La transformaci¨®n de Kafka
Seg¨²n Eduardo Mendoza, queremos tanto a Kafka "porque era muy fotog¨¦nico... Le pasaba como al Ch¨¦"
En mayo de 2009 el canal de internet Aviondepapel.tv subi¨® a YouTube un v¨ªdeo ¡ªahora invaluable¡ª donde se observa al escritor Eduardo Mendoza explay¨¢ndose en lo que podr¨ªa llamarse una c¨¢tedra improvisada, quiz¨¢ sin advertir que est¨¢ siendo grabado. Desenvuelto, seguro de s¨ª mismo, el escritor catal¨¢n va hilando unas perlas que, quiz¨¢, hoy al paso del tiempo sepan a caramelos amargos. Luego de afirmar que cada vez que se pregunta en voz alta por el escritor m¨¢s importante de los tiempos modernos sale el nombre de Kafka, Mendoza pasa a precisar que "Kafka es un ser entra?able ¡ªque todos queremos¡ª mmmm, pero es muy mal escritor".
Seg¨²n Eduardo Mendoza, queremos tanto a Kafka "porque era muy fotog¨¦nico... Le pasaba como al Ch¨¦, que con la foto ya no hac¨ªa falta nada m¨¢s" y arma un hilito casi cantado de que Kafka muri¨® joven, de que era jud¨ªo de ghetto (lo cual no es cierto) y que arm¨® las cosas para que no se publicaran, porque seg¨²n Mendoza, "¨¦l sab¨ªa que era un mal escritor". Pasa entonces a subrayar que hay una leyenda en torno a Kafka, al que leemos porque un amigo suyo (Max Brod, no mencionado por Mendoza) se las ingeni¨® para publicarlo y luego, quiz¨¢ un poco m¨¢s suelto que desenvuelto, Mendoza dice "No lo har¨¦, pero si preguntara ?cu¨¢nta gente de aqu¨ª ha le¨ªdo El Castillo entero, o El Proceso... o incluso, La metamorfosis? Muy pocos levantar¨ªan la mano... sinceramente". Aqu¨ª una peque?a pausa.
Estimado Se?or Mendoza: se sorprender¨ªa usted de que, al menos en M¨¦xico, es dignamente notable la cantidad de j¨®venes que a?o con a?o no s¨®lo leen La metamorfosis, sino que a partir de su lectura elaboran ensayos, puestas en escena y no pocas discusiones en torno a la multiplicaci¨®n de su trama... y el asombroso promedio mundial que ¡ªen muchas lenguas, tan lejos de su Barcelona¡ª no s¨®lo se leen y releen El Castillo o El Proceso, sino tambi¨¦n las cartas de Kafka al padre o a sus novias, como escritor cuya majestad en las letras va mucho m¨¢s all¨¢ de su rostro en fotograf¨ªa.
Prosigue el breve v¨ªdeo con lo que parece una explicaci¨®n de Mendoza a su personal gazapo, pues para ¨¦l Kafka "era malo porque no ten¨ªa sentido de la narraci¨®n. Empezaba diciendo "A Joseph K. lo condenaron y no sab¨ªa por qu¨¦"...?Hombre, no se empieza as¨ª un libro! ?As¨ª se acaba, pero si empiezas as¨ª ya no hace falta leer el resto! Ya est¨¢. Ya lo he entendido..." y segundos despu¨¦s, "...se despert¨® y estaba hecho un gusarapo. ?Bueno pues, pues... ?ya est¨¢!, lo que pase despu¨¦s me lo puedo imaginar perfectamente, no hace falta que me lo cuenten... por eso la gente lo deja... ya no sigue".
En M¨¦xico es dignamente notable la cantidad de j¨®venes que a?o con a?o no s¨®lo leen La metamorfosis
Seg¨²n Mendoza, la gente ya no lee los siguientes p¨¢rrafos, una vez que se entera que Gregorio Samsa se despierta convertido en un monstruoso insecto y, seg¨²n ¨¦l, todos los libros de Kafka se componen de un principio (que ¨¦l acepta que suelen ser brillantes) "y la continuaci¨®n que es un tremendo dolor por no saber qu¨¦ hacer con este principio". Con esa voz sutil, ya de bigote blanco y canas suaves, como quien susurra incluso un dardo, Mendoza apoya su argumento en que las cartas de Kafka no hablan de otra cosa (pero en realidad, hablan de muchas cosas), pero ¨¦l se concentra en las ocasiones en que el escritor de Praga confiesa haber empezado alg¨²n relato o contar con una idea para iniciar una novela y no saber a ciencia cierta hacia d¨®nde llevar esas l¨ªneas. Aqu¨ª otra peque?a pausa.
Estimado Se?or Mendoza: Si a usted le parece que la duda o escepticismo constante que aqueja a Kafka o a los poetas desvelados es s¨ªntoma o se?al para condenarlos como malos escritores, nos deja con la duda si usted s¨®lo celebra textos o tinterillos que saben desde antes de emprender el primer p¨¢rrafo el rumbo exacto y cuadriculado con el que han de contabilizarse los versos o p¨¢ginas que se propone navegar el autor. Pero m¨¢s preocupante o inquietante a¨²n es que pasa usted a endilgarle a Kafka ¡ªy de paso a los miles que lo vemos en YouTube¡ª que un gran principio de novela es la minuciosa descripci¨®n geogr¨¢fica con la que inicia Stendhal su novel¨®n Rojo y Negro o el primer p¨¢rrafo del Quijote de Cervantes... "??pero empezarlo por el final'... es una tonter¨ªa!" y con ello, concluir que "hemos llegado al punto de tener que fundar o refundar la narrativa". Hasta aqu¨ª hemos llegado, se?or Mendoza y me permito una ¨²ltima pausa: Ha tiempo que la humanidad entera super¨® el cors¨¦ inamovible de que toda historia ten¨ªa que ser narrada de acuerdo a un trinomio intocable que se compon¨ªa de 1)Planteamiento, 2)Nudo o Trama y 3)Desenlace, pues gracias a tant¨ªsimas novelas extraordinarias y a tantos p¨¢rrafos invaluables (entre ellos los de Kafka) llevamos ya m¨¢s de un siglo en que los lectores hemos madurado en lectura, cinemat¨®grafos o conversaciones de sobremesa o amenas tertulias donde todo chisme, chiste, cuento, novela o relato en general puede contarse empezando por el final, seguir con el principio o planteamiento de los personajes y sus circunstancias, para luego entonces terminar con el nudo de la trama expuesto as¨ª, al aire libre y al libre albedr¨ªo. De acuerdo, si se me concediera llevar hoy mismo a una sala de cine a mi difunto abuelo quiz¨¢ ser¨ªa incomprensible para ¨¦l ver en pantalla la escena final de una pel¨ªcula reci¨¦n comenzada... pero si lograse convencerlo ¡ªcon palomitas o pura paciencia¡ª a que aguantara el decurso de los siguientes minutos de la peli casi podr¨ªa garantizar que terminar¨ªa por entender el rompecabezas... tal como cualquier lector joven, incluso ni?o, logra navegar la maravillosa historia de Gregorio Samsa sin caer en la burrada de creer que ya todo est¨¢ dicho o contado con las primeras l¨ªneas que ¡ªen realidad¡ª son un misterio exponencial.
Se cumplen 100 a?os de la publicaci¨®n de La metamorfosis que Franz Kafka escribi¨® de pu?o y letra entre el 17 de noviembre y el 7 de diciembre de 1912. Se public¨® en abril de 1915, en vida de Kafka ¡ªy no como cree Eduardo Mendoza que todos sus libros fueron p¨®stumos¡ªy r¨¢pidamente se consagr¨® como una peque?a obra maestra, cuento largo o novela corta, escrita en tan corto tiempo, que se clona en todos los tiempos que han de pasar ley¨¦ndola millones de lectores, al tiempo en que cada lectura ¨Cconforme parte y avanza de ese supuesto comienzo tan amarrado que ¡ªseg¨²n Mendoza, hace que la gente no siga leyendo¡ª se vuelve en realidad una enredadera o madr¨¦pora infinita de interpretaciones que cada lector va imaginando conforme Gregorio Samsa provoca escalofr¨ªos con el movimiento de sus patitas, o el triste p¨¢rrafo donde le lanzan manzanas a su caparaz¨®n o "el miedo espeluznante" que el propio Kafka adelanta a su novia Felice en una carta, donde le dice que de esa historia "en conjunto no estoy descontento con ella, pero en cuanto a nauseabunda, lo es de un modo ilimitado, y cosas como esas, te das cuenta, provienen del mismo coraz¨®n en el que t¨² habitas y toleras como morada".
Se cumplen 100 a?os de la publicaci¨®n de La metamorfosis que Franz Kafka escribi¨® de pu?o y letra entre el 17 de noviembre y el 7 de diciembre de 1912
Entre otras cosas, la transformaci¨®n de Kafka en mero retrato perfecto de orejas puntiagudas y mirada penetrante a inmenso escritor para todo tiempo y toda literatura, consiste precisamente en confirmarnos as¨ª pasen 100 a?os seguiremos imantados a la lectura y relectura de las novelas que no tienen un principio fijo dictado a la ligera en conferencias de YouTube ni mucho menos f¨®rmulas o ponderaciones que se sueltan a la ligera. La transformaci¨®n de Kafka de caemebien a inmortal es de la misma saliva con la que le escribe a su novia que uno es capaz de escribir los versos m¨¢s tristes esta noche o cualquier p¨¢rrafo de Cervantes o todo el horror que rodea al pobre Samsa y asumir que las letras emanan del mismo coraz¨®n con el que evocamos para siempre el polvo enamorado o los paisajes buc¨®licos que, al parecer, gustan tanto a Eduardo Mendoza. Bien dijo Borges que Kafka tiene textos donde se establece algo eterno: "A Kafka podemos leerlo y pensar que sus f¨¢bulas son tan antiguas como la historia, que esos sue?os fueron so?ados por hombres de otra ¨¦poca sin necesidad de vincularlos a Alemania o Arabia. El hecho de haber escrito un texto que trasciende el momento en que se escribi¨®, es notable. Se puede pensar que redact¨® en Persia o en China y ah¨ª est¨¢ su valor. Y cuando Kafka hace referencias es prof¨¦tico. El hombre que est¨¢ aprisionado por un orden, el hombre contra el Estado...".
Anotemos que Borges lleva raz¨®n en opinar que "los cuentos son superiores a sus novelas. Las novelas, por otra parte, nunca concluyen. Tienen un n¨²mero infinito de cap¨ªtulos, porque su tema es de un n¨²mero infinito de postulaciones" y para subrayar el elogio: "Yo he escrito tambi¨¦n algunos cuentos en los cuales trat¨¦ ambiciosa e in¨²tilmente de ser Kafka". Para el gran poeta y cuentista argentino el hecho de que Kafka encargara a sus amigos destruir su obra no es se?al o s¨ªntoma de saberse "mal escritor" (como equivocadamente opina Mendoza), sino s¨ªndrome que recuerda a Virgilio que encarg¨® hicieran lo mismo con lo suyo, pero "Yo creo que ni Virgilio ni Kafka quer¨ªan en realidad que su obra se destruyera. De otro modo habr¨ªan hecho ellos mismos el trabajo" y si no lo hizo Kafka es quiz¨¢ para que ¨Csin imaginarlo¡ªel propio Borges pudiera afirmar que "Kafka es uno de los grandes autores de toda literatura. Para m¨ª es el primero de este siglo. Yo estuve en los actos del centenario de Joyce y cuando alguien lo compar¨® con Kafka dije que eso era una blasfemia. Es que Joyce es importante dentro de la lengua inglesa y de sus infinitas posibilidades, pero es intraducible. En cambio Kafka escrib¨ªa en un alem¨¢n sencillo y delicado. A ¨¦l le importaba la obra no la fama, eso es indudable."
Llama entonces mi atenci¨®n que ahora, en este abigarrado mes de junio del 2015, a seis a?os de haber dictado su improvisada c¨¢tedra ¨Cya congelada para siempre en YouTube¡ªse nos informa que Eduardo Mendoza ha sido galardonado con el Premio Franz Kafka, otorgado a?o con a?o desde 2001 por la Fundaci¨®n Franz Kafka de Praga en la ahora Rep¨²blica Checa. Se le concede el Premio Kafka a Mendoza por ser ¨Cseg¨²n el acta¡ª"uno de los escritores espa?oles contempor¨¢neos m¨¢s reconocidos y traducidos". Yo tampoco preguntar¨¦ a la concurrencia si conocen la obra entera de Mendoza y si es o no injusto encasillar su lectorio al mundo hispano, hispanoparlante o a la Barcelona no independentista y cul¨¦, pero me temo que el se?or Mendoza es reconocido merecidamente por un limitado lectorio y en particular por una sola novela titulada La verdad sobre el caso Savolta publicada en 1975, poco antes de morir el dictador que andaba bajo palio y cuya dictadura queda debidamente mancillada por la narraci¨®n magistral que hace Mendoza de los embates sociales y combates pol¨ªticos alzados contra Franco en Barcelona, en Catalu?a y la Espa?a entera... pero nada m¨¢s.
A contrapelo: no hay un solo papel, p¨¢rrafo, p¨¢gina o pliego que no confirme la grandeza universal e intemporal de Franz Kafka, a quien Mendoza calific¨® hace cinco a?os de mal escritor. ?C¨®mo entonces aceptar un premio que lleve su nombre? ?Ser¨¢ por los diez mil euros que acompa?an al diploma ya sin importar si vienen o no con la fotograf¨ªa de Kafka? ?Ser¨¢ por estar en la lista de otros galardonados como Vaclav Havel, Harold Pinter, Amos Oz o Philip Roth? ?Ser¨¢ por la fama, y no tanto la obra? o ?Ser¨¢ que las opiniones lanzadas por Eduardo Mendoza hace un lustro ya tuvieron oportunidad de vivir una inesperada transformaci¨®n?
No olvidemos que el t¨ªtulo original de la pesadilla que habr¨ªa de vivir Gregorio Samsa era "La Transformaci¨®n" y que "La metamorfosis" (un disparate, seg¨²n Borges) trata precisamente del inesperado cambio con el que puede despertar cualquiera ¨Cluego de un sue?o intranquilo¡ªen cualesquier amanecer an¨®nimo. Con todo, me temo que los libros de Eduardo Mendoza ¨Csalvo quiz¨¢ uno, ya mencionado¡ªse arriesgan a la quiz¨¢ injusta amnesia que les depara el paso de las pr¨®ximas d¨¦cadas, pero ¨Cde nuevo, bien dicho por Borges: "De todos modos, Kafka, ese so?ador que no quiso que sus sue?os fueran conocidos es parte de ese sue?o universal que es la memoria. Nosotros sabemos cu¨¢les son sus fechas, cu¨¢l es su vida, que es de origen jud¨ªo y dem¨¢s, todo eso va a ser olvidado, pero sus cuentos seguir¨¢n cont¨¢ndose".
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