Insectos, ?la comida del futuro?
La cuarta parte de la poblaci¨®n mundial, muchos en Latinoam¨¦rica, ya consume insectos como parte de su dieta t¨ªpica
Se trate de hormigas, saltamontes (chapulines) o escarabajos, lo cierto es que los insectos est¨¢n presentes en la mesa latinoamericana desde tiempos ancestrales, tanto por costumbre, saz¨®n o por su alto contenido nutricional.
Esta ¨²ltima caracter¨ªstica, en particular, ha hecho que estos min¨²sculos habitantes del reino animal est¨¦n siendo considerados por los expertos como una alternativa nutricional importante para garantizar la alimentaci¨®n del mundo.
De hecho, la cr¨ªa de insectos con prop¨®sitos alimentarios puede llegar a ser incluso necesaria, a la luz del crecimiento de la poblaci¨®n mundial. ¡°Con mil millones de personas que padecen de hambre cr¨®nica, y con la poblaci¨®n mundial que, seg¨²n c¨¢lculos, llegar¨¢ a los 9 mil millones de personas hacia el 2050, se estima que la producci¨®n de alimentos deber¨¢ duplicarse¡±, dice Andrea Spray, experta en nutrici¨®n del Banco Mundial.
Y esta producci¨®n deber¨¢ venir de alg¨²n lugar. ¡°Ya el suelo se hace escaso, los oc¨¦anos sufren de la sobrepesca y el cambio clim¨¢tico pone estr¨¦s adicional sobre el sistema alimentario global. Criar insectos para consumo humano o animal es una posible alternativa para satisfacer la demanda global que est¨¢ virtualmente inexplorada¡±, agrega la especialista.
Un manjar en M¨¦xico
Cuando tiene invitados en su casa de la Ciudad de M¨¦xico, Diana Jimenez prepara botanitas (peque?os entremeses) para compartir. Pero entre los cacahuetes y las papas, pone un ¡°platito¡± con chapulines fritos, una especie de grillos o saltamontes muy populares en M¨¦xico y algunos pa¨ªses de Centroam¨¦rica.
¡°Yo como chapulines como si fueran palomitas¡±, explica Diana sonriendo. Empez¨® a comer estos insectos de sabor similar a los camarones secos cuando conoci¨® a su esposo, originario del estado de Oaxaca en el sur de M¨¦xico, donde comer chapulines es una tradici¨®n.
Los come as¨ª ¡°natural¡±, o bien en quesadillas (tortillas de ma¨ªz rellenas de queso fundido). ¡°Cuando se va derritiendo el queso, pones 5 ¨® 6 chapulines¡±, explica. Tambi¨¦n se pueden comprar en ajo o fritos en chile piqu¨ªn. Ella los compra en un puesto callejero cerca de su casa.
Pero los chapulines no son los ¨²nicos insectos que comemos en Am¨¦rica Latina. Los escamoles, huevos de un cierto tipo de hormigas, son considerados una delicadeza en M¨¦xico. Los ind¨ªgenas Maku de Brasil recogen insectos durante la temporada de lluvias, cuando es m¨¢s dif¨ªcil cazar o pescar. En Quito, Ecuador, tambi¨¦n se pueden encontrar escarabajos en el mercado de octubre a noviembre. En algunos departamentos de Colombia es habitual el consumo de hormigas tostadas.
De hecho, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura?(FAO) estima que los insectos forman parte de la dieta tradicional de cerca de 2 mil millones de personas en todo el mundo.
La organizaci¨®n internacional considera que existen varias ventajas en el consumo de insectos: hay unas 1900 especies comestibles conocidas, contienen prote¨ªna y grasas ¡°buenas¡±, su cr¨ªa emite menos gases de efecto invernadero que la ganader¨ªa ypueden ser una fuente de ingresos para los m¨¢s pobres del mundo.
Spray, la especialista, subraya que la investigaci¨®n sobre el consumo de insectos est¨¢ a¨²n en sus inicios, y que falta evidencia para probar su relevancia en seguridad alimentaria, nutrici¨®n y el medio ambiente.
Sin embargo, mirando las tendencias ¡ªel crecimiento de la poblaci¨®n y la demanda de prote¨ªna¡ª, ¡°no es inconmensurable imaginar una receptividad m¨¢s amplia a fuentes de comida alternativas. O por lo menos, esfuerzos de incrementar la producci¨®n y el consumo de insectos en culturas que son receptivas a este tipo de alimentaci¨®n¡±.
Cambiar la dieta no es f¨¢cil, porque se trata de un cambio de comportamiento individual, explica. Y a¨²n hay mucho por hacer para recoger evidencias sobre el valor de los insectos como fuente de comida.
¡°Simplemente documentar la manera en que se cr¨ªa a los insectos, c¨®mo se procesan y comen en diferentes culturas de Am¨¦rica Latina y el Caribe, y evaluar su impacto en nutrici¨®n y seguridad alimentaria ya ser¨ªa una gran contribuci¨®n¡±, explica Spray.
Agrega que a partir de ah¨ª, el siguiente paso ser¨ªa identificar oportunidades para desarrollar y promover la cadena de valor en la que los insectos sean accesibles a gran escala, como ocurre ahora con otros tipos de alimentos.
En todo caso, no parece dif¨ªcil prever que en un futuro no tan lejano, en la oscuridad de una sala de cine donde se estrene el ¨¦xito hollywoodense m¨¢s reciente, el crepitar de las palomitas sea sustituido por el delicado crujir de los chapulines.
Y t¨², ?est¨¢s dispuesto a incluir insectos en tu dieta diaria?
Isabelle Schaeffer es productora online del Banco Mundial
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