Crece la oposici¨®n a la pol¨¦mica bandera confederada
Tras el crimen racista de Charleston, empresas y pol¨ªticos se desmarcan de la ense?a de los viejos Estados esclavistas del sur

Es una bandera de la que apenas se hablaba en Estados Unidos, m¨¢s all¨¢ de pol¨¦micas locales y de ser frecuente verla reproducida en camisetas y veh¨ªculos en el sur del pa¨ªs. Pero la matanza racista de Charleston ha estimulado el debate sobre la bandera de la Confederaci¨®n de los viejos Estados esclavistas sure?os y ha empezado a propiciar una cadena de cambios.
La pol¨¦mica por la peque?a bandera confederada ¡ªun aspa azul con estrellas blancas sobre un fondo rojo¡ª que ondea frente al Capitolio de Carolina del Sur en su capital, Columbia, se ha convertido en la muestra de rechazo m¨¢s firme al fundamentalismo blanco de Dylann Roof, de 21 a?os, que el pasado mi¨¦rcoles mat¨® a nueve negros en una hist¨®rica iglesia afroamericana en Charleston. En fotograf¨ªas en Internet se le ve con la ense?a confederada y una pistola.
Al d¨ªa siguiente de que la gobernadora de Carolina del Sur, la republicana Nikki Haley, rectificara y pidiera a los legisladores estatales que aprueben retirar la bandera, lo que empezaron a debatir este martes, la controversia se expandi¨® a otros Estados de la Confederaci¨®n que se enfrentaron en la Guerra Civil (1861-65) a los unionistas. Y la posici¨®n de rechazo se consolid¨® en la arena pol¨ªtica.
Amaz¨®n anuncia que dejar¨¢ de vender productos confederados. Antes de su entrada en vigor, las ventas de banderas se disparan un 8.000%
En Mississippi, el ¨²nico Estado que sigue utilizando la ense?a confederada de manera oficial, integrada en su bandera estatal, crecieron las voces que pidieron su retirada, entre ellas las del presidente de la C¨¢mara de Representantes.
El Gobierno de Virginia -cuya capital, Richmond, fue capital de la Confederaci¨®n- anunci¨® que prohibir¨¢ que los descendientes de soldados confederados puedan lucir la bandera en las matr¨ªculas de coches. Es una decisi¨®n que ya tom¨® en 2011 Texas y que acaba de respaldar el Tribunal Supremo.
En paralelo, conscientes del posible impacto en su reputaci¨®n, grandes empresas empezaron a desmarcarse de la bandera. Walmart ¡ªla mayor cadena comercial de Estados Unidos y fundada en la sure?a Arkansas¡ª, Kmart, Sears y los gigantes online Amazon y eBay anunciaron que dejar¨¢n de vender banderas y productos relacionados con la ense?a de la discordia.
Virginia anuncia que prohibir¨¢ que los hijos de soldados confederados puedan lucir la bandera en las matr¨ªculas de coches
Google decidi¨® que en sus b¨²squedas ya no aparecer¨¢n anuncios de venta de productos confederados porque ¡°viola¡± su pol¨ªtica publicitaria que proh¨ªbe contenido que ¡°generalmente es percibido como una expresi¨®n de odio hacia un grupo particular¡±. Y uno de los principales fabricantes de banderas, Valley Forge Flag, anunci¨® que dejar¨¢ de producir confederadas.
Al mismo tiempo, sin embargo, se ha registrado un creciente inter¨¦s por la bandera, en un reflejo de la polarizaci¨®n del debate. Antes de interrumpirse el martes, las ventas de la bandera confederada m¨¢s popular en Amazon se hab¨ªan disparado un 8.800% en las 24 horas previas.
La bandera hiere sensibilidades. Apoyarla o rechazarla ha dado disgustos a varios pol¨ªticos, sobre todo en el Partido Republicano, que, desde el fin de la segregaci¨®n racial en 1964, ha levantado un feudo en el sur, donde apela a votantes blancos, conservadores y rurales. La confederada es un s¨ªmbolo que coloca al sur ante el espejo: concentra los traumas raciales y el desaf¨ªo de recordar un pasado inc¨®modo.
Los detractores identifican la ense?a con todos los males del sur de EE UU: la esclavitud que imper¨® hasta la derrota de la Confederaci¨®n en la Guerra Civil, los linchamientos a afroamericanos hasta bien entrado el siglo XX, la segregaci¨®n racial de los negros hasta hace medio siglo y el fundamentalismo blanco de personas como Roof y grupos como el Ku Klux Klan, que sigue visible en partes del pa¨ªs.
Los partidarios, en cambio, consideran la bandera una se?a de identidad y un legado hist¨®rico que es independiente de su connotaci¨®n racial y supone un homenaje a los cerca de 480.000 soldados confederados que murieron en la Guerra Civil. Muchas localidades del sur mantienen calles y monumentos con nombres de h¨¦roes de la guerra que rechazaban el fin de la esclavitud.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.