El trotskismo bloquea las carreteras y suma votos
La izquierda radical asegura el ¨¦xito de la huelga con piquetes en las autopistas de acceso a Buenos Aires
Eran las 4.45 de la madrugada del martes cuando cinco coches de tres puertas bloquearon la carretera Panamericana, la que une todo el continente. Entonces unos 300 militantes de la izquierda trotskista de este pa¨ªs sudamericano se subieron a la autopista y montaron all¨ª un piquete a 23 kil¨®metros de Buenos Aires. Los cinco carriles de ingreso a la capital argentina quedaron frenados por estudiantes de psicolog¨ªa y ciencias sociales, docentes de escuela secundaria, entre otros. Los cinco de salida fueron tomados por obreros de f¨¢bricas de alimentos, componentes de coches y aeropuertos. Se trataba de uno de los ocho piquetes que el ascedente trotskimo argentino y otras organizaciones sociales opuestas al kirchnerismo armaron alrededor de Buenos Aires para impedir la llegada de trabajadores a oficinas y plantas y para asegurar as¨ª el ¨¦xito de la huelga general convocada por tres centrales sindicales.
Los seguidores de Le¨®n Trotsky, que ha tenido su influencia en Francia, Bolivia o Chile, nunca antes hab¨ªan contado con tantos representantes legislativos en Argentina como ahora. Suman aqu¨ª tres diputados nacionales, adem¨¢s de 16 parlamentarios locales en las provincias de Salta, Mendoza, Santiago del Estero, Neuqu¨¦n, C¨®rdoba y Buenos Aires y en la capital argentina.
¡°En Argentina tuvimos en 2001 una crisis que fue la mayor que se conoce del capitalismo, en el sentido de la met¨¢stasis que produjo, y se cre¨® una nueva conciencia pol¨ªtica en la juventud¡±, explica uno de los candidatos presidenciales para las primarias de agosto pr¨®ximo en el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Jorge Altamira, de 73 a?os y una larga trayectoria en el Partido Obrero. ¡°El kirchnerismo es una respuesta a esa crisis. Usa un discurso izquierdista y algunas medidas para captar a los j¨®venes, pero nosotros logramos evitar la cooptaci¨®n. Descubrimos los l¨ªmites del gobierno popular. Cada vez que hab¨ªa una lucha, nos pusimos a la cabeza. Desde 2001 nadie nos pudo desplazar del ¨¢mbito universitario. Lo mismo ocurri¨® con los docentes. Mantuvimos nuestra influencia en los sindicatos¡±, recuerda Altamira la trayectoria de d¨¦cadas de trotkistas en el poderoso mundo sindical de Argentina en el que domina el peronismo desde hace 70 a?os. En las pr¨®ximas elecciones presidenciales de octubre, el FIT aspira a convertirse en la tercera fuerza pol¨ªtica, detr¨¢s del peronismo kirchnerista y de una coalici¨®n de centroderecha, pero para ello deber¨¢ pelear con peronistas opositores y progresistas.
Nunca antes la izquierda radical de Argentina tuvo tantos diputados y aspira a ser la tercera fuerza
Los estudiantes y obreros trotskistas que cortaban este martes la autopista Panamericana en la quinta huelga general contra el Gobierno de la peronista Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner cantaban contra las tres centrales sindicales opositoras que organizaron la huelga. Dominadas tambi¨¦n por peronistas y otras fuerzas de izquierdas, los 'troskos' los tachaban de ¡°bur¨®cratas¡± al ritmo de bombos y redoblantes. ¡°Despu¨¦s de 2001 comenzaron a surgir delegados (sindicales) combativos que planteaban que en sus f¨¢bricas deb¨ªa haber asambleas, algo que la burocracia sindical argentina no hac¨ªa¡±, explicaba Juan Carlos Cabana, empleado de la fabricante brit¨¢nica de golosinas Cadbury y militante de otro partido del FIT, el de los Trabadores Socialistas. Cabana sosten¨ªa una de las tantas banderas partidarias, sindicales y universitarias en el piquete.
Centenares de coches deb¨ªan desviarse de la autopista por calles alternativas, mientras Andrea, profesora de secundaria, pisaba el asfalto de la autopista. ¡°El kirchnerismo puso en funcionamiento la estructura econ¨®mica del pa¨ªs, con la sustituci¨®n de importaciones, pero no reconstituy¨® las relaciones con las bases sindicales. La izquierda fue haciendo un trabajo de hormiga porque somos realmente trabajadores. Este paro general pone en discusi¨®n muchas cosas, no solo el impuesto a las ganancias (renta), que es donde focalizan los medios y la burgues¨ªa, sino tambi¨¦n la precarizaci¨®n laboral¡±, comenta Andrea en un pa¨ªs con un ¨ªndice de paro del 7,1%, uno de los cuatro m¨¢s altos de Latinoam¨¦rica, y un 46% de empleados y aut¨®nomos en la informalidad.
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