Pek¨ªn estrena la ley antitabaco m¨¢s restrictiva de China
Proh¨ªbe fumar en restaurantes y transporte p¨²blico, entre dudas respecto a si se cumplir¨¢
La mala calidad del aire de Pek¨ªn, una de las peores del mundo, palidece al lado de la del interior de un restaurante medio de la capital en un d¨ªa concurrido. El humo de los cigarrillos de los comensales puede llegar a crear una neblina visible y disparar los niveles de part¨ªculas nocivas muy por encima de los del peor d¨ªa de poluci¨®n. Al menos hasta ahora. Este lunes ha entrado en vigor en esta ciudad la ley m¨¢s dura de toda China contra el tabaco, que proh¨ªbe fumar en restaurantes, oficinas e incluso algunos espacios p¨²blicos abiertos. Aunque la inc¨®gnita est¨¢ en ver si la norma se har¨¢ cumplir o caer¨¢ en el olvido, como ocurri¨® con intentos anteriores.
El tabaquismo es un grave problema de salud p¨²blica en China. En una naci¨®n donde fumar es una actividad social y un cart¨®n de cigarrillos de calidad puede llegar a ser un apreciad¨ªsimo regalo, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que hay 300 millones de fumadores, un 23% de la poblaci¨®n del pa¨ªs. Otros 740 millones est¨¢n expuestos al humo de segunda mano. En torno a 1,3 millones de personas ¡ªun tercio del total mundial¡ª mueren anualmente por problemas relacionados con el tabaco. Y la iniciaci¨®n al h¨¢bito llega cada vez antes: seg¨²n un estudio de la Universidad de Pek¨ªn que recoge la agencia oficial Xinhua, la edad media en la que un ni?o chino comienza a fumar es de 10,7 a?os. En Pek¨ªn, entre los 12 y los 13.
La nueva ley no solo proh¨ªbe fumar en espacios cerrados p¨²blicos. Tambi¨¦n extiende el veto a algunos espacios abiertos si tienen inter¨¦s hist¨®rico o cultural o se encuentran cerca de alguna escuela infantil. Tambi¨¦n se imponen sanciones m¨¢s fuertes. Los individuos que fumen donde no deben tendr¨¢n que pagar hasta 200 yuanes (30 euros), una cantidad que puede llegar a los 10.000 yuanes (1.500 euros) si el sancionado es un establecimiento demasiado indulgente con sus clientes deseosos de encender un pitillo.
El Ayuntamiento asegura asimismo que desplegar¨¢ hasta un millar de inspectores encargados de vigilar el cumplimiento de la ley, y que estar¨¢n reforzados por varios miles de voluntarios. Ha lanzado una fuerte campa?a de publicidad de la ley, incluida una comunicaci¨®n por SMS a los usuarios de m¨®vil de la capital, y ha establecido un n¨²mero de tel¨¦fono y una cuenta en WeChat, el Whatssap chino, donde los ciudadanos pueden denunciar las violaciones que presencien de la ley. Aquellos sorprendidos in fraganti tres veces ver¨¢n su nombre colgado en una p¨¢gina web oficial.
En paralelo, tambi¨¦n han subido los impuestos sobre el tabaco, del 5% al 11%, aunque ese porcentaje representa una minucia en t¨¦rminos reales. Una cajetilla de tabaco de calidad menor puede venderse por apenas 5 yuanes, o 75 c¨¦ntimos de euro.
¡°Esta ley puede tener ¨¦xito¡±, considera el portavoz de la Comisi¨®n de Salud y Planificaci¨®n Familiar del Gobierno chino, Mao Qunan. ¡°La idea es, a trav¨¦s de la participaci¨®n de toda la sociedad, hacer que la gente conozca el perjuicio del tabaco y el contenido de la prohibici¨®n, y de esta manera crear una concienciaci¨®n¡±, que vaya en paralelo y finalmente sea m¨¢s determinante que las multas y la vigilancia.
Al menos en sus primeras horas, y durante el horario de almuerzo, en los restaurantes del centro de Pek¨ªn la prohibici¨®n parec¨ªa cumplirse a rajatabla. Muchos luc¨ªan insignias con la prohibici¨®n y sus due?os se declaraban dispuestos a hacerla cumplir.
Aunque muchos son esc¨¦pticos acerca de que la ley vaya a ser efectiva. ¡°El n¨²mero de fumadores es demasiado grande¡±, opina Sonny Zuo, organizador de eventos culturales, mientras toma una pausa para un cigarrillo fuera de su oficina. Li Yuxing, gerente de un restaurante especializado en fondue sichuanesa, avanzaba que ¡°hay mucha gente con poca educaci¨®n que puede reaccionar muy mal si se le pide que deje de fumar¡±. E incomodar a los clientes puede significar que decidan no volver.
Una encuesta elaborada v¨ªa Internet por Xinhua este fin de semana no arroja datos muy alentadores. Solo un 17% del p¨²blico cree que la ley ser¨¢ efectiva, mientras que un 49% duda que se pueda poner en pr¨¢ctica y un 34% opina que ser¨ªa m¨¢s efectivo reducir la producci¨®n de tabaco. De manera significativa, un 77% indica que si ve a otra persona fumando simplemente se aguantar¨¢ o se ir¨¢ a otro sitio. Tan solo un 23% se muestra dispuesto a pedir al infractor directamente, o a trav¨¦s del personal del establecimiento, que apague el cigarrillo.
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