Miles de asi¨¢ticos a la deriva pueden morir en los pr¨®ximos d¨ªas
Las autoridades de Malasia, Indonesia o Tailandia impiden la llegada de refugiados rohingyas y los devuelven a su suerte
Las traves¨ªas de las barcazas repletas de refugiados procedentes de Myanmar (antigua Birmania) y Banglad¨¦s hacia el sureste asi¨¢tico son cada vez m¨¢s dram¨¢ticas. Este viernes han llegado a Aceh, en la costa norte de la isla indonesia de Sumatra, cerca de un millar. Hacinados en uno de estos buques de madera, ya semihundido, viajaban m¨¢s de 700 personas, entre ellas, m¨¢s de 60 ni?os. Les rescataron los pescadores de la zona.
Otros miles no han tenido tanta suerte. Desnutridos y agotados tras d¨ªas abandonados en el mar, las autoridades de Malasia, Indonesia o Tailandia les impiden la llegada a sus costas y los devuelven a su suerte.
¡°La situaci¨®n es muy grave¡±, ha afirmado el representante de la Organizaci¨®n Internacional para la Migraci¨®n (OIM), Joe Lowry, en Bangkok. ¡°No tienen agua ni comida, y se est¨¢n bebiendo su propia orina. Este es un juego de ping-pong mar¨ªtimo con vidas humanas. Esperamos que los Gobiernos en la regi¨®n lleguen r¨¢pidamente a una soluci¨®n... o encontraremos barcos y barcos llenos de cuerpos resecos flotando en el mar de Andam¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, ha declarado a la agencia Reuters.
Miles de estos refugiados, seg¨²n los c¨¢lculos de la ONU, se encuentran de camino, abandonados a su suerte en el mar de Andam¨¢n. Algunos proceden de Banglad¨¦s, de donde huyen de la pobreza de su pa¨ªs. La mayor¨ªa son refugiados de la minor¨ªa rohingya, de religi¨®n musulmana, y huyen de Myanmar. Un pa¨ªs de mayor¨ªa budista, Myanmar, les niega la ciudadan¨ªa, el derecho a poseer tierra o a tener hijos libremente. Les considera inmigrantes ilegales banglades¨ªes, aunque est¨¦n asentados en el pa¨ªs desde hace generaciones.
Anualmente huyen por millares de la persecuci¨®n y la violencia contra ellos, que se ha agudizado en los ¨²ltimos tres a?os. Seg¨²n los c¨¢lculos de la ONU, en los tres primeros meses de este a?o se han embarcado cerca de 25.000. Muchos han quedado abandonados en el mar a ra¨ªz de la campa?a emprendida en las ¨²ltimas dos semanas contra los traficantes de personas en Tailandia, donde los contrabandistas ahora no se atreven a atracar con su carga humana.
Una de las minor¨ªas m¨¢s perseguidas en el mundo
?Qui¨¦nes son?
?Por qu¨¦ los persiguen?
?Cu¨¢ntos han huido de Myanmar?
?Cu¨¢les son sus aspiraciones?
La minor¨ªa birmana rohingya, de religi¨®n musulmana, se compone de unos 1,3 millones de personas. Muchos habitan en campos en las afueras de Sittwe, la capital del estado birmano oriental de Rakhine, que comparte fronteras con Banglad¨¦s. Son considerados una de las minor¨ªas m¨¢s perseguidas del mundo por la ONU desde los graves disturbios interreligiosos de 2012.
En Myanmar viven en condiciones miserables, sin derecho a poseer tierra, explotados y limitados en sus movimientos. El Gobierno en Naypyidaw les niega la ciudadan¨ªa, al considerarles inmigrantes ilegales banglades¨ªes aunque sus familias hayan vivido en Myanmar ¡ªun pa¨ªs de mayor¨ªa budista¡ª durante generaciones.
En los ¨²ltimos tres a?os se han multiplicado los ataques contra ellos, en los que han muerto 280 personas y han quedado desplazadas cerca de 140.000, seg¨²n los c¨¢lculos de las organizaciones pro derechos humanos. Seg¨²n Arakan Project, una ONG que supervisa el flujo de inmigrantes rohingya en la bah¨ªa de Bengala desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, desde 2012 m¨¢s de 100.000 rohingya han abandonado Myanmar.
El sue?o de la gran mayor¨ªa es poder huir hacia la prosperidad de Malasia, un pa¨ªs tambi¨¦n de religi¨®n musulmana.? La v¨ªa m¨¢s habitual para conseguirlo hasta ahora era Tailandia.
Pero de momento los Gobiernos de los pa¨ªses del ¨¢rea no dan indicios de ceder. Tampoco de querer organizar una gesti¨®n com¨²n para el problema, a diferencia de lo que ocurre estos d¨ªas con los inmigrantes en el Mediterr¨¢neo.
Indonesia ha devuelto al mar varios barcos en los ¨²ltimos d¨ªas, como ha hecho Malasia. El primer ministro de ese pa¨ªs, Nayib Rezak, emiti¨® un comunicado en el que expresa su ¡°preocupaci¨®n¡± por el problema y promete acometer las ¡°acciones necesarias para abordar esta crisis humanitaria¡±, sin dar m¨¢s detalles.
Pero el primer ministro tailand¨¦s, el general Prayuth Chan Ocha, cuyo pa¨ªs ha convocado una cumbre regional sobre la crisis el d¨ªa 29 de mayo, ha alegado ante la prensa: ¡°Hay muchos de ellos, no podemos cuidarles adecuadamente ?D¨®nde les ponemos?¡±. Tambi¨¦n ha apuntado que si en el futuro llegan muchos m¨¢s podr¨ªan ¡°quitarles el trabajo y el modo de vida a los tailandeses¡±.
Las autoridades birmanas ya han mostrado su inconformidad con la iniciativa tailandesa. ¡°Es improbable que acudamos [a la cumbre]... No la aceptamos si ellos [Tailandia] nos est¨¢n invitando solo para aliviar la presi¨®n a la que se enfrenta¡±, ha dicho el director de la oficina presidencial, Zaw Htay, en declaraciones a France Presse.
¡°El Gobierno birmano ha creado esta crisis con su persecuci¨®n continuada de los rohingya¡±, afirma Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch. ¡°Tailandia, Malasia e Indonesia han empeorado mucho las cosas con unas pol¨ªticas sin coraz¨®n¡ Otros Gobiernos deben instarles a colaborar para que rescaten a esta gente desesperada y les ofrezcan ayuda humanitaria y asistencia para procesar sus reclamaciones¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.