Hillary Clinton se distancia de Obama por su pol¨ªtica comercial

El tratado comercial que negocia Estados Unidos con otros 11 pa¨ªses de la cuenca del Pac¨ªfico es impopular en el Partido Dem¨®crata y en sus bases sindicales y medioambientales. Se evidenci¨® el viernes con el bloqueo de la C¨¢mara de Representantes a la concesi¨®n de autoridad (el llamado fast-track o v¨ªa r¨¢pida) al presidente estadounidense, el dem¨®crata Barack Obama, para negociar directamente acuerdos comerciales. Y Hillary Clinton lo sabe. La favorita a la nominaci¨®n dem¨®crata a las elecciones presidenciales de 2016 marca distancias con Obama en ese asunto.

¡°Creo que una de las v¨ªas en las que el presidente puede obtener la autoridad de fast-track es abordando las preocupaciones leg¨ªtimas de los dem¨®cratas que son potenciales votantes del s¨ª [...], ver qu¨¦ se podr¨ªa modificar¡±, dijo Clinton este lunes en declaraciones a los periodistas tras un acto electoral en New Hampshire.

La candidata fue m¨¢s expl¨ªcita la v¨ªspera en un mitin en Iowa. ¡°El presidente deber¨ªa escuchar y trabajar con sus aliados en el Congreso, empezando por Nancy Pelosi [la l¨ªder dem¨®crata de la C¨¢mara que defendi¨® bloquear la concesi¨®n de autoridad a Obama]¡±, afirm¨®. ¡°Y si no lo conseguimos, no deber¨ªa haber acuerdo¡±.

Clinton afronta un dif¨ªcil juego de equilibrios, en que se entremezclan opiniones pasadas, lealtades personales y presi¨®n electoral

La C¨¢mara podr¨ªa volver a votar esta semana el plan de ayuda a trabajadores afectados por tratados comerciales, pero por ahora no se vislumbra un cambio de criterio relevante en las filas dem¨®cratas. En una humillaci¨®n para Obama, una amplia mayor¨ªa de representantes dem¨®cratas rechazaron el viernes el plan. Consideraban que aprobarlo supon¨ªa apoyar al acuerdo comercial con los pa¨ªses del Pac¨ªfico (TPP, por sus siglas inglesas), cuyas econom¨ªas suman el 40% del PIB mundial. Temen que el acuerdo desencadene despidos por deslocalizaciones, rebajas salariales y un auge de los beneficios empresariales.

Clinton afronta un dif¨ªcil juego de equilibrios, en que se entremezclan opiniones pasadas, lealtades personales y presi¨®n electoral. En 2012, cuando era secretaria de Estado de Obama, calific¨® el TPP de "patr¨®n oro". Entonces el tratado era mod¨¦lico. Clinton lo defendi¨® como un pilar esencial en la estrategia de viraje diplom¨¢tico hacia Asia para contener el ascenso chino en la regi¨®n.

Ahora, como candidata, es m¨¢s cauta. Sugiere que es necesario un mejor acuerdo comercial para los trabajadores estadounidenses. Y recuerda que en su libro de memorias, publicado el a?o pasado, ya manifestaba algunos recelos con las negociaciones. En el libro tambi¨¦n cuestionaba decisiones en pol¨ªtica exterior de Obama. Con esas posiciones, junto a su ret¨®rica populista sobre la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres, Clinton busca controlar las embestidas de los rivales a su izquierda y mantener el apoyo de las bases dem¨®cratas.

Creo que una de las v¨ªas en las que el presidente puede obtener la autoridad de 'fast-track' es abordando las preocupaciones leg¨ªtimas de los dem¨®cratas que son potenciales votantes del 's¨ª'" Hillary Clinton, candidata electoral dem¨®crata

A su vez, la favorita en las encuestas es calculadamente ambigua. ¡°Voy a esperar y ver cu¨¢l es el acuerdo, y luego dir¨¦ qu¨¦ opino¡±, dijo este lunes. La ausencia de un criterio definido sobre el TPP le ha valido cr¨ªticas de dos de los aspirantes dem¨®cratas a la Casa Blanca, Martin O¡¯Malley y Bernie Sanders, que hacen bandera de su oposici¨®n al tratado.

La ambig¨¹edad permite a la exsecretaria de Estado evitar un desaire a Obama, que lo derrot¨® en 2008 en la primaria dem¨®crata a las elecciones y que, con la mirada puesta en su legado, ha hecho del TPP una de sus prioridades en la recta final de su presidencia. Pero la l¨ªnea es fina: el apoyo expl¨ªcito de Clinton a Pelosi supone un dardo al presidente, que se desplaz¨® al Capitolio horas antes de la votaci¨®n del viernes para tratar de convencer a los congresistas dem¨®cratas.

La falta de concreci¨®n tambi¨¦n le permite a la candidata mantener la lealtad hacia su marido, el expresidente dem¨®crata Bill Clinton, que en 1993 defendi¨® y firm¨® como ley el acuerdo de libre comercio con M¨¦xico y Canad¨¢ (Nafta, por sus siglas inglesas). Los pol¨ªticos dem¨®cratas, sindicatos y grupos medioambientales contrarios al acuerdo comercial del Pac¨ªfico esgrimen los efectos del Nafta en la econom¨ªa como un argumento de rechazo.