El Sena reconquista Par¨ªs
El Ayuntamiento de la capital francesa celebr¨® el D¨ªa de Europa con acciones en los muelles del r¨ªo, que siguen ganando espacio
Es una pesadilla para los automovilistas, pero un goce para los turistas y los parisienses que buscan el solaz sin tener que abandonar la ciudad. Bien porque sea domingo, bien porque sea fiesta, haya un acontecimiento especial o sea el D¨ªa de Europa, las pistas y t¨²neles de v¨ªas r¨¢pidas adosadas a ambas riberas del r¨ªo suelen cerrarse al tr¨¢fico rodado. En un movimiento natural de esta segunda d¨¦cada del siglo, los espacios verdes, las zonas peatonales, los carriles bici y las actividades l¨²dicas van reconquistando lo que los autom¨®viles se apropiaron. El Sena, que hace diez a?os inaugur¨® su propia playa con arena y sombrillas, no queda al margen. Al contrario.
Una buena muestra de que este inmenso r¨ªo no se conforma con la p¨¦rdida de sus buc¨®licas riberas es la celebraci¨®n del D¨ªa de Europa que Par¨ªs celebr¨® el s¨¢bado pasado. Hubo conciertos en la explanada del Ayuntamiento y actividades en diversos barrios. Descentralizar el festejo es la obsesi¨®n de Hermano Sanchez Ruivo, consejero delegado para Europa de la alcaldesa de Par¨ªs. Pero el Sena es la arteria principal de la ciudad m¨¢s visitada del mundo (27 millones de turistas al a?o) y su poder de atracci¨®n ha movilizado al Ayuntamiento. Parte de la orilla izquierda, entre el Puente Real (frente al Louvre) y Notre Dame, aproximadamente, ya fue conquistada. Hace a?o y medio se termin¨® la prolongaci¨®n de la zona peatonal desde el Puente Real hasta el de Alma. La alcaldesa Anne Hidalgo present¨® justamente esta semana el plan. Su idea: que todo sea un espacio abierto al ciudadano entre la Bastilla y la torre Eiffel. Y que la orilla derecha tambi¨¦n se incorpore.
Par¨ªs es una ciudad que sufre importantes picos de contaminaci¨®n que han obligado m¨¢s de una vez a restringir el tr¨¢fico rodado. A medida que el Sena reconquista su espacio, asegura Hidalgo, se reduce un poco la contaminaci¨®n y, sobre todo, ofrece la oportunidad de disfrutar Par¨ªs a la altura del r¨ªo sin necesidad de usar el bateau mouche. Las bicis municipales, un ¨¦xito, como en Madrid, Barcelona y otras ciudades, son las mejores aliadas para ello.
Bajo la pasarela Leopold-S¨¦dar Senghor, la misma que los turistas han plagado de candados de amor, ha estado durante dos d¨ªas el grafitero espa?ol Escif. Su manera de participar en el D¨ªa de Europa, a propuesta del Ayuntamiento de Par¨ªs, ha sido pintar en el muro que hay en el muelle una de sus obras. La ha titulado Salva a los delfines, un tema medioambiental acorde con la celebraci¨®n en Par¨ªs, en diciembre, de la cumbre del clima. No es el ¨²nico espa?ol invitado al festejo del s¨¢bado. Tambi¨¦n estuvo el m¨²sico zaragozano Bigott.
Pero la aportaci¨®n de Escif y de la veintena de artistas urbanos que est¨¢n decorando calles, muelles y plazas para el D¨ªa de Europa no puede ser m¨¢s emblem¨¢tica. Al fin y al cabo, como explica el grafitero parisiense Katre, el movimiento al que pertenece tiene de interesante esa voluntad de recuperar lugares destruidos para integrarlos en la ciudad, dot¨¢ndolos de color, de una belleza que quiz¨¢ nunca tuvieron. ¡°Me interesan mucho las f¨¢bricas abandonadas. Mi mensaje es preguntar por qu¨¦ se hacen estas cosas. Construcci¨®n y deconstrucci¨®n¡±, explica en un caf¨¦ pr¨®ximo a la plaza de la Rep¨²blica, donde el s¨¢bado decor¨® un muro sin historia junto a otros catorce colegas.
Par¨ªs ha vivido un largo puente. Y como el agua que se escapa entre los dedos es dif¨ªcil poner freno a las ansias de naturaleza de sus habitantes, que se lanzaron a las orillas del Sena aunque estas est¨¦n anegadas por la crecida del cauce del r¨ªo o el tiempo no acompa?e.
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