¡°Preferir¨ªa una salida del euro, aunque lo pas¨¢ramos mal¡±
Los griegos entienden la falta de acuerdo con los socios y rechazan nuevos ajustes
La normalidad es la t¨®nica general en Atenas tras la visita este mi¨¦rcoles del primer ministro griego, Alexis Tsipras, a Bruselas; los mismos atascos y la actividad fren¨¦tica de siempre con la temporada tur¨ªstica reci¨¦n iniciada, que a?ade un plus de movimiento a la ciudad y la econom¨ªa. S¨®lo unas pocas referencias, aqu¨ª y all¨¢, revelan la situaci¨®n de excepcionalidad que vive el pa¨ªs ante un acuerdo que no acaba de cuajar, y una insolvencia plausible: temas como la eventualidad de unos nuevos comicios ¨Cuna opci¨®n que cobra cuerpo por momentos-, cuando no una estrepitosa salida del euro por accidente o como consecuencia del disenso, acaparan las conversaciones de caf¨¦ y, sobre todo, las ruidosas tertulias televisivas, mientras a pie de calle predomina en general la sinton¨ªa de parte de la poblaci¨®n con la resistencia del Gobierno a satisfacer las demandas de sus acreedores.
Con la oposici¨®n pol¨ªtica desdibujada, y el resultado de la reuni¨®n de ayer cantado de antemano, a nadie ha extra?ado que el pacto no se haya cerrado a¨²n, considerando las medidas que los prestamistas quieren imponer a Atenas, y especialmente la subida del IVA con dos nuevos tipos, del 11% y el 23%. ¡°Para medidas como estas, que m¨¢s parecen un tercer memor¨¢ndum encubierto, yo personalmente preferir¨ªa una salida del euro, aunque lo pas¨¢ramos mal durante un tiempo; peor [que ahora] no iba a ser. ?Pero de d¨®nde va a recortar el Gobierno, si los hospitales ya no tienen ni gasas? ?C¨®mo vamos a pagar el 11% y el 23% de IVA por cosas tan b¨¢sicas como medicamentos o electricidad? ?Qu¨¦ nos va a quedar para comer despu¨¦s de pagar los impuestos? ?Nada!¡°, se quejaba a mediod¨ªa Manolis Agnakis, due?o de varios puestos en el mercado central de Atenas.
La demanda de los acreedores de incrementar el IVA y recortar nuevamente las pensiones son los dos puntos que m¨¢s fricci¨®n generan con Atenas. ¡°Me parece muy bien que Tsipras se plante, ya est¨¢ bien de exigencias imposibles. ?C¨®mo creen los europeos que podr¨¢n recortarme la pensi¨®n, si cobro s¨®lo 400 euros?¡±, se quejaba un pensionista sentado en una c¨¦ntrica plaza ateniense. ¡°Mucho euro, mucho euro¡ pero, ?de qu¨¦ nos servir¨¢ el euro si nos vamos a morir de hambre?¡±.
La sensaci¨®n de normalidad puede deberse a la existencia de fondos suficientes para afrontar el pago, este viernes, de 300 millones de euros al Fondo Monetario Internacional, al que Atenas deber¨¢ devolver otra cantidad similar en una semana, el pr¨®ximo d¨ªa 12. Seg¨²n la oficina encargada de la deuda p¨²blica, hay dinero para estos dos desembolsos, pero a¨²n no se ha recibido la orden de pago del Gobierno, ¡°una decisi¨®n pol¨ªtica¡±, seg¨²n fuentes del negociado. La voluntad pol¨ªtica de Tsipras apuntaba este mi¨¦rcoles, impl¨ªcitamente, a un m¨¢s que probable pago en cuesti¨®n de horas al organismo acreedor.
Entre las escasas reacciones pol¨ªticas a la inconclusa reuni¨®n del mi¨¦rcoles, destac¨® la del principal partido de la oposici¨®n. ¡°Estamos a unos pasos del abismo¡±, dijo un portavoz de la conservadora Nueva Democracia; ¡°las propuestas de los socios no caen del cielo, se basan en las contenidas en la 'lista Varoufakis¡¯¡±, en referencia a la pol¨¦mica propuesta de reformas que el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis ¨Cdesaparecido de los focos estos d¨ªas-, hizo llegar a las instituciones en febrero, y que fue filtrada y desmentida varias veces, y por varias fuentes. Es precisamente la debilidad de oposici¨®n ¨Ccon los partidos tradicionales, el conservador y el socialista, en plena reformulaci¨®n de sus respectivos liderazgos- la que permite a Tsipras cierto respiro, al no tener un tercer frente abierto en un momento en que se debate entre dos antag¨®nicos: las demandas de los socios y las exigencias de su partido.
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