
Para salir al paso del debate que se avecina sobre el pol¨¦mico uso de drones, la Casa Blanca inform¨® en un comunicado que la operaci¨®n que cost¨® la vida a Weinstein y Lo Porto "era legal y estaba dentro de las pol¨ªticas antiterroristas" ejercidas por el Gobierno de EE UU. A¨²n as¨ª, la Administraci¨®n est¨¢ llevando a cabo "una revisi¨®n independiente" para determinar qu¨¦ pas¨® y evitar que algo semejante vuelva a pasar en el futuro. "Haremos lo posible para evitar que se repita", subray¨® Obama.
Dos cooperantes con mucha experiencia
Los dos rehenes occidentales muertos en el ataque estadounidense a Al Qaeda entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, ambos trabajadores humanitarios, llevaban a?os en cautividad. El estadounidense Warren Weinstein fue secuestrado en Pakist¨¢n en 2011. El italiano Giovanni Lo Porto, en ese mismo pa¨ªs en enero de 2012.
Weinstein, de 73 a?os, doctorado en Derecho Internacional y Econom¨ªa, trabajaba como asesor en una de las empresas contrata en Pakist¨¢n de la Agencia Internacional para el Desarrollo estadounidense. Viv¨ªa en ese pa¨ªs desde hac¨ªa a?os, hab¨ªa aprendido urdu y, como relata en un obituario el New York Times, se hab¨ªa aclimatado tanto al pa¨ªs que sol¨ªa vestir el salwar kameez, el atuendo tradicional paquistan¨ª. Cuando fue capturado, acababa de reservar los billetes de avi¨®n para ir a visitar a su familia en Rockville (Maryland). Weinstein, que hab¨ªa pasado 40 a?os viajando por todo el mundo, hablaba siete idiomas y hab¨ªa servido en el cuerpo de paz en Costa de Marfil y en Togo; tambi¨¦n vivido un tiempo en Asia, antes de llegar a Pakist¨¢n, un pa¨ªs por el que, seg¨²n su esposa, sent¨ªa aut¨¦ntica devoci¨®n. Seg¨²n los medios estadounidenses, Weinstein, que sufr¨ªa problemas de coraz¨®n y asma, fue identificado en varios v¨ªdeos difundidos por Al Qaeda.
El italiano Giovanni Lo Porto, de 40 a?os, acababa de llegar a Pakist¨¢n para trabajar en una organizaci¨®n de cooperaci¨®n alemana cuando fue secuestrado junto a un compa?ero de esa nacionalidad. Este ¨²ltimo fue liberado en una operaci¨®n de las fuerzas especiales alemanas el pasado octubre. Lo Porto, nacido en Palermo (Sicilia), estudi¨® en la Universidad de Londres, donde se especializ¨® en conflictos y estudios de Paz. El italiano ten¨ªa una larga trayectoria en entidades dedicadas a la cooperaci¨®n, con las que hab¨ªa trabajado en Rep¨²blica Centroafricana y Hait¨ª. La prensa italiana relata que, tras pasar un par de semanas en Pakist¨¢n en un viaje personal en enero de 2012, decidi¨® trasladarse a ese pa¨ªs para encabezar un proyecto destinado a reconstruir los edificios destruidos por un terremoto y las inundaciones que afectaron Pakist¨¢n en 2010.
Entonces, Obama recurri¨® de nuevo a utilizar un error para resaltar una cualidad de Estados Unidos. ¡°Una de las cosas" que hacen de esta naci¨®n ¡°un pa¨ªs excepcional" es "nuestra disposici¨®n a enfrentar de lleno nuestras imperfecciones y aprender de nuestros errores", declar¨® Obama. "He ordenado una revisi¨®n completa de lo ocurrido. Vamos a identificar las lecciones que se pueden aprender de esta tragedia", prometi¨®.
Lo sucedido representa un duro golpe para la Agencia Central de Inteligencia (CIA, siglas en ingl¨¦s) y su programa secreto de ataques con drones en Pakist¨¢n, que el presidente Obama hered¨® al llegar al poder en 2009 y posteriormente extendi¨®. Dos d¨ªas despu¨¦s de la operaci¨®n que cost¨® la vida a los dos rehenes occidentales, un ataque contra un campamento de Al Qaeda mataba a Ahmed Farouq, ciudadano norteamericano y l¨ªder de la organizaci¨®n terrorista en Pakist¨¢n, y a Adam Gadahn,, tambi¨¦n estadounidense cuyo nombre de guerra era Azzam El Americano, propagandista de Al Qaeda y quien durante la Administraci¨®n de George W. Bush fue acusado de traici¨®n y proveer apoyo militar al terrorismo.
Normalmente, la Casa Blanca debe obtener una autorizaci¨®n especial para atacar a un norteamericano sospechoso de querer atentar contra EE UU. Pero supuestamente este no era el caso ya que ni Farouq ni Gadahn eran los objetivos de la operaci¨®n, seg¨²n el portavoz de la Casa Blanca, que no quiso especificar qui¨¦n lo era entonces.
El concepto de guerra quir¨²rgica trajo consigo el de v¨ªctimas y da?os colaterales, porque no existen guerras as¨¦pticas. Obama ha recreado un escenario en el que habl¨® de la ¡°confusi¨®n de la batalla¡± para tratar de justificar la muerte de dos inocentes. "Es una verdad amarga y cruel que en la confusi¨®n de la guerra en general, y en nuestra lucha contra los terroristas en particular, esos errores, algunas veces errores mortales, pueden suceder", concedi¨® el mandatario, que tras concluir su exposici¨®n abandon¨® la sala de prensa, cabizbajo, sin aceptar preguntas, que por otra parte ning¨²n reportero intent¨® pronunciar.
La guerra secreta con drones en varios pa¨ªses
La guerra de los drones de Barack Obama se define por el secretismo con que se lleva. Heredada en 2009 de su predecesor, George W. Bush, a lo largo de los dos mandatos de Obama se han realizado 347 ataques sobre Pakist¨¢n (frente a los 48 de Bush), seg¨²n la base de datos de New American Foundation, que registra los ataques con aviones no tripulados que se iniciaron en Yemen en 2002.
En lo que va de a?o, EE UU ha lanzado cinco ataques con drones en Pakist¨¢n, una cifra muy inferior a los 122 de 2010, seg¨²n la misma fuente. Mientras que EE UU s¨ª tiene un mandato para conducir operaciones militares dentro de Afganist¨¢n, no sucede lo mismo con Pakist¨¢n, donde la campa?a de drones ha enfurecido al Gobierno de Islamabad y es considerada ilegal por los m¨¢s cr¨ªticos.
Si el ritmo de ataques con drones sobre Pakist¨¢n ha descendido, la Administraci¨®n de Obama ha incrementado las campa?as antiterroristas usando aviones no tripulados en ¨¢reas de Oriente Pr¨®ximo y del norte de ?frica, donde han aflorado numerosas ramas de Al Qaeda y el autodenominado Estado Isl¨¢mico ha echado ra¨ªces.
Mientras que el Pent¨¢gono insiste en que las operaciones con drones son limpias, sobre objetivos concretos, que causan m¨ªnimas v¨ªctimas civiles, las cifras hablan de una realidad distinta. El grupo de defensa de derechos humanos Reprieve se?ala que, para acabar con la vida de m¨¢s de 40 militantes de Al Qaeda, Estados Unidos ha causado la muerte de m¨¢s de 1.110 personas.
Los ataques con drones carecen pr¨¢cticamente de riesgos; al menos no los sufre quien maneja un mando y observa en una pantalla a miles de kil¨®metros de distancia el objetivo sobre el que disparar¨¢ el dron.
Para Human Right Watch, no solo es criticable el m¨¦todo; tambi¨¦n lo es el hecho de a qui¨¦n se mata. Los intentos de los grupos de derechos humanos y civiles para que los tribunales norteamericanos fuercen a la Administraci¨®n a revelar detalles del programa secreto de drones han resultado hasta ahora infructuosos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.