Assange, Snowden y usted
Son m¨¢s preocupantes las amenazas cibern¨¦ticas que emanan de Rusia y China que las que provienen de Washington
Wikileaks ha vuelto a sus andanzas. Acaba de anunciar la divulgaci¨®n de medio mill¨®n de mensajes y otros documentos secretos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saud¨ª, entre ellos correos intercambiados con otros Gobiernos, y tambi¨¦n informes confidenciales de Ministerio del Interior y de los servicios de inteligencia.
En su comunicado, Wikileaks recuerda que esta publicaci¨®n coincide con el tercer aniversario de la reclusi¨®n de su fundador, Julian Assange, en la embajada de Ecuador en Londres. Assange se asil¨® para evitar ser extraditado a Suecia, donde se enfrenta a un juicio por supuesta violaci¨®n y abuso sexual de dos mujeres (Assange rechaza las acusaciones).
Otro que est¨¢ de aniversario es Edward Snowden, el contratista de la CIA que divulg¨® una monta?a de informaci¨®n secreta de EE UU. Hace d¨ªas se cumplieron dos a?os de estas revelaciones y Snowden ha publicado un art¨ªculo en The New York Times, celebrando sus logros. En ¨¦l, recuerda que, gracias a sus filtraciones, se produjo un intenso debate que forz¨® al Gobierno norteamericano a poner l¨ªmites al espionaje electr¨®nico indiscriminado que rutinariamente efectuaba su Agencia Nacional de Seguridad, la NSA.
Desde 2013, instituciones de toda Europa han declarado ilegales este tipo de operaciones y han impuesto restricciones a actividades similares en el futuro, asegura Snowden, y concluye as¨ª: ¡°Somos testigos del nacimiento de una generaci¨®n post-terror que rechaza una visi¨®n del mundo definida por una tragedia espec¨ªfica. Por primera vez desde los ataques del 11-S, vemos la posibilidad de que la pol¨ªtica se aleje de la reacci¨®n y el miedo y se mueva hacia la resiliencia y la raz¨®n¡±.
Puede ser. Y celebro que la NSA y otros esp¨ªas estadounidenses ahora tengan m¨¢s restricciones para leer mi correo electr¨®nico o saber con quien me comunico. Y que la lucha por proteger mi privacidad de las intromisiones del Gobierno de EE UU y de algunas democracias europeas se haya anotado algunas victorias. Pero me preocupan m¨¢s las amenazas cibern¨¦ticas a mi privacidad que emanan de Rusia, China y otros reg¨ªmenes autoritarios que las que vienen de Washington.
En los mismos d¨ªas en que Snowden public¨® su art¨ªculo, se supo que piratas cibern¨¦ticos penetraron en los sistemas de la oficina de personal del Gobierno de Estados Unidos y robaron informaci¨®n detallada de al menos cuatro millones de empleados federales. Los archivos robados incluyen datos personales y profesionales que los funcionarios est¨¢n obligados a revelar para tener acceso a la informaci¨®n confidencial de la Administraci¨®n.
La principal sospechosa de este ataque es China. Seg¨²n un reportaje del Washington Post, ¡°China est¨¢ construyendo una masiva base de datos con informaci¨®n privada de los estadounidenses a base de hackear los archivos electr¨®nicos de agencias gubernamentales y empresas aseguradoras de salud. Utiliza nuevas tecnolog¨ªas para alcanzar un antiguo objetivo del espionaje: reclutar esp¨ªas y obtener mayor informaci¨®n sobre su adversario¡±.
Pero los ataques no se limitan al espionaje ni, necesariamente, tienen un gobierno detr¨¢s. Tambi¨¦n hay muchos piratas independientes que se ganan la vida con la actividad criminal en Internet. As¨ª, han proliferado los robos de secretos comerciales, la suplantaci¨®n de identidad, la extorsi¨®n o el sabotaje de infraestructuras esenciales. ¡°Nuestro sistema de informaci¨®n es atacado varias veces al d¨ªa, todos los d¨ªas¡±, me dijo el presidente de una de las principales empresas de electricidad del mundo. Y a?adi¨®: ¡°Hoy gastamos 10 veces m¨¢s en protegernos de ataques cibern¨¦ticos de lo que gast¨¢bamos hace tres a?os. Y a¨²n as¨ª sentimos que siempre estamos por detr¨¢s de quienes nos tienen en la mira¡±.
Seg¨²n el respetado informe que todos los a?os publica la empresa Verizon, los ataques cibern¨¦ticos a EE UU est¨¢n creciendo a gran velocidad y hay pocos sectores cuyas defensas inform¨¢ticas no hayan sido violadas. Las principales v¨ªctimas son el Gobierno, el sector de la salud (hospitales y empresas aseguradoras) y el financiero. Los expertos enfatizan que si bien los ciberataques originados en China son constantes y masivos, los que provienen de Rusia no tienen nada que envidiarles en cuanto a agresividad, frecuencia y sofisticaci¨®n. Y seguramente EE UU no se queda atr¨¢s.
Pero no hay que ponerlos a todos en la misma canasta. EE UU es una democracia. Con todos sus defectos, hay separaci¨®n de poderes y los gobernantes no gozan de la impunidad de sus colegas en Mosc¨² o Pek¨ªn. Y sus redes criminales no operan internacionalmente amparadas por sus c¨®mplices en las altas instancias. S¨ª; es importante que las democracias no esp¨ªen a sus ciudadanos. Pero a¨²n m¨¢s importante es que tengan con qu¨¦ defenderse y defenderlos del peligroso mundo cibern¨¦tico que est¨¢ emergiendo. No es por casualidad que ni en Rusia ni en China hayan aparecido los equivalentes de Assange y Snowden.
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