Detenido uno de los cerebros de la desaparici¨®n de los 43 estudiantes

Uno de los supuestos cerebros del secuestro y asesinato de los 43 estudiantes en el sur de M¨¦xico fue detenido este jueves en un lujoso club de golf. Francisco Salgado Valladares, quien fuera subdirector de la Polic¨ªa de la ciudad de Iguala esa noche del 26 de septiembre de 2014, fue quien dio la orden de raptar a los muchachos de la escuela de Ayotzinapa. Seg¨²n la investigaci¨®n oficial, este polic¨ªa corrompido por el dinero del narcotr¨¢fico entreg¨® a los j¨®venes a unos sicarios, que se encargaron de ejecutarlos de madrugada en un lugar fantasmal, un vertedero solitario entre las monta?as.

Las fotos que han trascendido de Salgado Valladares tras su detenci¨®n son las de un hombre hosco, con barba de chivo y unas fosas nasales tan abiertas como la boca de un pez fuera del agua. La Polic¨ªa Federal lo detuvo en una urbanizaci¨®n con jacarandas y carritos de golf en Cuernavaca, una ciudad a una hora de la Ciudad de M¨¦xico. El hombre, de 41 a?os, ha estado estos meses oculto en casas de familiares en los estados de Guerrero y Morelos, donde finalmente le han echado el guante. En el momento de la detenci¨®n acud¨ªa a una reuni¨®n a bordo de un coche sin matr¨ªcula. Llevaba encima cartuchos para un fusil Ak-4, seg¨²n informaci¨®n oficial.?

Ca¨ªdo Salgado, las autoridades tienen todav¨ªa la tarea de detener a quien fuera el jefe m¨¢ximo de la corporaci¨®n policial de esa ciudad coptada por el narcotrafico, Felipe Flores Vel¨¢zquez. Era su jefe. Entre uno y otro al mando de una cuadrilla de polic¨ªas corruptos propagaron el terror esa noche. El ahora detenido est¨¢ acusado de recibir 600.000 pesos (unos 42.000 d¨®lares) mensuales del operador financiero del grupo criminal Guerreros Unidos. Este cartel sembr¨® el monte que rodea Iguala de cad¨¢veres de gente que se opuso a sus negocios y controlaba el Ayuntamiento a trav¨¦s del alcalde, Jos¨¦ Luis Abarca, y su esposa.

El d¨ªa de la desaparici¨®n, la mujer protagonizaba un acto que deb¨ªa de servirle como trampol¨ªn para convertirse en la siguiente alcaldesa del municipio, en una suerte de sucesi¨®n din¨¢stica. Los encargados de la seguridad del evento, como Valladares, tuvieron la orden de frenar a los estudiantes, a menudo reivindicativos y molestos para la autoridad municipal. Eran un incordio para la futura pol¨ªtica. Los j¨®venes que se preparaban para ser maestros rurales acabaron ese d¨ªa siendo tiroteados por los agentes. Tres de ellos (y otras tres personas no involucradas) murieron en esas primeras horas. 43 fueron subidos a coches polic¨ªas y llevados a distintos puntos de la ciudad. Desde entonces no se les volvi¨® a ver.

Las autoridades, en base a la declaraci¨®n de los m¨¢s de 100 detenidos, entre ellos los probables responsables materiales (j¨®venes veintea?eros que quer¨ªan hacer carrera en el mundo del narco), consideran que los sicarios los ejecutaron y quemaron en una pira. Los restos calcinados fueron lanzados a un r¨ªo en bolsas de basura. Un buzo encontr¨® una de ellas con unos huesos que pertenecen a uno de los estudiantes. Es el ¨²nico identificado por el momento. El resto de piezas ¨®seas halladas, debido a su alto grado de deterioro, no han podido ser analizadas.

Las familias de los estudiantes reniegan de la versi¨®n oficial y se?alan que tienen pruebas de que el ej¨¦rcito mexicano est¨¢ involucrado en la masacre.