Lynton Crosby, el Rasput¨ªn de los ¡®tories¡¯
Un brusco y met¨®dico australiano dirige la campa?a electoral de los conservadores
Si uno imagina a los candidatos del partido conservador brit¨¢nico como jugadores de f¨²tbol, hoy en pleno combate electoral, Lynton Crosby es su entrenador, el hombre que no entra en el campo pero grita ¨®rdenes desde la l¨ªnea de juego, toma las decisiones t¨¢cticas, mantiene la unidad del equipo.
La met¨¢fora no es una exageraci¨®n. Australiano de nacimiento pero radicado en Londres, Crosby no puede votar en las elecciones generales del jueves pero, con la posible excepci¨®n del capit¨¢n conservador, el primer ministro, David Cameron, es la figura que m¨¢s influye en la batalla del partido para seguir en el poder cinco a?os m¨¢s. Contratado en 2012 (un mill¨®n de libras, estima la prensa) por los conservadores como director de la campa?a electoral, terreno en el que tiene un destacado curr¨ªculum internacional, Crosby es tan respetado como temido por los candidatos tories. Le llaman ¡°el Mago de Oz¡± (¡°oz¡± es como los australianos suelen referirse a su pa¨ªs por c¨®mo se pronuncia la primera s¨ªlaba de Australia en ingl¨¦s); le llaman ¡°Rasput¨ªn¡±, ¡°rottweiler¡±, ¡°the Crosbinator¡±, ¡°el genio malvado¡±, ¡°la eminencia gris¡±.
Met¨®dico y muy trabajador, est¨¢ al mando de un equipo que gestiona sondeos permanentes del estado de ¨¢nimo del electorado y monitorea con lupa las campa?as de los m¨¢s de 600 candidatos conservadores distribuidos por el pa¨ªs. Pocos se animan a desafiar sus detalladas instrucciones respecto del mensaje que deben comunicar. Si se entera de que algunos han desobedecido les manda un mensaje de texto de dos palabras: ¡°Not helpful¡± ¡ª¡°no ayuda¡±¡ª, que es su manera de advertirles de que, si siguen as¨ª, ¨¦l mismo se encargar¨¢ de ir a darles una paliza.
Eso s¨ª que es una exageraci¨®n, pero no tanta. Crosby, de 58 a?os, es la expresi¨®n en carne y hueso del estereotipo del australiano brusco y directo que salpica su conversaci¨®n con groser¨ªas. Pero a su vez posee lo que alguien que le conoce bien describe como ¡°una mente l¨¢ser¡±, una l¨²cida capacidad para simplificar un problema aparentemente complejo y dar r¨¢pidamente con la soluci¨®n.
La p¨¢gina web de su empresa, Crosby Textor Group, se jacta de su ¡°pedigr¨ª¡± a la hora de combinar ¡°investigaci¨®n de mercado, comunicaci¨®n estrat¨¦gica y ejecuci¨®n de campa?as¡±. Ha obtenido grandes resultados tanto con las empresas privadas que han pagado por sus servicios en m¨¢s de 50 pa¨ªses como en el mundo de la pol¨ªtica. Ha sido el cerebro detr¨¢s de victorias electorales nacionales en su pa¨ªs natal y en Nueva Zelanda, y dos veces seguidas condujo las exitosas campa?as electorales del tambi¨¦n conservador Boris Johnson a la alcald¨ªa de Londres. En la sede londinense de Crosby Textor cuelga una foto enmarcada de Johnson, posible futuro primer ministro brit¨¢nico, en la que este escribi¨® a mano que Crosby es ¡°sencillamente el mejor director de campa?a y estratega pol¨ªtico que jam¨¢s¡± haya ¡°conocido¡±.
Tanto Johnson como Cameron provienen de la alta casta inglesa. Ambos fueron educados en el colegio privado m¨¢s antiguo y venerable del pa¨ªs, Eton, y en la Universidad de Oxford. Aunque Johnson es m¨¢s carism¨¢tico, ninguno de los dos posee el despiadado instinto de perro de ataque que caracteriza a Crosby. Cuando flaquean, seg¨²n gente que lo ha visto en acci¨®n, ¨¦l les da una buena sacudida verbal, cuestiona su hombr¨ªa, les recuerda que para lograr la victoria todo vale dentro de la ley. Y ellos, como pr¨¢cticamente la totalidad de los candidatos conservadores, sucumben a la fuerza de su voluntad y a la claridad de su mandato.
Se ver¨¢ el jueves si la f¨®rmula Crosby funciona, pero hasta la fecha uno de sus logros m¨¢s admirados ha sido mantener unido a un partido en el que es bien sabido que existen serias divisiones internas, concretamente sobre la cuesti¨®n de si Gran Breta?a debe seguir en la Uni¨®n Europea o no. Su m¨¦todo, muy sencillo: evitar que ning¨²n candidato mencione el tema p¨²blicamente en la campa?a y concentrar todas las energ¨ªas en difundir variantes sobre un solo mensaje: que el Gobierno de Cameron evit¨® la cat¨¢strofe tras la crisis de 2008 y ha reconducido la econom¨ªa por el buen camino. Aunque existe mucho descontento en el pa¨ªs, aunque el poder adquisitivo del grueso de la ciudadan¨ªa no es lo que fue en 2007, los conservadores son gente fiable, seg¨²n el gui¨®n de Crosby, a diferencia de los laboristas de Ed Miliband, que son unos ineptos so?adores socialistas condenados a llevar al pa¨ªs a la ruina.
Se ha criticado en la prensa el tono negativo de la campa?a que dirige Crosby pero gente cercana a ¨¦l dice que ¡ªconvencido de que el temor a perder lo que tienen motivar¨¢ a los votantes m¨¢s que el entusiasmo por el cambio¡ª tiene la seguridad absoluta de que los conservadores ganar¨¢n m¨¢s esca?os parlamentarios que sus rivales.
Crosby es poco conocido por el gran p¨²blico brit¨¢nico pero tiene muchos enemigos dentro de la maquinaria del partido laborista y en los medios. En esto, seg¨²n un ingenioso columnista del diario The Independent, recuerda al entrenador del Chelsea, Jos¨¦ Mourinho, ¡°con quien comparte un talento para ganar en diferentes pa¨ªses pero siempre con las mismas atrofiantes t¨¢cticas¡±. A Crosby y a los conservadores que le han contratado les da igual: el objetivo no es generar afecto, sino ganar, a toda costa y como sea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.