Espa?a inaugura un monumento a las v¨ªctimas del estalinismo en Kazajist¨¢n
Inaugurado un monumento a los espa?oles internados y muertos en los campos del Gulag
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
Los espa?oles internados y muertos en los campos del Gulag en Kazajist¨¢n ya tienen su monumento en la estepa, en la regi¨®n de Karagand¨¢. A ellos ha sido dedicada una sencilla piedra de m¨¢rmol con una inscripci¨®n en castellano, kazajo y ruso, que fue inaugurada por el embajador de Espa?a en Astana, Manuel Larrotcha, este domingo 31 de mayo, fecha en la que, en virtud de un decreto del presidente Nursult¨¢n Nazarb¨¢yev de 1997, se conmemora el d¨ªa de las v¨ªctimas de la represi¨®n pol¨ªtica.
El monumento a los espa?oles est¨¢ frente a una inmensa campi?a salpicada de cruces en la lejan¨ªa. Aqu¨ª estuvieron los campos de Spassk y Kok-Uzhek, dos de las muchas ramificaciones de Karlag (el lager de Karagand¨¢), uno de los mayores campos del Gulag, que fue inaugurado en 1930 y clausurado en 1959. Por ¨¦l pasaron decenas de miles de personas, desde prisioneros japoneses a alemanes hasta deportados de los Estados del B¨¢ltico. Las formas en piedra, m¨¢rmol o madera que les dedican sus comunidades de origen delimitan hoy un espacio de reflexi¨®n simb¨®lico, en el que la inmensa estepa des¨¦rtica de Kazajist¨¢n se relaciona con los grandes traumas hist¨®ricos del siglo XX en el continente euroasi¨¢tico.
El monumento espa?ol, financiado por empresas espa?olas que operan en Kazajist¨¢n, se inaugur¨® al mismo tiempo que un monumento a los estonios internados en Karagand¨¢. A su alrededor, hay ya otras esculturas y monolitos dedicadas a los italianos, los alemanes, los franceses, los japoneses, los coreanos, los h¨²ngaros, rumanos, polacos, lituanos, entre otros, y tambi¨¦n a los chechenos, el pueblo del norte del C¨¢ucaso que fue deportado por Stalin a Kazajist¨¢n y Asia Central en 1944. Fue precisamente un miembro de la comunidad chechena de Kazajist¨¢n (formada por varios miles de personas) el que, en nombre de todos los represaliados, tom¨® la palabra en una ceremonia a la que asist¨ªan las autoridades de Karagand¨¢, un viceministro de Exteriores de Kazajist¨¢n y una nutrida representaci¨®n espa?ola formada sobre todo por familiares de las v¨ªctimas. El ministro de Exteriores espa?ol, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, no viaj¨® a Kazajist¨¢n, tal como se hab¨ªa esperado, pero de Espa?a, para participar en el evento, vino un superviviente del lager de Karagand¨¢, Jos¨¦ Mar¨ªa Ba?uelos Hidalgo, de 87 a?os.
Karlag fue uno de los campos de internamiento m¨¢s grandes de la URSS y se subdivid¨ªa en diferentes secciones. Los internados civiles y los prisioneros de guerra se hallaban separados entre s¨ª, lo que no impidi¨® que se establecieran contactos entre ellos e incluso que hubiera relaciones sentimentales e hijos entre presos y presas de distintos confinamientos.
Entre 1941 y 1954 por Karlag pasaron 152 espa?oles, de los cuales 138 fueron liberados y 14 perecieron aqu¨ª, seg¨²n dijo en la ceremonia el embajador Larrotcha, quien subray¨® que el monumento honra la memoria de ¡°todos¡± ellos sin distinci¨®n. Las cifras mencionadas por el embajador se basan en las fichas personales de los detenidos, que fueron entregadas por Kazajist¨¢n a Espa?a en 2013. Aquella entrega representa solo una parte de los documentos contenidos en los archivos, pero dio un impulso al deseo de establecer una colaboraci¨®n entre Espa?a y Kazajist¨¢n para eliminar las lagunas hist¨®ricas.
¡°Tengo documentos de un m¨ªnimo de veinte espa?oles represaliados m¨¢s¡±, manifest¨® Marat Absem¨¦tov, director del Archivo Nacional de la Rep¨²blica de Kazajist¨¢n. Uno de los problemas para los investigadores, reconoce, es la gran cantidad de documentos que todav¨ªa no han sido desclasificados, entre ellos los expedientes personales de los presos, por los que, -a diferencia de las fichas-, es posible seguir por ejemplo, las sesiones de tortura y sus resultados sobre los represaliados.
¡°Trabaj¨¢bamos 14 horas al d¨ªa, era un r¨¦gimen insoportable, est¨¢bamos hambrientos y agotados¡±, afirma Ba?uelos, que lleg¨® a la URSS como ¡°ni?o de la guerra¡± procedente de Bilbao, y en 1947 fue condenado a una pena de prisi¨®n por no haber podido resistir la tentaci¨®n de comerse un pan que no le pertenec¨ªa. Karagand¨¢ fue el primer campo que visit¨® Ba?uelos en los 7 a?os que permaneci¨® internado. En 1954, fue repatriado a Espa?a. De Karagand¨¢ recuerda que hizo buenos amigos entre oficiales de la Divisi¨®n Azul all¨ª internados. Ba?uelos, junto con Vicente Montejano, que se qued¨® en Espa?a, son los ¨²ltimos supervivientes espa?oles del lager de Karagand¨¢.
?Espa?a se incorpora con retraso a la investigaci¨®n sobre el exilio de sus ciudadanos a la URSS. Falta una investigaci¨®n exhaustiva sobre exilio pol¨ªtico y falta establecer cu¨¢ntos republicanos espa?oles exactamente pasaron por el Gulag, afirma la historiadora Luiza Iordache. Muchos de los archivos est¨¢n cerrados, como los del Comisariado del Pueblo sobre Asuntos Internos, se?ala la especialista, autora de una s¨®lida investigaci¨®n sobre los republicanos espa?oles en el Gulag.
A Karagand¨¢, en la delegaci¨®n espa?ola, viajaban Dolores Cabra, de la fundaci¨®n Guerra y Exilio, el general Salvador Fontela, en representaci¨®n de una fundaci¨®n dedicada a la localizaci¨®n y repatriaci¨®n de combatientes espa?oles y Alfonso Ruiz de Castro, de la hermandad de la Divisi¨®n Azul.
Entre el grupo de familiares de presos llegados a Karagand¨¢ est¨¢n los hermanos Ana y El¨ªas Cepeda, cuyo padre, Pedro Cepeda, fue uno de los protagonistas del aventurado intento de fugarse dentro de un ba¨²l en 1948. Los hermanos han escrito un libro a partir de la memoria de su padre titulado ¡°Harina de Otro Costal¡±, a ra¨ªz de una frase atribuida a la l¨ªder del Partido Comunista de Espa?a, Dolores Ibarruri la Pasionaria en relaci¨®n a Pedro Cepeda.
El monumento espa?ol y el estonio fueron inaugurados de forma consecutiva. En nombre de Estonia habl¨® el ex presidente Arnold R¨¹¨¹tel, que hizo un discurso cargado de tonos pol¨ªticos. ¡°Aunque la Uni¨®n Sovi¨¦tica con su pasado delictivo ha dejado de existir, la Rusia de hoy oculta la historia relacionada con el Gulag y se niega a disculparse ante las naciones y los pueblos¡±, afirm¨® cargando sobre Mosc¨² la responsabilidad del lager y formulando una larga lista de agravios. R¨¹¨¹tel dijo que las deportaciones que se llevaron a cabo tras la ocupaci¨®n de los B¨¢lticos ¡°constituyen un delito contra la humanidad¡±. ¡°Examinando la lista de las v¨ªctimas del gran terror, vemos que la regi¨®n de Karagand¨¢ es una de las m¨¢s siniestras de todas, y las listas de las v¨ªctimas incluyen incluso reci¨¦n nacidos¡±, se?al¨®.
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