La comunidad que se muere de sed

Un ni?o de tres a?os muri¨® el viernes pasado por desnutrici¨®n en La Uribia, un pueblo de Colombia ubicado en el departamento de La Guajira, habitado en su mayor¨ªa por la poblaci¨®n ind¨ªgena Way¨²u. La falta de agua en los ¨²ltimos a?os se ha llevado la vida de casi 5.000 ni?os, seg¨²n Javier Rojas, l¨ªder de la Asociaci¨®n de Autoridades Tradicionales Ind¨ªgenas Way¨²u Shipia Way¨²u. Las m¨¢s de 400.000 personas que conforman esta comunidad viven los 365 d¨ªas del a?o con temperaturas de entre 35 y 42 grados, sin agua. Desde que se instal¨® hace m¨¢s de 10 a?os una empresa minera en la regi¨®n, han ido disminuyendo las garant¨ªas para que se pueda tener acceso al l¨ªquido. Las muertes hacen evidente el drama que all¨ª se vive.

El caso ya lleg¨® a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pidi¨® el pasado mi¨¦rcoles al Gobierno colombiano que explique qu¨¦ medidas ha tomado para atender a esa comunidad y el seguimiento que ha hecho a la crisis alimentaria que tambi¨¦n afecta a esos ind¨ªgenas. Al final del proceso, seg¨²n Carolina S¨¢chica, la abogada que lleva el caso en representaci¨®n de los Way¨²u, se espera la recuperaci¨®n del agua proveniente del recurso h¨ªdrico m¨¢s grande de la zona, el r¨ªo Rancher¨ªa, que fue represado para el uso exclusivo de empresas dedicadas a la explotaci¨®n de minas de carb¨®n.

Gonzalo Guill¨¦n, periodista colombiano, document¨® en im¨¢genes lo que viven los Way¨²u y ahora la CIDH las estudia como parte de las pruebas para resolver el proceso. Bajo el nombre El r¨ªo que se robaron, Guill¨¦n repasa lo que significa para esta comunidad vivir sin agua. ¡°La mayor¨ªa de la poblaci¨®n habla su propia lengua, muy pocos entienden el espa?ol, lo que les dificulta comunicarse con funcionarios cuando intentan reclamar o buscar una soluci¨®n. Se sienten discriminados, abandonados¡±, explica.

¡°Una monstruosidad¡±

El periodista, conocido por investigar casos de corrupci¨®n que no muchos se atreven a denunciar, se intern¨® en la comunidad durante m¨¢s de dos a?os. Lo que encontr¨® lo describe en una sola palabra: ¡°monstruosidad¡±. Y lo explica contando lo dif¨ªcil que es ver c¨®mo miles de ni?os mueren sin que el Estado act¨²e. A Guill¨¦n lo llev¨® hasta all¨ª un trabajo period¨ªstico que hac¨ªa sobre el gobernador de La Guajira, Francisco G¨®mez, quien en la actualidad est¨¢ detenido, investigado por el delito de homicidio. Fue all¨ª donde encontr¨® que la indiferencia de un pa¨ªs estaba exterminando una comunidad ind¨ªgena.

¡°Adem¨¢s de la corrupci¨®n de la regi¨®n, el ¨²nico r¨ªo de la zona lo represaron, por lo que desde hace m¨¢s o menos tres a?os el agua dej¨® de correr¡±, cuenta el periodista, que espera que el documental no solo sirva como prueba ante la CIDH, sino tambi¨¦n para abrirle los ojos a quienes no se han atrevido a ver la triste realidad.

¡°Los torrentes de agua subterr¨¢nea tambi¨¦n han sido afectados, antes se pod¨ªa tomar l¨ªquido a tan solo 20 metros de profundidad, ahora est¨¢n a m¨¢s de 60. Es casi imposible. La gente all¨ª vive en peores condiciones que en cualquier pa¨ªs de ?frica y lo m¨¢s triste es que es una regi¨®n que recibe millonarias regal¨ªas, pero nunca nada llega a la comunidad¡±, afirma el periodista.

La abogada S¨¢chica, directora del consultorio jur¨ªdico de la universidad Jorge Tadeo Lozano, explica que decidi¨® tomar el caso tras la visita el a?o pasado de Rojas que, como l¨ªder ind¨ªgena, relat¨® lo que viv¨ªan los miembros de su comunidad. ¡°Vimos que hab¨ªa una sistem¨¢tica vulneraci¨®n de garant¨ªas y derechos fundamentales como consecuencia del olvido e indiferencia estatal. Encontramos que los ni?os se est¨¢n muriendo por m¨²ltiples causas evitables. Una es la falta de agua y de alimentos; problemas que desencadenan otros que agravan la situaci¨®n¡±, asegura S¨¢chica.

Otra de las pruebas que esperan que sirvan ante las instancias internacionales es un informe de la Defensor¨ªa de Pueblo, que el a?o pasado inspeccion¨® el territorio. El documento resume la tragedia en una frase: ¡°La constante del departamento de La Guajira es el sufrimiento: de las madres que han perdido a sus hijos e hijas; de los ni?os y ni?as que caminan bajo el ardiente sol en busca de agua; y del pueblo Way¨²u acorralado por el hambre, la violencia y la corrupci¨®n¡±.