Alemania se planta y avisa a Grecia de que le toca mover pieza
Merkel afronta la presi¨®n creciente en la CDU y el Gobierno para evitar nuevos desembolsos
En la partida de ajedrez que Grecia juega pr¨¢cticamente sola contra toda Europa, Alemania ha dicho basta. La pieza m¨¢s importante del tablero europeo muestra su hartazgo ante unas negociaciones que se eternizan; que nunca parecen llegar a la casilla final. La canciller Angela Merkel repiti¨® el viernes una idea que ha manejado estos d¨ªas. ¡°Si hay voluntad, hay un camino¡±, ha dicho insistentemente la jefa del Gobierno alem¨¢n como muestra de su buena voluntad. Pero a la frase habitual a?adi¨® este viernes una coda: ¡°La voluntad tiene que venir por todas las partes¡±, en lo que supone un aviso poco disimulado a su hom¨®logo griego, Alexis Tsipras, de que su paciencia se agota.
Calendario exigente
Grecia tiene un calendario muy exigente por delante. Debe llevar al Eurogrupo del 18 de junio una propuesta convincente para conseguir una pr¨®rroga del rescate actual, que expira el 30 de junio. A finales de mes debe pagar en torno a 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional. En julio y agosto tiene vencimientos de 6.700 millones de euros adicionales, en dos pagos, al Banco Central Europeo.
Tsipras y su Gobierno mantuvieron este viernes una actitud desafiante ante las demandas de los socios. Atenas insiste en que su propuesta incluye una reestructuraci¨®n de deuda y excluye nuevos recortes de pensiones, y quiere metas fiscales menos exigentes. Los socios y las instituciones cierran filas con Berl¨ªn: no hay m¨¢s negociaci¨®n, y si Grecia quiere un acuerdo debe llegar al pr¨®ximo Eurogrupo ¡ªel jueves pr¨®ximo¡ª ¡°con una propuesta seria¡±, seg¨²n el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que insiste una y otra vez en que las ofertas presentadas hasta ahora ¡°no bastan¡±. ¡°Grecia tiene que tomar decisiones dif¨ªciles¡±, seg¨²n el jefe del Eurogrupo; de lo contrario no se puede descartar nada de nada. Los socios de la eurozona han discutido esta semana la posibilidad de que Grecia suspenda pagos, seg¨²n fuentes europeas.
Los problemas se acumulan, dentro y fuera de la zona euro. Atenas tiene que presentar una nueva propuesta, probablemente este fin de semana, para negociar a contrarreloj y llegar al Eurogrupo cerca del acuerdo. Pero los escenarios de riesgo se multiplican. Macedonia, por ejemplo, ha prohibido en las ¨²ltimas horas a los bancos griegos que repatrien sus activos en ese pa¨ªs, por las dudas acerca de la solvencia de las entidades helenas. La banca griega controla una quinta parte del sistema financiero macedonio.
Problemas para Merkel
A pesar de las crecientes dificultades financieras, el principal dolor de cabeza de Grecia es eminentemente pol¨ªtico, por la nueva oleada de presi¨®n de Berl¨ªn, Bruselas y el FMI. El Gobierno alem¨¢n est¨¢ convencido de que la pelota est¨¢ ahora en el tejado griego, y que poco m¨¢s puede hacer. Merkel se enfrenta a duras cr¨ªticas en su partido por ser demasiado comprensiva con las demandas de Tsipras. Influyentes diputados de su partido, la Uni¨®n Cristianodem¨®crata, y de sus hermanos b¨¢varos socialcristianos han mostrado sus reticencias, y han puesto en duda que el Bundestag vaya a aprobar un nuevo paquete de ayudas que suponga m¨¢s dinero del contribuyente alem¨¢n.
29 diputados democristianos ya votaron en febrero en contra de conceder m¨¢s tiempo a los griegos; y es pr¨¢cticamente seguro que en una nueva votaci¨®n el fuego amigo contra Merkel aumentar¨¢. ¡°Los Gobiernos europeos tienen que admitir que el experimento con una Grecia que rechaza reformarse ha fracasado¡±, dec¨ªa en un documento privado el influyente diputado Christian von Stetten.
Adem¨¢s de los problemas en el partido, los rumores sobre las divergencias con el ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, son cada vez m¨¢s insistentes. La creciente distancia se explica por los diferentes papeles que ambos desempe?an en el Gobierno. Sch?uble teme que cualquier nueva ayuda a Grecia acabe repercutiendo en las arcas p¨²blicas alemanas. Merkel, pese a los riesgos de alargar el problema griego hasta el infinito, piensa en las consecuencias geopol¨ªticas e hist¨®ricas que tendr¨ªa una quiebra de Atenas que provocara la primera ¡ªy nadie sabe si ¨²ltima¡ª salida de un miembro de la eurozona.
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